Pérdida de presión en la cabina

por JESUS GARRIDO el 16 diciembre, 2012 • 21:20

1.- Dice Mourinho que la liga está prácticamente imposible, que “10 puntos que pueden ser 13 son demasiados”. Es bastante probable que el entrenador portugués tenga razón, que el Real Madrid ya no pueda alcanzar al Barcelona en lo alto de la tabla, sobre todo si los culés ganan al Atlético. Pero es una frase que bien se podría haber empleado hace varias semanas, cuando el equipo ya estaba desarrollando este juego ramplón, falto de imaginación, de intensidad e incluso calidad. Había sufrido una repentina pérdida de presión futbolística.

2.- Algunos podrán ver esta aparente dejadez merengue en la liga como una forma de concentrarse en la Champions League, la competición que tanto los madridistas como Mourinho (ojo a la diferenciación, que me parece importantísima) están deseando ganar cuanto antes. Pero, visto lo visto en los seis partidos europeos, el Real Madrid tampoco ha sido capaz de sacar su mejor versión, esa que arrasó en el otoño y en la primavera del curso pasado, habiendo ganado tan solo tres partidos, dejando escapar un liderato que puede salir caro en el sorteo del jueves.

3.- El ojo del huracán mourinhista se ha situado hoy sobre el rubio cabello de Luka Modric. Entró en el once reemplazando a Ángel Di María, anterior señalado por Mourinho, y su participación en la primera parte, a mi juicio, fue más que correcta. Participó en varias jugadas peligrosas y tuvo en sus botas el 1-0 en dos ocasiones, además de ser una opción interesante de pase para sus compañeros cuando se situaba en la mediapunta. Eso sí, fue él quien perdió el balón que generó el 0-1.

4.- La capacidad creativa de Modric estaba tan limitada como la de Alonso, Khedira u Özil por la carencia de referencias ofensivas que crearan espacios y se desmarcaran para recibir el balón con claridad. Normalmente, en el Real Madrid son tres hombres los que ocupan las posiciones más ofensivas, ya sean Cristiano, Benzema y Di María o cualquier otro nombre. Hoy, la acumulación de jugadores se produjo en la medular, dejando la zona de tres cuartos para Callejón y Ronaldo, demasiado enmarañados entre los defensas del Espanyol. De esta manera, la posibilidad de asociación del centro del campo con la delantera se reducía y solo les llegaban balones con centros laterales o movimientos mágicos de un genio como Özil.

5.- El Espanyol resistió las esporádicas percusiones blancas con elegancia y hasta cierta suficiencia en ocasiones. La defensa perica tuvo dos protagonistas fundamentales, uno que destacó por su brillante actuación, Kiko Casilla, y otro por su incorrecta participación en las jugadas de los goles recibidos, Javi López. El lateral estuvo blando tanto en el gol de Cristiano como en el de Coentrao, dos jugadas en las que tenía ventaja sobre el esférico, la cual se dejó ganar con mucha facilidad.

6.- Por su parte, el ex portero canterano del Real Madrid realizó un partido soberbio. Cada balón llovido al área blanquiazul era blocado con total seguridad por Casilla y ello otorgaba un grado extra de confianza a la zaga, que sabía que podía confiar en su guardameta. Además, sacó un gol cantado a Cristiano en la primera parte y evitó que el Madrid sentenciara en la segunda.

7.- Aguirre ha cogido al Espanyol y, como no podía ser de otra manera, lo ha impregnado con algunos detalles propios que han personalizado a su gusto al equipo. Lo primero, la vuelta después de muchos años de Sergio García al puesto de referencia en ataque. Ahí Sergio aporta mucho trabajo en la presión, a lo que añade velocidad, asociación y definición, como demuestra su gol, asistido por un genial Verdú.

8.- Joan es un jugador como pocos, poseedor de una enorme calidad técnica, que no duda en derrochar esfuerzo en la contención para luego organizar el juego tras la recuperación. Un lujo. Y luego está el peligroso Wakaso, tan indescifrable como una moneda al aire. Pocos dudarán de sus capacidades futbolísticas, pero sí que deja mucho que desear su mente. Se fue al banquillo a los 26 minutos después de hacer una entrada merecedora de amarilla teniendo ya una apuntada. Aguirre estuvo rápido y le salió bien.

9.- El gol de Cristiano justo antes del descanso sentó bien al Real Madrid, como es obvio. En los primeros diez minutos de la reanudación vimos a un equipo mucho más volcado en ataque, gracias en parte a la electricidad de Di María, tan desequilibrante como fugaz en el tiempo. En eso momentos, los blancos pudieron sentenciar de sobra el partido, y después de que Casilla se ganara el cielo se conformaron con el gol de Coentrao o, más bien, no tuvieron ni más ideas ni más fondo físico para ir a por más goles.

10.- El Espanyol ofrecía pocas alternativas en el segundo tiempo. El enorme desgaste de Verdú mermó sus facultades creativas y Sergio García se encontraba desasistido. De nuevo estuvo ágil Aguirre sacando del campo al fatigado Verdú para dar entrada a Albín que, aunque tardó en aparecer, sí que consiguió acercar a su equipo al área de Casillas para acabar encerrando al Real Madrid en los minutos finales.

11.- El runrún en el Bernabéu iba en aumento conforme pasaban los minutos. El murmullo a veinte del final se transformó en pitos a falta de diez cada vez que una jugada quedaba inacabada. Por la cabeza de todos los presentes y todos los telespectadores pasaban las jugadas a balón parado que tanto daño están haciendo esta temporada al Real Madrid. En cualquier jugada aislada podía llegar un empate que podía hacer aún más cuesta arriba la remontada liguera. Y como se temían, así llegó el 2-2, gol de los despropósitos defensivos, dejando a la luz las carencias de un equipo que el curso pasado no cometía dichos errores. Albín solo es uno más de todos los jugadores que se han aprovechado de estas situaciones.

y 12.- Desconozco la situación interna del vestuario del Real Madrid, no sé cómo gestiona Mourinho el estado de ánimo de su plantilla, pero lo que sí es bien palpable es la bajada de intensidad, tan preocupante como real, que ha dado este Madrid con respecto al de hace apenas siete meses. Al ver los partidos del Real Madrid salta a la vista una falta profunda de fondo físico y de motivación positiva de los jugadores. Eso es competencia del entrenador mejorarlo y a Mourinho parece que se le está haciendo difícil.