Cuando planeaban las dudas sobre el equipo de Chicago, cuando su defensa parecía más desequilibrada que nunca, cuando la continuidad de Thibodeau volvía a salir cuestionada en la prensa y los propios jugadores se señalaban como culpables del bajón de rendimiento en la serie ante los Bucks (4 -2), llegó una exhibición coral que dejó entrever el potencial al que aspiran los Bulls si quieren conquistar el campeonato. ¿Es una realidad o solo un espejismo? Los Cavaliers de LeBron James pondrán la prueba más exigente en el camino hacia el campeonato a un equipo que se ha mostrado mucho más irregular de lo que cabía esperar y que solo crecerá en tanto en cuanto eleve la defensa de forma consistente. Con una plantilla disminuida sin la participación de Kevin Love y la baja por sanción de JR Smith, LeBron James puede jugar muchos minutos de cuatro y dejar a los Cavaliers con Mogzov haciendo horas extras en la pintura. Los Cavs no llegan en la mejor disposición, pero lo hacen con sus dos grandes estrellas en plena forma, pues James e Irving parecen hipermotivados. ¿Será suficiente? Chicago intentará sacar provecho de su evidente ventaja en la pintura y deberá utilizar a Butler como sombra de James, aun a costa de que se resienta ofensivamente. Rose tendrá ante sí una durísima prueba de integridad física. La final anticipada del Este mide la madurez de dos proyectos de campeones. El que gane saldrá reforzadísimo en la lucha por el título.
Los Wizards sorprendieron en primera ronda con una barrida al aguerrido equipo de Toronto. No solo ganaron, sino que exhibieron sus piezas de forma casi calculada. Con Paul Pierce acaparando protagonismo en los últimos cuartos, el dúo Wall-Beal apuntando a clásico de la liga y el juego interior como se espera, rocoso y batallador, el equipo de Washington se presenta pletórico de confianza ante unos Hawks que parecen haber llegado a los playoffs un punto por debajo de sobresaliente nivel mostrado durante el año. Les costó doblegar a Brooklyn en una eliminatoria donde solo al final mostraron sus grandes virtudes. Si Teague sigue a ese nivel como asistente, controlando el tempo del partido, el resto de compañeros subirán el peldaño deseado su nivel competitivo. El pase extra será esencial ante una defensa que no se siente muy cómoda cuando se le exige sincronización colectiva. Pero con la fuerza impositiva de la juventud y con The Truth al mando de las operaciones en momentos decisivos, los Wizards pueden hacer historia y plantarse en la final de conferencia.
Dos equipos antagónicos en su propuesta de juego. Golden State Warriors llega con la alerta de haber descansado demasiado, después de haber barrido a los Pelicans tras varios partidos ajustados. Quizás puedan acusar, en un principio, el contraste de exigencia al que le va a someter Memphis. Los de Tennessee solo cedieron un encuentro ante los Blazers y parece que llegan en su momento culmen de madurez competitiva, a falta de recuperar por completo a Mike Conley. Mientras que Stephen Curry y los suyos intentarán acelerar el juego y llevarlo al máximo de intensidad, Memphis querrá que se juegue a un ritmo templado, volcando el juego en su pareja interior (Marc Gasol-Zach Randolph), una de las más fiables de los últimos años. Si el banquillo de Memphis rinde tan bien como hasta ahora y la línea defensiva, con Allen y Green, consigue reducir las prestaciones en el perímetro de Thompson y Curry, la serie puede ser otra de las perlas de estos playoffs y exigirá un sobresfuerzo a los hombres de Steve Kerr. El talento natural contra un equipo construido durante un lustro para vivir este momento. Siempre que Conley llegue en condiciones, la sorpresa puede ser una realidad.
Después de una de las mejores series de primera ronda de la historia de la liga, la factura física y el cansancio puede ser un hándicap para un equipo, los Clippers, que tendrá que ver hasta qué punto Chris Paul está en condiciones de asumir otro reto mayúsculo (parece probable que se pierda el primer partido). Si los Clippers querían una ronda menos física, Houston Rockets es la antítesis de sus deseos. Howard plenamente recuperado, Smith, Ariza, Harden en plan MVP, un equipo capaz de afrontar un cara a cara con cualquier oponente de la liga. Los Clippers demostraron una enorme madurez y entereza ante los campeones del año pasado y pueden haber adquirido un plus de autoconfianza primordial para la serie. Con DeAndre Jordan como vacuna antiHoward y Griffin a un nivel excepcional, el equipo angelino puede seguir haciendo historia a poco que Chris Paul esté en condiciones. ¿Pero lo está? Si no lo está, Harden no dejará que se le suban a las barbas.
* Javier López Menacho.
– Foto: Reuters
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