Tras la llegada de Guardiola vimos al mejor Barça de la historia, tanto en juego mostrado como en títulos conseguidos. Un equipo que marcó una época inolvidable para el aficionado azulgrana, acostumbrado en el pasado a refugiarse en su habitual pesimismo. Después llegó Tito Vilanova, su mayor confidente, que tomó el difícil testigo de mantener el hambre de un equipo que lo había ganado todo. Tras un año difícil y con una liga con muchísimo valor, su enfermedad puso punto y final a su experiencia como primer entrenador del club en el que había crecido como futbolista y también como persona.
La llegada de El Tata Martino fue una sorpresa para la inmensa mayoría de culés. Si los dos anteriores técnicos tenían un conocimiento exhaustivo del ADN del club y las exigencias e idiosincrasia del mismo, Martino aterrizaba en Barcelona sin ninguna experiencia como entrenador en Europa y con una carta de presentación con dos puntos fundamentales: su brillante trabajo en el club de toda su vida, Newell’s Old Boys, y una excelente imagen mostrada con la selección de Paraguay durante el mundial del 2010.
Desde el primer día, el técnico rosarino ha tenido que enfrentarse a la gestión de un grupo golpeado anímicamente por la baja de su entrenador y por las importantes dudas que dejó tras caer eliminado de forma aplastante por el Bayern de Múnich en semifinales de la Champions League. Para Martino, tanto la Copa Confederaciones como la pretemporada tampoco ayudaron a que los futbolistas cogieran su mejor estado físico: «El Barcelona no ha hecho una preparación normal y habitual como hace cualquier otra institución. Mi mayor preocupación era al principio porque veníamos de una gira bastante extensa con muchos viajes incluidos y, a lo mejor, con una preparación que podíamos llegar a pensar que no íbamos a empezar el primer partido ante el Levante de la mejor manera. Cuando el equipo tuvo una buena actuación ese día nos sacamos esa preocupación de encima».
A pesar de esa contundente victoria en la primera jornada liguera, El Tata sabía de las dificultades que presentan estos primeros partidos de la competición: «Los inicios de temporada siempre son difíciles para los equipos. Cuesta un poco coger el ritmo y tener la mejor versión. Hemos de mejorar el juego conjunto, no las individualidades. Si el juego de conjunto respalda las individualidades, con los jugadores que tiene el Barcelona tendremos un año más placentero».
El escaso tiempo que lleva al frente del equipo le ha permitido acercarse al club de una forma mucho más directa: «De la institución me esperaba una entidad muy grande y organizada y estando dentro se ve mucho más. En cuanto a la plantilla, exactamente lo mismo. Uno ve un conjunto de jugadores que tienen una gran técnica individual, pero después todo esto se magnifica cuando ves cada uno de los entrenamientos. No descubro algo nuevo sino que dimensiono mucho más lo que pensaba desde fuera».
Mucho se ha hablado durante todo el verano de la incorporación de un defensa central de garantías para fortalecer la línea defensiva. Si para Tito Vilanova era básico reforzar esa posición, para Martino no lo es tanto: «Los problemas que hubo el año pasado fueron por lesiones. Cuando tengamos los jugadores bien, con Piqué, Puyol y Mascherano y con las alternativas de Bartra y Adriano, vamos a estar bien, y si pasa una desgracia o alguno no llega a estar bien siempre hay un mercado de invierno al que se puede recurrir».
Por otra parte, estos primeros partidos del campeonato han servido para analizar el estilo de juego que desea implantar el técnico y qué novedades puede incluir respecto a sus sucesores en el banquillo: «No tengo ninguna intención de que haya un Barcelona que juegue de acuerdo a mis conceptos porque yo soy un enamorado de los conceptos del Barcelona. En todo caso, mi deber sería recuperar algunas cosas que los muchachos dejaron de hacer. Lo que me gustaría es que ellos puedan cubrir todas las alternativas de juego». En este sentido, sabe que al equipo aún le queda un margen de mejora importante: «Se puede ser más intenso y prolongar la presión durante más minutos. Me da la sensación desde hace tiempo que el Barcelona circula bien la pelota, pero no tiene muchas opciones de pase cada vez que hay un poseedor de pelota, y lo que tenemos que recuperar es eso, no solamente la precisión y la velocidad a la hora de elaborar, sino también coordinar diferentes movimientos para tener mayores alternativas en ataque». Entre las posibilidades ofensivas que maneja El Tata, Neymar tiene reservado un papel protagonista: «Es un excelente jugador que tiene un uno contra uno muy desequilibrante. Lo único que tenemos que ser lógicos a la hora de insertarlo dentro del equipo. Él ha tenido menos tiempo que el resto, incluido yo, y es el que menos ha trabajado en la cuestión física». Además del futbolista brasileño, Alexis Sánchez parece que contará también con su total confianza: «El Alexis que yo espero es el de la selección de Chile de Marcelo Bielsa. Tengo muchas expectativas puestas en él, es un futbolista importante y desequilibrante que ojalá le podamos dar en este proceso la tranquilidad no sólo para que desequilibre, sino para que también pueda llegar a gol».
A diferencia de los primeros meses de Tito Vilanova al frente del equipo, el técnico argentino ha comenzado una importante rotación entre sus futbolistas, tal y como hacía Pep Guardiola. La suplencia de Iniesta o las no convocatorias de Xavi o Pedro han mostrado el camino a seguir: «No hay ninguna posibilidad de éxito si no estamos comprometidos los 23 o 24 jugadores de la plantilla. No se puede llegar al final con tantos partidos con sólo 11 o 12 jugadores. La idea es hacer una rotación lógica de acuerdo a mi criterio, que en algún momento quizás no puedan compartir».
Por último, la siguiente afirmación quizás defina la idea del entrenador azulgrana sobre cómo se debe gestionar el éxito en un club de tales dimensiones: «El Barcelona es un equipo que invita mucho más a ser responsable de los fracasos que partícipe de los triunfos. Lo siento de esa manera y lo seguiré repitiendo todo el tiempo que aquí esté». Veremos durante las próximas semanas cómo evoluciona este nuevo Barça de Gerardo Martino.
* Marcos Castro.
– Foto: Reuters
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