Mourinho se marchó del Real Madrid entre un mar de opiniones divididas sobre sus tres años en el club blanco. Su ciclo en el equipo de Chamartín fue, cuando menos, aceptable en lo deportivo. Tres semifinales de Copa de Europa, una Copa del Rey, una liga y pasajes del mejor rendimiento visto en los últimos lustros en el Santiago Bernabéu. El portugués se fue a Londres. A ocupar su lugar llegó, desde el Paris Saint-Germain, Carlo Ancelotti.
El italiano era una apuesta diferente a Mourinho, tanto en lo futbolístico como en lo demás, pero los dos guardan en común un aspecto: son ganadores. Saben sobrevivir en la Liga de Campeones. Cuatro Champions tiene el técnico de Reggiolo: dos como jugador, y dos como entrenador. Todas las obtuvo con el AC Milan. Tras la llegada de jugadores que refrescaban la plantilla blanca (Isco, Illarramendi, Carvajal), todo pintó distinto en el Madrid. De la mano de Carlo, el madridismo apunta a la décima.
El día de su presentación, Ancelotti, dejó claro qué sentía respecto al club y declaró lo que esperaban muchos luego de ver los fichajes. Habló del estilo que quería implantar en su equipo: «Estoy muy feliz de estar aquí, en el club más prestigioso del mundo. Sé muy bien lo que es esta casa, y estoy muy feliz. Quiero dar las gracias al presidente, Florentino, y al director, porque han trabajado mucho para traerme aquí (…) El objetivo está claro. El club más prestigioso del mundo debe ganar jugando un fútbol espectacular, porque la historia y la tradición de este club es de jugar ofensivo y espectacular. Vamos a trabajar por jugar un fútbol que dé a los aficionados felicidad».
La pretemporada de los blancos invitó al optimismo. Las giras dejaron un balance global positivo. El rendimiento del partido ante el Chelsea fue el tope de lo mostrado hasta ese día. Aquel encuentro estuvo cargado de morbo por ser contra el equipo del exentrenador. El equipo jugó de manera muy fluida con Modric iniciando las jugadas, Isco gestionando y desequilibrando, Marcelo en todas partes y Cristiano letal, como siempre. Sobre el choque, y lo que este dejó, Carlo dijo: «Estamos intentando jugar buen fútbol. Pienso que el primer tiempo que hicimos fue muy bueno. Hemos tenido control del balón, hemos logrado una posesión eficaz, esta es la idea que tenemos que mejorar porque el Madrid necesita jugar un fútbol positivo y lo vamos a intentar«.
Terminó la fase de preparación y llegó la liga. El Betis visitaba el Bernabéu y la expectación sobre el Madrid era total. Los de Pepe Mel pusieron en aprietos a los locales. Los problemas del equipo se hicieron manifiestos. Ancelotti valoró así el encuentro: «Desde luego tenemos que mejorar. Es normal. Creo que cualquier combinación fue buena. Hemos hecho muchas oportunidades para marcar jugando de buena combinación sobre todo en la banda. El problema fue defensivo. No hemos tenido equilibrio, no hemos trabajado bien juntos. A parte de eso, no han habido muchos problemas (…) Las dos líneas de mediocampistas y defensas han estado separadas, hemos tenido mucho espacio entre las dos líneas«.
El culebrón del verano europeo fue Gareth Bale. Antes de ser oficialmente jugador blanco, la prensa preguntaba de manera insistente por el galés. Ancelotti trataba de apartar el tema. «Es una pregunta que sale todo el tiempo, pero es algo de lo que no me gusta hablar. Primero porque Bale no es jugador del Madrid en este momento, y segundo, porque debo tener respeto de mis jugadores. Estamos concentrados en el partido de mañana. En este momento el mercado está muy congestionado. El fin del mercado está cerca». Y sobre las declaraciones del Tata Martino acerca del más que posible –y ya inminente– fichaje del jugador del Tottenham, Carlo contestó: «Palabras que no he comprendido. Pienso que él no ha estado aquí mucho tiempo y todavía no sabe cómo funciona el mercado europeo. Esta es la manera en la funciona. Tampoco comprende cómo funciona su club, porque el Barcelona ha fichado jugadores muy importantes pagando dinero. No sé cuánto». Y luego de que por fin el ’11’ de White Hart Lane aterrizó en la capital de España, Ancelotti dijo: «Gareth Bale llegó. Creo que todo el mundo conoce que no ha hecho una pretemporada normal. Mas la condición física no es mala. Mañana va a viajar con el equipo, va a jugar. Seguro juega una parte del partido. No sé si al principio o el segundo tiempo (…) Está bien, tiene ilusión y está muy motivado».
Se le interrogó varias veces por la situación Diego López-Casillas. El italiano se ha mantenido firme sobre la dualidad en la portería y ha sentenciado que Iker sería su arquero de Champions. Sobre su insistencia en Diego López, tras dos jornadas de liga, dijo: «Diego López está jugando bien. Tiene una buena condición. Está tranquilo. Trabaja muy bien, es muy profesional. Casillas, de mi parte, merece respeto. Es el capitán del Real Madrid. He hablado con él antes del primer partido. Ahora quiero hablar con él en estos días. Con nosotros Iker no ha hablado de esto y no creo que vaya a salir. Por esta temporada necesitamos dos porteros».
El Madrid siguió con su curso liguero. Mostraba resultados positivos y realizó un buen partido contra el Athletic Club en el Bernabéu. Carlo reiteró continuamente la necesidad de mejorar. El Madrid empató a dos en El Madrigal y el Villarreal pudo llevarse los tres puntos. Los diferentes problemas del equipo afloraron ese encuentro. Ancelotti, sereno, declaró: «No creo que fuera el peor partido. Fue bastante evidente el ritmo diferente de los dos equipos. Esto es normal porque luego de la pausa internacional todos los partidos son difíciles. Creo que la reacción después del primer gol fue buena. Hemos marcado dos, y con un poco más de atención podíamos ganar este partido, pero el resultado es justo porque el Villarreal es un buen equipo».
El fichaje de Mesut Özil por el Arsenal tuvo como consecuencia una contraposición de veredictos total. Ancelotti zanjó el interrogatorio sin pausa de los periodistas así: «Özil es un gran jugador. Tiene mucha calidad ofensiva de pase, filtrado. Creo que en estos dos partidos que hemos jugado sin Özil no hemos tenido problemas de marcar goles. No me arrepiento de su salida. Le deseo suerte, pero no lo necesitamos arriba porque hemos marcado muchos goles. El problema es de equilibrio. Hemos encajado mucho».
La Champions apaciguó el pesimismo ya instalado en la afición. 1-6 al Galatasaray: «Muy buen debut. El resultado dice que el partido fue fácil. No fue así. Sobre todo el primer tiempo. Hubo mucha presión. Después del primer gol de Isco es verdad que el partido fue más fácil. Pudimos utilizar más el contraataque. Cristiano y Benzema al espacio son muy peligrosos».
En la liga, el Madrid convenció en su partido ante el Getafe. «En general el partido del equipo fue bueno los 90 minutos». El partidazo de Isco no pasó desapercibido para su técnico: «Creo que todo el mundo puede hablar del talento de Isco. Lo que es un poco extraño es que llegó aquí con mucha personalidad. En todos los campos muestra mucha personalidad (…) Jugar aquí no es tan fácil. Es un estadio con una grandísima historia. Los jóvenes pueden sentir esta presión. Isco es un gran talento con mucha personalidad». Tras la victoria sobre la hora contra el Elche, sí se manifestó preocupado: «No estoy contento. Necesitamos jugar diferente, hemos tenido mucho sufrimiento, sobre todo al final. No fue muy controlado el segundo tiempo. No hemos terminado de jugar. Después el gol de Ronaldo… es obvio que no estoy contento con el partido. Tenemos que jugar mejor». Las alarmas se encendieron tras el asalto del Atlético del Cholo al Bernabéu: «Fue el mismo problema que hemos tenido antes. El principio del juego es lento y cuando el balón llega adelante no tenemos espacio para buscar solución. Jugar contra el Atlético de Madrid es mucho más difícil si eres así de lento».
Regresó la Copa de Europa y el Madrid volvió a arrasar. El Copenhague se fue a su casa con cuatro goles en el saco y los blancos funcionaron por primera vez con un único pivote fijo. En este caso, Illarramendi. Así evaluó el encuentro el míster italiano: «Creo que hemos buscado más equilibrio, el equipo estuvo más compacto, hemos intentado jugar más rápido para la profundidad de los delanteros y jugar por las bandas. Este equipo, el Copenhague, es muy compacto en el centro y buscamos más espacio por fuera. Creo que lo hemos utilizado bien. El primer gol fue centro de Marcelo, el segundo fue centro de Di María. Hemos seguido la estrategia y cambiar la actitud fue bueno (…) Hemos cambiado el sistema sobre todo para utilizar más la banda. Tener un jugador más abierto».
Los dirigidos por Ancelotti volvieron a ganar al filo del tiempo. Esta vez, en el Ciutat de Valencia contra el Levante. El Madrid sacó la casta a la que siempre apela. «La victoria fue muy importante porque el partido fue muy difícil. Todavía más al final. No nos hemos rendido. Hemos tenido lucha, ganas de lucha. Es verdad que al final no hemos jugado un fútbol fantástico, pero sobre todo el segundo tiempo hemos merecido ganar. Y sobre los jóvenes Morata y Jesé, que cuajaron un gran partido, dijo: «No necesito que Morata y Jesé me convenzan porque ya tengo mucha confianza en ellos. Han demostrado mucha ilusión cuando han entrado en el campo. Lo han hecho muy bien para el equipo. Morata marcó, Jesé fue muy peligroso. La confianza es la misma de antes del partido».
Así va el Real Madrid en palabras de su técnico. Ha hecho siempre énfasis en el rendimiento colectivo del equipo y, aunque va lento, busca soluciones para una plantilla que necesita encontrarse pronto. Se aproxima el partido de Champions contra la Juventus y el clásico contra el Barcelona. El listón del equipo está alto y la constelación que tiene Ancelotti por vestuario todavía no cuaja. Mientras tanto, habrá que observar cómo evoluciona.
* Sebastián Duque es periodista.
– Foto: EFE
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