"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
Corría el año 1929 y acababa de dar comienzo una nueva competición futbolística en España, la Liga. Cuatro meses más tarde, en junio, Bienzobas superaba a Cosme, del Atlético de Madrid, y entraba en la historia al proclamarse mejor artillero con 17 goles (incluidos cuatro dobletes) de la primera edición. Nacido el 26 de marzo de 1909 en San Sebastián, provincia de Guipúzcoa (España), se desempeñaba como extremo derecho (actuaba en ocasiones por la izquierda) y también podía jugar de interior. Destacaba por su agilidad, su excelente golpeo de balón, su oportunismo y su eficacia de cara a gol. Además, fue un consumado especialista en los lanzamientos de penalti y a lo largo de su vida deportiva solo falló uno: frente al Real Unión. Sus hermanos Anastasio (Cuqui) y Custodio fueron futbolistas como él y coincidió con ellos en el Club Atlético Osasuna y la Real Sociedad, respectivamente.
Comenzó a jugar al fútbol en su localidad natal y en 1921, con 12 años, se enroló en las filas del U. D. San Sebastián, equipo ya desaparecido. Allí permaneció cinco temporadas hasta que miembros del la Real Sociedad le observaron y decidieron ficharle de inmediato con un contrato de ocho años. Debutó ante el Real Unión el 10 de octubre de 1926 y en su primer curso las cosas no pudieron ir mejor con la consecución por parte del equipo donostiarra del Campeonato Regional de Guipúzcoa tras superar a los irundarras. Participaron en la Copa del Rey de 1927, pero cayeron en la liguilla inicial, donde el Arenas de Getxo lideró el grupo. Al año siguiente volvieron a acudir al torneo, aunque esta vez como subcampeones regionales puesto que el Real Unión les arrebató el trofeo. Su participación fue extraordinaria, y tras dejar en el camino al cuadro de Irún, al Europa, al Iberia y al Patria Aragón (en la primera fase), al Celta de Vigo (en cuartos de final por un global de 4-2, con dos goles de Bienzobas en Atocha) y al Valencia en semifinales (con un parcial de 9-2), se presentaron en la gran final con el F. C. Barcelona. El primer encuentro celebrado en El Sardinero terminó empate a uno. El segundo, dos días más tarde también en el mismo lugar, finalizó con idéntico marcador. Por tanto, hubo de celebrarse un tercero, pero tras los Juegos Olímpicos de Ámsterdam, y en ese duelo los azulgrana ganaron por 3-1.
En la temporada 1928-1929 volvieron a levantar el Campeonato Regional después de superar al C. D. Logroño, aunque su papel en la copa fue efímero al caer ante su bestia negra, el Barcelona, en octavos de final. El 10 de febrero arrancó la liga y Bienzobas formó parte de aquel once histórico junto con Izaguirre, Ilundain, Galdós, Madeo, Marculeta, Trino, Kiriki, Cholin y Yurrita que disputó el primer partido ante el Athletic Club. Paco estrenó el marcador de la Real en el minuto 30 en un duelo que acabó en tablas (1-1). Consiguió anotar goles en los cuatro partidos iniciales del campeonato y a continuación en las jornadas 7, 8 y 9 marcó sendos dobletes a Racing de Santander, Real Unión y Europa. Su ritmo no decayó hasta el final y gracias a las dos dianas en la última jornada, de nuevo ante el Europa, se proclamó máximo goleador. La Real tuvo una actuación muy seria, siempre en mitad de la tabla y acabando finalmente en cuarto lugar. El curso 1929-1930 fue el más flojo del extremo en cuanto a prestaciones y nivel de goles: en once partidos logró cuatro goles, en una campaña en la que el equipo blanquiazul obtuvo un séptimo puesto. La llegada del inglés Harry Lowe en sustitución de Benito Díaz para la temporada 1930-1931 supuso un impulso para el plantel, que cosechó magníficos resultados. Con Bienzobas y Cholín afortunados de cara a puerta pelearon por el título liguero, aunque fue el Athletic Club el campeón tras empatar a 22 puntos con el Racing y la entidad txuri-urdin. La instauración de la República hizo que la institución pasara a llamarse Donostia F. C. y así disputaron la temporada 1931-1932. El frente de ataque, con Bienzobas, Chivero, Insausti y Cholín, salvó al equipo de la debacle con sus goles: mantuvo la categoría por solo tres puntos de distancia con el descendido Real Unión. En la copa tuvieron una digna participación y después de dejar en el camino en dieciseisavos de final al Sevilla y al Castellón en octavos, fueron derrotados por el F. C. Barcelona en cuartos de final por un global de 2-1 en cuartos.
En las temporadas 1932-1933 y 1933-1934 la prestación de Bienzobas bajó, aunque amplió su palmarés con el Campeonato Regional de 1933 y dejó a la escuadra guipuzcoana en primera antes de marcharse al Club Atlético Osasuna. Al conjunto navarro, que militaba en Segunda División, llegó con el objetivo de ayudar para lograr el ascenso. Este no tardó mucho en producirse y en su primera campaña los rojillos obtuvieron el segundo puesto de la fase final por detrás del Hércules y ascendieron. La permanencia en la élite no duró demasiado y en 1936, pese a un gran curso de Bienzobas (10 goles), ocupó el farolillo rojo con 14 puntos y descendió. El inicio de la Guerra Civil paró la mayoría de competiciones futbolísticas y durante un periodo de dos años Bienzobas fue entrenador/jugador del C. A. Osasuna en los partidos amistoso que se jugaban. Al finalizar el conflicto bélico el conjunto navarro obtuvo el Campeonato Regional en 1939 y jugó un partido para la permanencia en primera ante el Atlético de Madrid que perdió por 3-1. En la temporada 1939-1940 compitió en Segunda y, tras no consiguir el ascenso, Paco Bienzobas volvió a firmar por la Real Sociedad para la temporada 1940-1941. En aquel instante se encontraba en Segunda División, pero con su labor y la de otros importantes jugadores de la época, como José María Querejeta, Izaga, Patri o Ignacio Bidegain, finalizó en segundo lugar a dos puntos del Granada en la liguilla definitiva y regresó a la élite del fútbol español. En 1942 únicamente participó en cinco partidos, logrando un gol ante el Granada, y al acabar la temporada colgó las botas de forma definitiva con 33 años. Sus estadísticas totales en la Real Sociedad fueron de 196 partidos y 109 goles.
Con la selección española fue internacional dos veces en 1928 y 1929, logrando dos tantos. Asistió a los Juegos Olímpicos de Ámsterdam convocado por el seleccionador José Angel Berraondo y desde el banquillo vio los dos primeros encuentros, la victoria ante México por 1-7 en primera ronda y el empate a uno frente a Italia en la segunda. Debutó en el partido de desempate contra los transalpinos en una tarde aciaga de los españoles, que sucumbieron por un sonrojante 7-1. La última vez que vistió la zamarra roja fue en un amistoso contra Francia el 14 de abril de 1929 en el estadio de Torrero de Zaragoza. Anotó el primero (empujó un cabezazo de Yurrita que ya se colaba) y el cuarto gol (un penalti provocado por Lazcano) de los locales, que apabullaron a los franceses por 8-1. En 1936, el seleccionador Amadeo García Salazar le incluyó en la lista del duelo ante Austria en el Metropolitano, pero no disputó ningún minuto en la derrota por 4-5.
Pocos meses después de anunciar el final de su trayectoria futbolística se inició en el arbitraje. Llegó a Primera División en la temporada 1948-1949 y arbitró cuatro partidos. Permaneció hasta la temporada 1953-1954 y su bagaje total fue de 48 partidos dirigidos, en los que mostró 3 tarjetas rojas.
Falleció víctima de una trombosis a los 72 años el 30 de abril de 1981, unos días después de la consecución de la primera liga de la historia de la Real Sociedad tras empatar a dos frente al Sporting de Gijón en El Molinón.
* Alberto Cosín.
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