La llegada de los futbolistas a la ciudad deportiva después de un periodo de inactividad marcará el inicio de la temporada. Unas pruebas médicas darán paso a los entrenamientos, en los que el cuerpo técnico deberá ir adaptando a sus jugadores para la competición. Días más tarde llegará el momento para los internacionales, que se incorporarán al trabajo en una situación muy diferente al resto de sus compañeros. El cuerpo técnico tiene ante sí el primer reto de la temporada con este grupo de futbolistas, y dependiendo de cómo lo gestione tendrá mayores o menores posibilidades de tenerlos en condiciones para afrontar los objetivos que el equipo tendrá durante el año.
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En cuanto la liga finaliza, tras una serie de entrenamientos o partidos amistosos en busca de unos ingresos extras, el cuerpo técnico dará por finalizada la temporada dando inicio las vacaciones de los jugadores. Pese a ello, no toda la plantilla podrá iniciar la desconexión futbolística al mismo tiempo, ya que algunos jugadores deberán alargar su temporada para atender a los diferentes compromisos con sus selecciones. Su participación en estos torneos o partidos clasificatorios implicará que sus vacaciones den comienzo mucho más tarde que la de la mayoría de sus compañeros de equipo.
En el fútbol actual, con un calendario tan apretado en el que los futbolistas pueden llegar a disputar más de 80 partidos en una temporada, este periodo de descanso es clave para permitir una buena recuperación.
Aquellos profesionales que iniciaron sus vacaciones a mediados de junio se deberán reincorporar a los entrenamientos tras casi 50 días de vacaciones habiendo podido desconectar por completo del fútbol. Éstos llegarán en un buen estado a la primera sesión, ya que habrán seguido un programa de entrenamiento marcado por la dirección técnica, pasando a mejor historia aquellas pretemporadas en las que enfrentarse a la báscula era un suplicio para los jugadores.
Algunos entrenamientos en la ciudad deportiva darán paso a la concentración, en la que se intentará mejorar la condición física de la plantilla. Por la falta de los internacionales acostumbra a realizarse con muchos jugadores del filial para que el entrenador pueda contar con el número suficiente de futbolistas, a la vez que se les da una oportunidad a los canteranos de seguir quemando etapas dentro del club y, de esta forma, ir ganando experiencia.
Tras un par de semana de trabajo llega el momento para que los internacionales se incorporen a los entrenamientos, haciéndolo con aproximadamente unos veinte días de descanso. Su llegada es recibida por el entrenador como una buena noticia, ya que finalmente podrá contar con toda la plantilla pensando en el inicio de la competición, pero a su vez comienzan los dolores de cabeza para él, ya que debe ser capaz de introducirlos en la dinámica del equipo progresivamente hasta que lleguen al ritmo de sus compañeros.
El cuerpo técnico se encuentra con dos grupos de futbolistas con unas necesidades totalmente distintas durante la pretemporada. Por un lado, una parte de la plantilla habrá tenido prácticamente un mes y medio de vacaciones, mientras que el otro grupo, mucho más reducido, lo hará después de haber tenido que disputar una serie de compromisos al máximo nivel y apenas tres semanas de descanso.
Parece claro que estaremos ante una situación en la que los jugadores no podrán ser tratados de la misma forma por los técnicos. Los futbolistas con un descanso estival más prolongado, pese haber cumplido con el programa de trabajo entregado por los técnicos, llegarán a los entrenamientos con una evidente pérdida de la condición física cuando hablamos de alto rendimiento. Por esa razón trabajaremos con ellos para que sean capaces de recuperarla lo antes posible para afrontar la nueva temporada.
Por otro lado, tenemos a los internacionales que han estado tan solo una veintena de días fuera de los terrenos de juego. Éstos no habrán tenido tiempo de tan siquiera perder la forma física y volverán a la concentración en una estado de forma óptimo para incorporarse de forma inmediata a las sesiones. Llega el momento en el que el cuerpo técnico debe gestionar la llegada de este pequeño grupo de jugadores para que sean capaces de llegar frescos al inicio de la campaña. ¿Pero qué es lo que necesitan?
Como comentaba en el párrafo anterior, aquellos futbolistas que se han incorporado tarde a la preparación estarán en condiciones óptimas para poder competir desde prácticamente el primer día, ya que sus aptitudes no habrán decrecido durante ese periodo de relax. Pero hay una parte de su preparación física que no habrán tenido tiempo de recuperar, ya que a nivel mental no habrán podido desconectar y refrescarse para afrontar en las mejores condiciones la exigente temporada que se les presenta.
Ese será el momento en el que el técnico deberá tener la capacidad de manejar la situación; unas sesiones demasiado exigentes no son recomendables para estos jugadores porque corremos el riesgo de quemar al futbolista sin necesidad alguna, ya que su condición física no estará muy alejada de la de sus compañeros que comenzaron el trabajo un par de semanas antes.
Tras la vuelta de éstos a la actividad, serán recomendables sesiones ligeras que permitan al jugador prolongar su descanso pese a encontrarse envueltos en la dinámica del equipo. De esta forma, el míster estará buscando ayudar a los jugadores a recuperar la frescura con la mayor rapidez posible, y para conseguirlo se encontrará con que cada futbolista tendrá unas necesidades distintas.
Algunos se sentirán cómodos disputando partidos y trabajando a menor ritmo durante la semana, otros preferirán acumular entrenamientos antes de comenzar a participar en partidos buscando, de esta forma, recuperar sensaciones.
Por último, aquellos que además de haber tenido un menor descanso y a su vez lleguen a un nuevo club, probablemente necesitarán una fase de adaptación para ponerse a punto y ser capaz de entender lo que el técnico espera de ellos sobre el terreno de juego, siendo imprescindible que el míster los dosifique y no los exponga de forma precipitada pudiendo producir daños irreparables. Para poder controlar esta situación y manejarla correctamente será necesaria una buena comunicación entre cuerpo técnico y jugadores, ya que de esta forma se conseguirá un beneficio para el individuo y el colectivo de forma simultánea.
En las últimas semanas se ha hablado de los problemas de algunos jugadores para estar en el once inicial, mientras que otros prácticamente lo hacen sin pisar el campo de entrenamiento durante la semana. Se aprovechan estas situaciones para atacar al míster sin conocer las verdaderas razones de esas decisiones, ya que, probablemente, detrás de esas situaciones haya un técnico con la capacidad de reconocer las necesidades de sus jugadores y que con las decisiones tomadas tan solo busca proteger a su futbolista, en algunos casos, y en otros permitirles hacer aquello que le ayudará a recuperar la sonrisa con mayor facilidad.
* Enrique Durán es Director Técnico de fútbol base de los Mamelodi Sundowns de Sudáfrica. Anteriormente fue coordinador de la FCB Escola.
– Fotos: Carlos Pardellas (La Opinión A Coruña) – Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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