1.- El Atlético de Madrid es el primer campeón de grupo de esta Champions. Ninguna de las grandes potencias mundiales lo ha conseguido aún y nadie puede escudarse en un grupo cómodo. Antes del Austria Viena ganó al Zenit y al Porto. Los expertos pronosticaban un grupo igualado y acertaron, pero a partir del segundo.
2.- Los rojiblancos han llegado a tal estado de excelencia que sale de ojo verle arrancar a medio gas en los primeros cinco minutos. El Austria Viena salió tocando y mandando, cosa que molestaba. En cuanto Simeone movió un poco las manos, la plebe se dio cuenta de que habría movida en el descanso si no espabilaban. Fue el germen del 3-0.
3.- Los tres que llegaron antes del entretiempo se quedaron cortos. A partir de que Miranda abriera el marcador, se desató la furia ofensiva de los colchoneros. No es que parecieran especialmente excitados con lo que había en juego, pero ante las facilidades otorgadas tampoco iba a ser hoy cuando los atléticos mostraran piedad.
4.- Joao Miranda tiene un problema: no haber solicitado jugar con España. Quizá de ese modo Scolari le hubiera llevado a la Copa Confederaciones. En el horizonte tiene un mundial, y si Felipao mira para otro lado habrá que pensar que en la Ribera del Manzanares se dejó alguna exnovia. Ese central está para jugar en cualquier selección del mundo.
5.- Un gol más para Raúl García, esta vez era el segundo para el Atleti. Simeone le acerca al área lo máximo que puede, incluso si eso significa alejar a Adrián. Sabe que el asturiano sí puede generar, pero Raúl está para culminar lo que construye el resto y en esa tarea lo borda.
6.- En el volcán de ocasiones quedaba sitio para otro gol de un defensa. Filipe Luis redondeó sobre la bocina el primer parcial. Poco más se puede decir del lateral del Dépor, porque hace tiempo que ya es otra vez el lateral del Dépor. Es más, lo es solo hacia delante, hacia atrás es mucho más, y todo gracias a Diego Pablo Simeone.
7.- Llegó el momento de rotar. Fácil con rivales como el Austria Viena, uno de esos equipos que desluce la competición. El noble propósito de Platini para premiar a los campeones de otras ligas se queda a medias. Ya que se pone, mejor retomar el sistema anterior en el que solo jugaban los que ganaban su competición. Si no es así, dejen participar a los mejores.
8.- Óliver Torres tuvo cuarnetaicinco minutos para seguir creciendo. Difícil manejo de un talento indiscutible para ser estrella cuando no está preparado para saberlo. Quizá por eso Simeone le da una de cal y dos de arena para que no se lo crea antes de tiempo. Titular y goleador con el Betis, no volvió hasta hoy y, como siempre, dejó detalles hermosos.
9.- Tan cómodo estaba el día que por fin vimos a Guillavogui, y quedé gratamente sorprendido. En la mente de muchos dibujábamos un trotón de mediocampo, con gran estatura y mucho despliegue. Lo que mostró en el Calderón fue una destreza más que apreciable para el toque y el pase. Dejó ganas de verle más.
10.- Un partido no puede terminar sin que Diego Costa sea protagonista. Lo fue toda la noche porque se estrelló contra el gol una y otra vez. Generó muchísimo fútbol y unas cuantas ocasiones, pero no había manera porque el portero austriaco solo se las paraba a él (penalti incluido). Cualquiera tenía claro que su insistencia y su pesadez hacían imposible que se fuera a casa sin el gol que acabó llegando.
y 11.- El Atlético de Madrid tendrá dos semanas de Champions para descansar. Al menos eso dicen los puntos, porque Simeone no lo permitirá. No obstante, siguiendo la teoría del partido a partido, el próximo es el de Villarreal en la salida más complicada que va a afrontar hasta el momento. Por un campo pequeño, un público que aprieta y sobre todo un equipo que juega muy bien al fútbol. Reto nuevo para el Cholo.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: Álvaro García (El País)
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