1.- El de hoy ha sido el partido más destensado del Barça en el curso, el menos intenso, el más plácido en defensa, el que menos lecciones podía arrojar en el corto plazo, el de menor influencia sobre el siguiente partido, el más planificado de todos en cuanto a participación y minutaje, así como el más relevante y definitorio cara a la composición de la plantilla de la próxima temporada, si es que quien debe verlo quiere verlo y no se deja guiar por portadas o marketing.
2.- Detallar lo ocurrido en el Barça desde noviembre pasado es demasiado extenso para ser resumido en esta crónica a vuelapluma. Lo haremos el próximo lunes en el ExtraSemanal del Club Perarnau. Digamos, resumiendo mucho, que se eligió como prioridad absoluta recuperar el título de Liga a cualquier precio, incluso al de dividir en dos a la plantilla: el equipo de gala y la segunda unidad. Así quedó dividido el grupo y así se repartieron los esfuerzos. Sobreutilizados unos, infrautilizados otros.
3.- El Barça ha preparado el partido del próximo martes como si se tratara de una final, con lo que la alineación ya está diseñada y desde hace 10 días todos los movimientos obedecen a una pauta dibujada hasta el último detalle, incluida la terapia de shock aplicada a los titulares, de los que solo Messi está en el filo de la navaja, pues llegará al Allianz Arena con el sonido de la campana.
4.- Cuanto ha sucedido en el Camp Nou cabe interpretarse a partir de las anteriores premisas. Sabiendo que el Levante es el equipo que mejor defiende en repliegue completo, Tito Vilanova plantea una defensa de laterales, con cuatro hombres rápidos. Por si hacía falta, en el segundo minuto interviene Abidal al corte y su acción posee tintes balsámicos tras un año de padecimiento agudo en defensa. Será el encuentro más tranquilo de la temporada para Víctor Valdés.
5.- Abidal protagonizará la noticia de la noche, con sus 90 minutos completos resueltos a la perfección, miremos la faceta que miremos. Seamos prudentes, no obstante: ha sido un partido de bajísima exigencia para la defensa del Barça, pues el Levante no ha podido realizar transiciones ofensivas limpias ni picoteado el área de Valdés. Mérito de Song y sus recuperaciones, y de Adriano y Abidal en sus anticipaciones. Los tres han cortado de raíz cualquier intento valenciano de cruzar el centro del campo, de ahí que no hayan sufrido atrás.
6.- El oficio de Abidal ha pasado a ser el dominio de la posición. Abidal es hoy, tengámoslo en cuenta, un futbolista muy mermado después de haber sufrido lo que ha sufrido. Lógicamente flaco, casi como si se hubiese encogido una talla, el francés no es aquel atleta de ébano que parecía una roca. Y, sin embargo, su dominio de la posición, el conocimiento de lo que se precisa en cada circunstancia, su inteligencia táctica, le convierten en una garantía mayúscula. Es cierto que el partido reclamaba anticipación y velocidad en vez de choque y carga, pero su desempeño ha resultado formidable.
7.- Destacado lo principal, el resto ha sido una muralla a derribar. JIM no es un entrenador cualquiera, sino quien ha transformado la excelente política de austeridad levantinista en un equipo compacto y sólido, que no sufre apenas cuando está replegado, por más vientos y tormentas que deba enfrentar. Esa muralla ha ahogado a los jugadores del Barça que más gustan del espacio: Tello y Cesc. El extremo, soberbio ante el Zaragoza, no ha encontrado ni un palmo de terreno, enfrentado a un 2×1 constante, en ocasiones 3×1 incluso. Si se exhibió en La Romareda fue porque el Zaragoza le permitió muchos metros de impulso, lo que el Levante no ha concedido. Tello ha encontrado el peor hábitat para sus condiciones.
8.- Jugando en pocos metros, también ha sido lógico que Fàbregas padeciese una noche incómoda, al contrario que Iniesta o Song, el primero moviendo a su equipo y al rival, el segundo anticipándose bien y circulando el balón aún mejor. De todos los componentes de la segunda unidad, el camerunés es quien con mayor firmeza, intención y constancia está reclamando subirse al carro del primer grupo.
9.- En su día, hace ya un par de años, explicó JIM que iba a mantener la titularidad de Munúa en la portería levantinista por razones de jerarquía, pero que Keylor Navas era un diamante en bruto. Dos años más tarde, el uruguayo continúa siendo el primer portero del equipo, pero el costarricense ha dado un recital de reflejos y agilidad bajo palos. Las pocas veces que el Barça ha logrado salvar la muralla defensiva del visitante se ha topado con las manos de Navas.
10.- Una y otra vez, Iniesta movía a su equipo de izquierda a derecha. Diagonal a Tello, callejón sin salida, devolución a Iniesta, cambio hacia Alves. El campo parecía ancho, pero el Barça acababa embotellado al centrarse Cesc y Thiago aunque ni por esas ha parecido que el equipo perdiera la paciencia, quizás porque la ventaja en la Liga es la que es y todo parece encomendado, sencillamente, a que pase el tiempo.
11.- Conscientes que la “final” del martes no parece ser para ellos, Villa y Cesc han sufrido para ser intensos de manera continua. La defensa del Levante no era sencilla para dos hombres como ellos, que no han vivido la mejor de sus actuaciones, pese a la activación perpetua de Dani Alves, ahora mismo el tercer jugador más desequilibrante de la plantilla, tras Messi e Iniesta.
12.- Incluso los cambios de jugadores han obedecido al plan de choque para Munich. Una hora de juego para Iniesta, media para Xavi, 25 minutos para Pedro, 18 para Alexis. La tablilla de planificación se ha aplicado a rajatabla y aunque en la sala de prensa Jordi Roura ha querido asegurar lo contrario, todo estaba enfocado hacia la capital bávara. La segunda unidad, los cambios, el minutaje.
y 13.- La precisión de Cesc en su gol y los cambios de ritmo de Alexis cerraron un partido que deja la exhibición posicional de Abidal como gran noticia y la sensación de que Song formará parte, en breve, del primer grupo. Pero la cabeza y el propio primer equipo estaban ya en Munich. Lo están desde el 10 de abril, de hecho. Preparándolo como si fuese una final.
– Barça-Levante (Liga, 32ª jornada) 20-abril-2013. Camp Nou. 1-0 (Cesc)
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