La Diosa Fortuna vistió la zamarra azulgrana durante el sorteo de la Final4 de Colonia. El Barcelona no sólo evitó un duelo suicida ante el vigente campeón, el Kiel, sino que además quedó emparejado con el semifinalista, a priori, más asequible. Los de ‘Pasqui’ se medirán a la cenicienta polaca del Kielce.
La chequera del conjunto de Europa del Este echa humo en los últimos años. Con la Final4 como principal obsesión, los mandatarios del Kielce se pusieron manos a la obra para recuperar a los polacos repartidos por media Europa –especialmente por Alemania– y reforzar el vestuario con internacionales de primer nivel. “El Kielce es el equipo tapado en esta Champions. Han hecho una grandísima inversión para fichar a los jugadores polacos de la Bundesliga y tienen muchos internacionales experimentados en Champions. Va a ser un rival muy difícil”, analiza Dani Sarmiento. “Espero una semifinal dura ante un equipo que lleva años preparando su plantilla para conseguir estar en la Final4”, añade Raúl Entrerrios.
Una localidad de apenas 200.000 habitantes, situada en el sureste de Polonia, cuenta con un equipo de balonmano formado por jugadores hambrientos de títulos y sedientos de reconocimiento internacional. El Kielce es el Rhein-Neckar Löwen polaco. Los alemanes lograron colarse en las semifinales de la Final4 disputada en el 2011, pero les tocó medir sus fuerzas ante el conjunto que acabaría proclamándose campeón de Europa: el Barça. Un total de cuatro jugadores podrán redimirse ante los azulgranas: el portero veteranísimo Szmal, Bielecki, Tkaczyk y el brillante extremo croata Ivan Čupić. Pero no sólo de ex Rhein-Neckar Löwen y polacos vive el Kielce. El conjunto del exazulgrana Bogdan Wenta cuenta en sus filas con el exquisito Uros Zorman o el aguerrido pivote serbio Stojkovic.
“No hay más que ver su trayectoria este año en Champions para saber que el Kielce nos va a poner las cosas difíciles y que debemos afrontar el partido como si fuera una final”, sentencia Raúl Entrerrios. No le falta razón al asturiano. El Kielce finalizó la fase de grupos con una inmaculada serie de 10/10 victorias. Su primera y única derrota hasta la fecha llegó en el LAST 16, en la pista del Pick Szeged y por tan sólo un gol de diferencia (26-25). “Es un equipo de Final4. Si quedaron primeros de grupo es por algo. Ganar en Skopje no es fácil y lo han hecho dos veces. No es un duelo difícil sólo por los resultados que han obtenido sino porque es un conjunto consolidado”, afirma Xavi Pascual.
Pese a evitar a los dos equipos alemanes que jugarán en casa, Pasqui no se fía del Kielce y su papel de víctima. “Antes de que la gente nos dé por favoritos, un favoritismo que aceptamos, muchos deberían saber que nos medimos a un muy buen equipo. ¿Si era el rival que quería? No, no lo era”, reconoce el entrenador azulgrana. La afición se ve con pie y medio en la final tras el emparejamiento con el Kielce, pero Pasqui hubiera preferido verse las caras con los Lindberg, Vori, Duvnjak y demás jugones del Hamburgo. De hecho, al Kiel es mejor no verlo hasta que no quede más remedio.
Los zebras buscarán el pleno de 3/3 títulos en sus participaciones en la Final4. Al Kiel se le da muy bien el Lanxess Arena. Demasiado. Tanto que su acceso a Colonia es sinónimo de título. Así lo indican los precedentes del 2010, cuando se deshizo del Barça en la final, y del 2012, cuando el Atlético sufrió el mismo destino. Los de Pasqui podrían vengarse del Kiel en la finalísima pero para ello el actual campeón europeo deberá doblegar a un Hamburgo al que supera por once puntos en la Bundesliga y los azulgranas deberán imponer su favoritismo ante los compatriotas polacos del Kielce. El Barça tendrá que impedir la hegemonía alemana profanando el Lanxess Arena. El Rey de Europa se siente como pez en el agua en territorio enemigo. Sobre todo si Daniel Saric sigue camino de su beatificación.
* Noelia Quero es periodista.
– Foto: EHF Champions League
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