"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Julio de 1966, estadio de Ayresome Park, Middlesbrough. Se enfrentan la potente Italia de Mazzola, Rivera, Faccheti o Albertosi en contra un desconocido plantel de Corea del Norte. A las 21:30 horas se produjo una de las mayores sorpresas en la historia de los mundiales: Italia hacía las maletas tras perder por 1-0, gol logrado por el anónimo Pak Doo Ik, que a partir de ese instante se hizo un hueco en los anales del deporte rey. Nacido el 17 de marzo de 1942 en Pyongyang (Corea del Norte), fue un delantero rápido e incansable que poseía un potente y peligroso chut. Le apodaron La perla de Oriente.
Jugó toda su vida en el Moranbong SC de su ciudad natal. En total fueron 12 temporadas, pero no hay datos fiables de su trayectoria ni de los resultados del club en las competiciones futbolísticas en los años 60 y 70, dado el hermetismo del país. Se hizo leyenda con la selección de Corea del Norte, con la que jugó 87 ocasiones y marcó 17 goles. Los primeros pasos los dio en la clasificación para los Juegos Olímpicos de 1964 celebrados en Tokio. Los norcoreanos eliminaron a Burma y Tailandia y lograron un billete para el torneo, pero unos meses antes de celebrarse la cita olímpica Corea del Norte retiró a toda su delegación y no acudieron. El siguiente campeonato en el que participó con su selección fueron los GANEFO (Juegos de las Nuevas Fuerzas Emergentes) de 1965 con sede en su país y que vencieron tras quedar por delante de China y Vietnam del Norte en la clasificación final. A finales de ese año disputaron la calificación del Mundial de Inglaterra en 1966, logrando el pase ante Australia tras vencer en los dos partidos jugados en Nom Pen (Camboya) por 6-1 y 1-3.
Viajaron al Reino Unido con el único objetivo de realizar un papel digno, y las circunstancias que finalmente se dieron no entraban en sus pronósticos. Quedaron encuadrados en un grupo con la URSS, que era subcampeona de Europa, Italia y Chile, que había sido tercero en el anterior Campeonato del Mundo. En el primer encuentro, frente a los soviéticos, cayeron por un claro 3-0; en el segundo iban por los mismos derroteros hasta que un penalti transformado por Seung en el minuto 88 les dio un empate ante los sudamericanos; y en el tercero y decisivo jugaron el partido de sus vidas ante los transalpinos, lo que les hizo entrar en la historia.
Un grupo de comandantes solteros del ejército (condición necesaria para integrar el equipo de Corea del Norte) golpeó de lleno el orgullo italiano y les derrotó por la mínima, lo que supuso el ascenso a sargento de Pak Doo Ik tras el tanto conseguido. Aquel partido conmocionó a Italia y al fútbol en general, llegando incluso el equipo italiano a ser recibido en su regreso a casa con una lluvia de tomates podridos. Los asiáticos se clasificaron para cuartos de final y se vieron las caras con Portugal. Pak Doo Ik volvió a brillar y llegaron a colocarse 3-0 en el marcador, pero emergió la figura de Eusebio con cuatro goles y los portugueses remontaron y acabaron venciendo por 5-3. Su último encuentro con el equipo nacional tuvo lugar en un amistoso ante Argelia en 1969 que acabó con victoria norcoreana por 1-3.
En un documental televisivo que vio la luz en 2002, titulado The game of their lives, se cuenta que pasaron de héroes a villanos por su derrota ante Portugal y que incluso fueron mandados a un campo de trabajo, pero es algo que no se ha podido comprobar. Ese mismo año, Pak Doo Ik viajó con siete de sus compañeros a Inglaterra para rememorar aquel histórico enfrentamiento.
Tras su retirada, se marchó del ejército y se dedicó a trabajar como profesor de educación física. En la actualidad vive en Pyongyang y tiene 70 años.
* Alberto Cosín.
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