Post-ales electorales (y 42)

por FREDERIC PORTA el 20 julio, 2015 • 12:33

The End

Martí, vamos a dejarlo aquí, que las post-ales darían de sí hasta la eternidad y acabaríamos antes con una simple sesión de Skype. Gracias por la confianza y a los lectores, por su paciencia. Mis mejores deseos. Pasado el 18-J, esto vuelve a su rutina para dos terceras partes del barcelonismo. Los quince mil del mazazo a cuestas empezarán, suponemos, a recuperar resuello mediadas las vacaciones de agosto, cuando superen el impacto de tan tremendo knock-out. Ahora mismo, andan atontados por las bombas caídas y para rato. Casi mejor así. La catatonia les impedirá leer nuevos ajustes de viejas cuentas por parte de la Brunete Blaugrana Bartomeuísta III (antes Rosellista II, antes Nuñista I), dispuesta aún a despellejar a los presuntos perdedores, sin mostrar siquiera la compasión que enaltece a los buenos ganadores. Pero de esos, ay, nunca abundaron. Precisemos el cheque en blanco entregado al presidente electo: no durará seis años ni de coña. Veremos si lleva Qatar a la asamblea, pone a Rakuten como patrocinador de camiseta o pesa más el contrato firmado con los árabes, ése que les agarra del pescuezo con derecho a tanteo. Veremos si anulan de una maldita vez la injusta acción de responsabilidad contra los directivos de la vieja junta laportista, bastantes de ellos incluso caídos del equipo previsto en caso de improbable triunfo. Veremos qué nos dicen de la deuda neta, aumentada hasta los 328 millones cuando necesitaban contenerla por debajo de los 200 para afrontar el Espai Barça (ay, qué pavor sigue dando eso…). Veremos cómo llevan ese 73 % que se come del presupuesto el coste de plantilla, bomba de espoleta retardada que algún día estallará. Veremos qué pasa finalmente con Nike, contrato obsoleto que prometen revisar. Veremos que no veremos nada porque ahora pueden prescindir olímpicamente de dar razones, así de claro.

En los últimos meses, cuando ofrecieron supuestos argumentos de justificación a sus actos, acostumbraron a salir como tiros en ráfaga por la culata, tratando de colar pulpo como animal de compañía de manera sistemática. A partir de este preciso instante, ni necesidad tendrán de ellos hasta que, por ejemplo, el caso Neymar ofrezca movimientos sustanciales. Si marchan en consonancia con la línea oficial, camino de quedar en agua de borrajas, más a su favor y harán crecer la impresión de que eran apenas maniobras de Madrid, celos y envidias por conseguir el refuerzo negado. Caso de acabar así, barra libre para comprar toneladas de opacidad, negarse a dar cifras y erradicar todo atisbo de transparencia en la gestión. En caso de condena del presidente, rompan el cristal y apaguen el incendio como Dios les de a entender.

En los primeros discursos se hartan de incluir seny por todas partes, recurso catalán que es como el perejil de todas las salsas y condimenta mucho menos. Eso del sentido común traducido del catalán es como el get inglés, que ya sirve para cualquier cosa. Toman posesión y tomarán posición rápida para comprobar si mantienen la inveterada costumbre de decir blanco para hacer negro. Entre las filas perdedoras, ni una comparecencia, ni un adiós, ni una justificación, ni un agradecimiento más allá de las cuatro palabras de los candidatos recogidas el mismo sábado noche. Tampoco es eso, un poco de firmeza en la adversidad. El Barça lleva muchísimos años sin ser dirigido por un rodillo. Comprobaremos rápido la manera de utilizar la herramienta. Aunque, conociendo el percal, ni los votos impedirán que se planchen los propios pies a las primeras de cambio. Una urna puede ser democrática, pero no genera milagros. No pasas de clavo a martillo así por las buenas. Y esta directiva es la que es, no más: con mayoría absoluta o con porcentaje a la búlgara, da igual. Antes del broche final, una gran noticia: Ramón Adell, presidente de gestora, desaparecerá de nuestras vidas otra vez, imposible que le echemos de menos. Hasta aquí llegamos.

* Frederic Porta es periodista y escritor.

Seguir a @fredericporta