Una frase pronunciada por Gerardo Martino define casi a la perfección el camino recorrido por el F. C. Barcelona durante las últimas semanas de competición: “Un partido ganado nos pone casi en el cielo y un partido perdido nos pone en el infierno, y te vas acostumbrando un poco a oscilar… es como si no encontrara el paraíso, es cielo o es infierno”.
Ha transcurrido ya el tiempo necesario desde su llegada para considerar que el entrenador argentino va conociendo la naturaleza de un club que ha pasado por diversos episodios que al principio de la temporada parecían difíciles de producirse. Martino resume así su proceso de adaptación: “Quienes han de estar más acostumbrados son los que hayan nacido aquí, los que conocen la institución… esos tienen mucho más fundamentos para pensar que ya han visto y que ha habido situaciones que se han repetido en el tiempo. Durante estos meses han pasado muchas situaciones desde mi llegada al club. Tampoco puedo presumir de que ya lo conozco totalmente y seguro que con el paso del tiempo va a seguir habiendo situaciones que me sorprendan, me superen o que a lo mejor no las sepa manejar. No puedo pensar con tan poco tiempo y siendo una institución tan grande que ya la conozca como la palma de la mano”.
En el ámbito puramente deportivo, el equipo consiguió acceder a una nueva final de la Copa del Rey y completó una goleada sin paliativos ante el Rayo Vallecano, seguramente uno de los mejores partidos jugados esta temporada. “Como somos un equipo que quiere cumplir con todas las facetas del juego, ha sido un partido de los mejores. Hubo intensidad, goles de presión, goles por elaboración del juego, cuando tuvimos que salir jugando lo hicimos, cuando tuvimos que saltear la presión del Rayo también lo hicimos. También tiene que ver con lo que propone el rival”. Justamente, el juego mostrado por el equipo también coincidió con el estado de forma de Iniesta: “Ha jugado varios partidos a un nivel altísimo. La verdad es que cuando Andrés juega bien, el equipo juega a otra cosa. Él maneja muy bien todo esto que tiene que ver con la aceleración, al pausa, lateralizar o profundizar. Tampoco es nada distinto a lo que hace Andrés temporada tras temporada”.
Todo hacía indicar que la tan esperada eliminatoria ante el Manchester City llegaba en un buen momento para el conjunto blaugrana. Martino explicaba así cual podría ser la clave del partido: “Son dos equipos que disfrutan cuando tienen la administración del juego y son equipos que sufren cuando no lo tienen. En esto, será una puja para ver quién tiene mejor elaboración, mejor circulación y mejor tenencia de pelota para justamente quitar esa posibilidad al rival y hacer que tenga menor trascendencia en el juego”. El City renunció a la pelota y cometió varios errores que fueron penalizados por un equipo acostumbrado a manejarse en este tipo de citas, pero que continuaba sin resolver las dudas generadas por su juego.
En todos los partidos grandes jugados hasta el momento, el Tata ha dejado clara su apuesta por juntar siempre en el medio del campo a Xavi, Iniesta y Cesc, dejando a un delantero en el banquillo, ya sea Pedro o Alexis. “Para lo que ha sido la historia del Barcelona y su forma de jugar, la presencia de ellos garantiza un parecido más cercano a las mejoras épocas del Barcelona cuando juegan ellos juntos, pero no descarto la otra parte. Cuando no han podido jugar ellos juntos, el equipo manejó otras facetas del juego y también lo hizo bien”.
Tras el gran resultado que se cosechó en Manchester llegó la debacle en Anoeta, en un encuentro marcado en rojo en el calendario culé para no decir adiós prematuramente a las opciones de ganar el campeonato liguero. La Real Sociedad se vengó de la eliminatoria copera y el entrenador rosarino asumió sin problemas su culpabilidad en la preparación previa al choque: “El rival ha jugado muy bien y nos ha superado. Tengo la sensación de que la lectura que hice no fue la correspondiente. Tenía la sensación de que podíamos correr un poco más por esta necesidad de tener que venir a ganar. Para este partido entendíamos que teníamos que buscar más profundidad y que se debía conseguir con un delantero más, y probablemente haya sido una muy mala lectura de lo que necesitábamos para el partido por parte mía”. A parte de la responsabilidad en la derrota, el equipo no tuvo intensidad en la fase defensiva y la apuesta por el dúo Song-Busquets en el centro del campo fue un completo fracaso.
Esa continua montaña rusa que se ha convertido la trayectoria del equipo siguió con una victoria ante el Almería y nueva derrota lejos del Camp Nou, la segunda consecutiva, ante un Real Valladolid que está luchando por no descender de categoría. Las críticas hacia un juego colectivo que pierde su identidad a marchas forzadas arrecian sin parar y más si tenemos en cuenta las declaraciones de su entrenador ante una nueva y dolorosa derrota: “Lo que le faltó al equipo son ideas. No tensión ni intensidad. Hemos fallado en todo lo que tiene que ver con la generación del juego, la elaboración y la movilidad, sobre todo en los últimos veinte metros. Eso nos ha privado de tener un mejor resultado. No vi falta de actitud (…) La sensación que tengo es que debemos pelear por la liga hasta el último momento, y mientras esto suceda y mientras que las matemáticas nos den posibilidades, la vamos a pelear”.
La situación del club a nivel institucional no es precisamente ideal y la prensa deportiva, por su parte, no ha dudado en preguntar una y otra vez a Martino si va a continuar la próxima temporada al frente del equipo. Tal insistencia ha provocado respuestas tan contundentes como la siguiente: “Lo único que hacen ustedes es debatir (dirigiéndose a la prensa). ¿No había ya lista de entrenadores? Y yo no dije nada, así que da lo mismo. ¿Por qué tengo que garantizarles mi puesto a ustedes? Parece que se están ubicando en un lugar demasiado preponderante en esta historia. En todo caso, se lo tendré que garantizar al presidente, a Zubizarreta y no a ustedes”. El problema al respecto es que muchos consideran que el crédito de Martino empieza a agotarse poco a poco.
* Marcos Castro.
– Foto: Manel Montilla (Mundo Deportivo)
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