1.- No era un día en el que se pudiera exigir nada al F. C. Barcelona. Las circunstancias eran demasiado duras como para mostrar un gran nivel de juego colectivo o acierto individual. Bastante habrían hecho saliendo al campo y disputando los noventa minutos. Pero lejos de conformarse con eso, hicieron muchísimo más. Con su partido, el equipo honró la memoria de Tito Vilanova.
2.- Y lo hizo cuajando un partido muy del Barça de Tito. No por el bajo nivel de juego, ni tampoco por la victoria. Ni siquiera por acciones tácticas o jugadas concretas. El Barça de Tito, el que tristemente solo duró cinco meses, se caracterizó por encima de todo por su persistencia. Por luchar siempre hasta el final, por saber que todos los partidos duran noventa minutos más los que el colegiado estime añadir.
3.- Esta característica estuvo siempre presente en el Barça de Tito. Hubo momentos de juego malos y otros fantásticos, pero aquel equipo mostraba una insistencia y una fe extraordinarias, sin comparación posible con ningún otro momento de la fantástica historia reciente del Barça. Ese era su rasgo único, por el que merecería pasar a la historia más allá de ningún récord. Como el Barça de la fe, el Barça de las remontadas imposibles.
4.- Porque conseguir tantas remontadas gracias a un hambre competitiva tan voraz es algo extraordinario, sobre todo si tenemos en cuenta que esos jugadores habían ganado ya todo y más. Sin excepción, todo equipo humano acaba pareciéndose enormemente a su líder. Y Tito era eso: persistencia, lucha, coraje y tenacidad.
5.- Yo no sé cómo afrontó el día a día de su fatídica enfermedad, ni sabría que esas cualidades extraordinarias que mencionan los obituarios son ciertas de no ser por su equipo. Porque en aquel equipo aparecían con nitidez todas estas cualidades. Que el destino amenaza con la derrota, pues se insiste de todas las maneras posibles para cambiarlo. Si de una manera no se puede, se intenta de otra. Así siempre. Hasta el final.
6.- Ayer, los jugadores del Barça hicieron honor a todas esas cualidades. Pelearon hasta el final, no tiraron la toalla pese al gran acierto de su rival e insistieron hasta vencer. Sí, tuvieron fortuna, pero la suerte no aparece si no la buscas. Si no te esfuerzas, si no intentas cambiar lo que estás haciendo mal, si no crees hasta el final en la victoria. Haciéndolo, consiguieron la mayor remontada de esta campaña, la cual habría parecido una más de haberse dado durante el liderazgo de Vilanova.
7.- Perdónenme por no haber hablado de fútbol en esta supuesta crónica, pero como dijo ese señor de los pies a la cabeza al que se le pueden hacer muchos reproches en lo táctico pero ninguno en lo humano como es el Tata Martino, no era día para hablar de fútbol. Aunque no por ello debería dejar el F. C. Barcelona de aplicar esas enseñanzas tan claras que deja Tito para edificar su nuevo proyecto.
y 8.- El paso por la vida es por norma efímero, pero de nuestros actos depende que nuestras vidas no lo sean. Porque realmente la vida no acaba mientras seamos recordados. Y de Tito nos acordaremos siempre. Tito será eterno.
* Rafael León Alemany.
– Foto: @433barca
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