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Como jugador ya fue alternativo con sus elecciones tras dejar el Barça, no sorprende por tanto que Guardiola haya escogido al Bayern München. El coloso alemán tiene todo lo que le gusta a Pep y, más importante, todo lo que necesita Pep ahora. No parece, cuando aún se está llenando de nuevo, que la Premier de Chelsea, City y United, donde no hay tregua –más aún con la posible llegada de Mourinho–, fuera el lugar ideal para reencontrarse con el fútbol de manera más sosegada.
El Bayern tiene historia, jerarquía, estabilidad, prensa e instalaciones. Pero sobre todo tiene un grupo de jugadores ideal para el fútbol de Pep. Porque Guardiola ni puede ni pretende repetir lo que ha hecho en el Barça, no tiene a Busquets ni a Xavi ni a Iniesta ni a Messi. Ahora veremos al Pep que se destapó en El País, ese entrenador que amaba el Ajax de Van Gaal, que disfrutaba con Crouch, con Lavolpe y con la Argentina de Bielsa. Guardiola será más vertical, más incisivo, más tirando a la Alemania de Low.
La plantilla alemana es la más potente junto con el Real Madrid y el Barça, más compensada y compacta que Chelsea o City. Su núcleo duro lleva dos o tres temporadas compitiendo al máximo nivel pero está hambriento de éxitos dentro y fuera de Alemania (han perdido dos finales de Champions, una en casa, y el Borussia Dortmund de Klopp les ha negado el campeonato liguero). Son jóvenes, alemanes y están educados por Van Gaal en el juego de posición. De ahí que Guardiola haya optado por un proyecto a medio plazo, el tiempo que necesita este grupo con una media de edad de 25 años para hacer algo gordo.
Tienen todo lo que demanda el fútbol que siente Pep: un portero, Neuer (26), al que no le quema la pelota en los pies; laterales, Lahm (29) y Alaba (20), que aprovechan la amplitud y la profundidad con maestría; un medio posicional que entiende el juego como Luiz Gustavo (25), las ventajas a través de la conducción salvaje y el desplazamiento en largo de Schweinsteiger (28), a quien se agarran los demás para salir jugando, y la verticalidad y la ruptura Kroos (23); tiene también extremos, la posición fetiche de Pep. Los tiene para abrir el campo y para generar ventajas por dentro como hacen Robben (28) y Ribéry (29), tiene a su Pedro en Müller (23) y también el talento emergente de Shaquiri (21).
Y arriba, arriba tiene lo que Messi le quitó, la posibilidad de jugar con ese ‘9’ grande generando ventajas de espaldas y haciendo girar al rival como lograban Kanu y Kluivert en su Ajax, como Crouch en Inglaterra, como pretendió él mismo con Ibrahimovic. Porque ahí está Mario Gómez (27), pero también Mandzukic (26).
El pero de este Bayern desde el punto de vista de Pep son sus centrales, que no generan ventajas desde la salida aunque tienen buen pie y son aseados, sobre todo Badstuber, pero no sienten la superioridad como Piqué. Ahí aparece Javi Martínez, que vendrá enseñado por Bielsa. O quizá Pep sienta que Javi Martínez será su Busquets. Sea como sea, el fútbol está de fiesta. Ya esperamos al Bayern de Pep.
* Felipe S. Mateos es Entrenador de fútbol. Metodología Fútbol Base C. A. Osasuna.
– Foto: dpa
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