El árbitro señala el punto de penalti y la afición y jugadores se felicitan por la acción. El gol está un poco más cerca y un futbolista deberá intentar batir al guardameta adversario. Una situación que parece ideal para todos… salvo para un equipo.
En las últimas temporadas advertimos que la selección de Ghana ha vivido una relación complicada con los lanzamientos de penalti siendo Asamoah Gyan, el jugador estrella y actual capitán del equipo, el principal protagonista.
Todo comenzó el 2 de julio del año 2010, cuando una mano de Luis Suárez en el último minuto de la prórroga impidió que el balón acabará en gol. El colegiado señaló el punto de penalti y expulsó al uruguayo. La selección africana se encontraba ante la posibilidad de acceder a las semifinales de un Mundial, hito que nunca antes una nación de ese continente había conseguido. Pero el lanzamiento de Gyan se estrelló en el larguero y la prórroga finalizó dando paso a los penaltis, donde Ghana no fue capaz de batir a Uruguay, despidiéndose del sueño de jugar las semifinales ante Holanda.
Ésta no sería la última vez en la que Ghana debería enfrentarse a lanzar otra pena máxima en un partido importante y su capitán volvería a ser protagonista. En las semifinales de la pasada Copa de África 2012, que se disputó en Guinea y Gabón, se enfrentaron a Zambia y el guardameta Kennedy Mweene detuvo el lanzamiento desde los 11 metros de Asamoah Gyan. El encuentro finalizó con derrota por 1-0 para la selección de Ghana impidiéndoles llegar a la final del torneo, acabando con las aspiraciones de hacerse con el titulo 31 años después.
Después de ese partido Gyan sufrió la presión de la afición y la prensa local, decidiendo abandonar la selección de manera provisional.
«Fue muy duro para mi, por esa razón necesitaba un descanso. No pienso que la gente me odie pero quizás las expectativas eran muy altas y es normal que la afición esté enfadada, por esa razón decido dejarlo».
Después del parón, el jugador que realizó su debut con la selección en el año 2003 ante Somalia anunció su vuelta al equipo nacional poco antes del inicio de la Copa África 2013 que se iba a disputar en Sudáfrica, pero con algunas condiciones.
La madre del futbolista falleció escasos meses antes de finalizar el año 2012, suplicándole al jugador que no volviera a asumir la responsabilidad de tirar penaltis. Por esa razón informó a su técnico que no lanzaría ninguna pena máxima durante el tiempo reglamentario, aunque sí podía contar con él para lanzar en una tanda de penalties que desempatara el encuentro si no había otro remedio.
El jugador mostró su felicidad por volver al equipo nacional y su ambición por conseguir el titulo de campeones de África, considerándose preparado para el reto.
“Yo siento la pasión y el dolor de mi gente. Por esa razón he tenido altibajos en mi carrera, pero sucede lo mismo en la vida. Mis experiencias en las últimas temporadas me han enseñado que las dificultades son las que te ayudarán a conseguir disfrutar más de los momentos felices”.
La selección de Ghana consiguió su clasificación para semifinales el pasado sábado al lograr la victoria ante Cabo Verde. El primer tanto del encuentro, en esta ocasión, llegó desde los 11 metros pero Gyan siguió manteniendo la promesa que le hizo a su madre siendo Wakaso, jugador del Espanyol, el encargado de lanzarlo. Un tiro centrado y potente que espantaba, de momento, todos los fantasmas que habían acompañado a Ghana en las últimas temporadas.
En semifinales les esperaba la revelación del torneo, la selección de Burkina Faso, y volverían a encontrarse con un viejo conocido.
Al inicio del partido, el colegiado tunecino señaló un polémico penalti a favor de la selección de Ghana. Las protestas de los jugadores de Burkina dieron paso al lanzamiento que, como sucediera en el anterior partido, ejecutó Wakaso, transformándolo a la izquierda del guardameta Diakité.
Después del gol llegaron los mejores minutos de los ghaneses, que incluso disfrutaron de una clara ocasión a través de Gyan que se acabó estrellando en el poste. Minutos más tarde Aristide Bancé, delantero de la selección de Burkina Faso, ponía las tablas. El partido continuó jugándose a una alta intensidad pero el empate durante el tiempo reglamentario dio paso a la prórroga.
En el tiempo extra la selección revelación dispuso de más ocasiones e incluso el colegiado les perjudicó con diversas decisiones erróneas que les hubieran permitido adelantarse en el marcador. Los jugadores de Ghana dispusieron de una clara ocasión en la última acción del partido para deshacer la igualada, aunque por sus mentes ya empezaban a ser conscientes que unos viejos conocidos, de los que no guardaban muy buen recuerdo, se iban a cruzar de nuevo en su camino: los penalties.
La muerte súbita decidiría el pase a la final y sobre un terreno de juego en unas condiciones pésimas que seguro iba a poner en apuros a los lanzadores.
Los jugadores de ambos equipos estaban en el centro del campo abrazados, rezando por el pase a la final. Ghana iniciaría la tanda y el tiro de Isaac Vorsah se marchó completamente desviado a la derecha del guardameta burkinés, siendo un preludio de lo que sucedería después.
Los futbolistas de Burkina Faso se mostraron mucho más fiables que los ghaneses, no siendo necesario para la sorpresa del torneo tener que realizarni siquiera el quinto lanzamiento. Burkina Faso hacia historia y llegaba a la final mientras Ghana volvía a quedarse a las puertas.
A todo esto, el capitán Gyan se mantuvo alejado de los lanzamientos como le prometió a su madre, pero ¿qué hubiera sucedido si hubiera tenido que lanzar?
En un fútbol tan profesionalizado sorprende encontrarse con decisiones personales que puedan afectar al equipo y ante eso solo se me ocurre una expresión: This Is Africa!
* Enrique Durán es Director Técnico de fútbol base de los Mamelodi Sundowns de Sudáfrica. Anteriormente fue Coordinador de la FCB Escola.
Seguir a @e_duran_diaz
– Fotos: Reuters – AP
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal