Day 21
Cada noche, cuenta la leyenda, el encargado de cerrar las puertas del psiquiátrico Pere Mata soltaba una frase lapidaria para consuelo de internos y funcionarios a cargo: “Hay más fuera que dentro”. Así quedaba en paz consigo mismo, soltando una evidencia fulminante. La gran mayoría de locos andan sueltos. Ahora, con esto de la campaña electoral, cada día ganamos un punto de demencia. Bartomeu acaba de decir que, a ellos, eso de Qatar no les provoca ningún problema ético. En entrevista al diario ARA, el saliente, que no cesante, asegura textualmente ante la pregunta formulada: “No, no nos crea ningún conflicto. Nosotros vamos más allá de eso. Nosotros lo que juzgamos es la parte deportiva, la parte económica, la parte social del Barça y, sobre todo, la parte patrimonial. Existe mucha relación entre Qatar y el Barça: Xavi, Valero Rivera, Pep Guardiola, Neymar -que será embajador del Mundial del 2022, como lo es Guardiola-. Tenemos mucha relación. Qatar Airways es una compañía que participa en empresas establecidas en Catalunya, que son fuertes aquí. Creo que ése es un tema demagógico. No es cosa del Barça entrar en ello”.
Por supuesto, en el resto de entrevista, repite el caballero la colección de frases preparadas para quedar estupendo en estos días de espera, cuando marchamos hacia lo irremediable sin que nadie eche el freno: con Neymar se hicieron las cosas bien y acabará en nada. Solo que no soportan verlo de azulgrana. El 80 % de los socios ve que el club está mucho mejor ahora que en el 2010. ¿Lo de la FIFA? Se habría evitado si allí mandara gente distinta. Nosotros estamos para unir al barcelonismo. Somos contrarios a la desunión y quien nos busque por ahí, no nos encontrará…
Llega un momento, ante tal despliegue de demagogia y cinismo, negación absoluta de evidencias, manifiestas incapacidades y pifias, que faltan las palabras y optas en último recurso, previo al tirar la toalla, por el no haré más preguntas, su señoría. Aquello tan odiado de cada pueblo tiene el gobierno que merece, soltado por cómplices de los más diversos totalitarismos, aplicado a medida para la tribu culé. Que alguien guarde este artículo y lo saque de paseo, como acostumbra a pasar con los mensajes de Twitter, allá por el 2022, cuando la construcción del Espai Barça haya secado las arcas y la clase dominante en el club justifique la privatización al grito, más o menos, de “ya tenemos el mejor campo, el que el socio merece. Tal esfuerzo nos ha dejado exhaustos y necesitamos de Qatar y otros accionistas amigos para seguir en primera línea de potencial deportivo”. Previsible, todo muy previsible. Se lo han quedado. Ellos y sus amigos. En paralelo político, han dinamitado ya el estado del bienestar, socorrido a los bancos y abandonado a las personas. Y aún así, pendientes de Pogba, como si todo se redujera al fichaje de relumbrón. No olvidamos que Jesús Gil entró con Futre en el Atlético y tantísimos años después, los colchoneros aún no han recuperado su alma vendida al diablo, pese a mantener el sentimiento. Tal como anda el patio, lo más “divertido” de las elecciones consistirá en calcular la intensidad de la purga de Bartomeu cuando llegue Septiembre. O nos encierra en el Pere Mata reusense o nos envía a los cuatro que aún pretendemos razonar la sinrazón camino de un ‘gulag’ siberiano. Gastos de envío pagados por Qatar, eso sí. Solo billete de ida. Y dirán que es un detalle, pura prueba de afecto. Mañana, más.
* Frederic Porta es periodista y escritor.
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