Day 25
Por el momento, hemos dejado ya la bandera blanca preparada en el bolsillo trasero, atontados como andamos por el fragor del bombardeo. La ofensiva es de tamaño calibre que parecemos Tom Hanks en la playa de Normandía, con unos acúfenos retumbando en los oídos dignos de discoteca ibicenca. O sea, van a Turín, se echan una fotico con los mendas esos tan simpáticos y ya están de regreso. Una foto negociada. Foto en negociación. Negociación fotografiada. Un pesebre, vamos. Un absoluto sinsentido o promesa vacua digna de campaña electoral. Empujan y siguen empujando: no disponen de competencias para ello, se lo prohíben explícitamente los estatutos que redactaron, pero, erre que erre, siguen adelante con la venta de humo. El posado, tal vez, resultaba una win-win situation de esas que justifican tantos acuerdos entre pillos negociantes. Los italianos, de puertas adentro, mirando para consumo interior, pueden soltar que han venido los catalanes con un fajo de millones y han vuelto por donde han venido, ni siquiera hemos parpadeado ante el primer envite de 80 millones. Los viajeros, una vez devueltos al hogar a la hora de la cena, elaboran un relato conveniente sobre el éxito de haber bloqueado Pogba y dejarlo donde estaba un año más, con derecho de pernada preferente, que eso da portadas y votos. Rascas un poquito y nada. Aire. Naderías en tiempo de campaña, pero en la alucinación, se las dan de diplomacia, de capacidad para la negociación y de cortar el bacalao como campeones, casi, casi como la troika con Grecia. Impresiona, que algo queda.
Así, Laporta no podrá tirarse el rollo, hala, y nuestros amigos de la canallesca lo venderán como si hubiéramos colocado la preceptiva pica en Flandes. Que aprendan. En paralelo, para aumentar el grado de catatonia del mero espectador, nos venden al barbudo Arda Turan como petición de Luis Enrique, que dispondría así de sustituto para Xavi, lo cual ya es mucho presuponer y colocar pulpo como animal de compañía. Ah, vale. Continuamos para bingo sin haber cantado siquiera línea en esta sala acondicionada para ludópatas empedernidos. Anduvo el presidente saliente negociando con los atléticos en Ibiza, precisamente, una vez desprovisto de galones y venga, otra más. Prepararon un poquito el terreno con aquella filtración dedicada a lo harto de correr para Simeone que andaba Turan y para ti 35 millones del ala. Estupefactos: lo que son capaces aún de hacer para ganar las elecciones al precio (literal) que sea y usando todo, todo cuanto tengan a mano como arma arrojadiza. Y espera, que ahora a la gestora le ha pillado un ataque de pudor y precisa que será el nuevo presidente quien fiche al turco. O sea, Bartomeu. Repasas la composición de la gestora y entre sus diez miembros radica lo más granado de la sociedad local, retrato que nada tiene que ver con la realidad que pisamos a diario. Gente que medra. Será cuestión de superar el atontamiento ante tanto bombardeo porque el corte de firmas está ya ahí y eso puede significar otra traca de cuidado. Han conseguido que hayamos perdido el hilo de tan enrevesado guion, que no sepamos ya qué pretenden, enhorabuena. Solo importa ganar, eso sí que aún queda meridianamente claro. Mañana, más.
* Frederic Porta es periodista y escritor.
– Foto: Tuttosport
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