Ser uno de los porteros más goleados de la liga no es algo de lo que estar orgulloso. El Almería está pagando en exceso no tener una defensa experimentada. Excepto Nelson, lateral derecho que jugó en Betis y Osasuna, ninguno de los habituales en la línea de atrás ha jugado de forma habitual en Primera División. De hecho, Trujillo no solo debuta en la élite, sino que hace apenas un par de años militaba en Tercera. Por ello Francisco tuvo que renunciar a sus principios. Era consciente de la debilidad defensiva del equipo y comenzó a alternar la clásica defensa de cuatro –dos laterales y dos centrales– con una línea de cinco –dos laterales y tres centrales–. Detrás de los defensores se encuentra un portero sin miedo a volar.
Sobresaliente fue su temporada en Segunda el año pasado. Ascenso y considerado mejor portero del año. En la vuelta del Almería a Primera División desde la dirección deportiva la idea era contratar a un portero exótico. Un guardameta que no fuera muy conocido en España y a poder ser joven, con gran potencial y que el desembolso económico no fuese excesivo para en un futuro venderlo y poder recuperar lo invertido o incluso ir más allá, sacar beneficio. Le dio resultado en la temporada 2007/2008 cuando ascendió por primera vez a la máxima categoría con la denominación de U. D. Almería y fichó a Diego Alves. Brasileño, con grandes dotes bajo palos, ágil y un especialista en parar penaltis. Tres temporadas después ficharía por el Valencia dejando una importante cantidad de dinero en las arcas almerienses. A esa fórmula se aferraban los dirigentes rojiblancos. Óscar Ustari era el elegido. Portero argentino que prometía mucho en sus inicios en Getafe pero al que las lesiones y la imposibilidad de volver a un gran nivel llevaron de vuelta a Argentina para sentirse importante. En Boca Juniors no llegó nunca a ser titular con regularidad.
Convocado por Sabella para la selección argentina cuando solo llevaba unos entrenamientos con los rojiblancos, el seleccionador mandó un mensaje claro: si Ustari jugaba con regularidad en el Almería, sería uno de los porteros convocados para el Mundial 2014. Francisco no dudó y apostó por Esteban de titular. Aburrido el argentino y eliminado de su competición (solo jugó los cuatro partidos de Copa del Rey y sin buenas actuaciones), rescindió su contrato camino de Inglaterra (Sunderland) buscando los minutos que Esteban le negó. Quizá Ustari no atendió a los números del que iba a ser su competidor en la portería. El de Avilés lleva casi once años sin perderse ni una sola convocatoria. Más de 100 partidos seguidos como titular (116 computó ante el Atlético de Madrid) y una salud de hierro unido a su constancia hacen de Esteban un portero casi imposible de desbancar.
Zurdo, bueno bajo palos, trasmite seguridad a pesar de sus dificultades para salir por alto, problema que suple con su valentía. A grandes rasgos esa es la descripción del portero titular del Almería. Que sea uno de los más goleados no quita que sea uno de los jugadores más importantes y destacados de los rojiblancos. Marca las diferencias en los almerienses, por ello en la primera vuelta podemos incluirlo como el jugador más destacado sin dudarlo. Sin grandes excentricidades, asegura no ser supersticioso salvo en alguna vestimenta que repite si el partido se da bien. El éxito de Esteban radica en su físico y su experiencia. El futbolista más veterano de Primera División quizá es también uno de los que más se cuidan. Descanso y alimentación como base, ilusión y seguridad en sí mismo como método de vida. El portero tiene mucho desgaste. En la actualidad sus entrenamientos específicos llevan un deterioro físico importante. Me caigo, me levanto. Me caigo, me levanto. Esteban sigue haciendo paradas de gran dificultad gracias a su laborioso entrenamiento. De hecho en más de una ocasión ha sido invitado para dar charlas sobre cómo cuidarse y para explicar sus métodos de entrenamiento. Gracias al guardameta, el Almería aspira a la salvación. A sus 38 años, Esteban atraviesa su mejor momento deportivo. Cuando muchos ya podrían ver de cerca la retirada, él sabe que aún le quedan muchos partidos en el camino. Tantos como quiera. En su actual club no tienen prisa porque ese momento llegue. Le quedan cinco meses de contrato y muchas paradas por hacer.
* Christian Moya.
– Foto: EFE
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal