"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
Crónicas 2015-2016 / España / Liga BBVA 2015-2016 / Fútbol
1.- Después de la lluvia de goles de Riazor el Barcelona afrontaba su duelo contra el Sporting con la necesidad de ganar para mantener el liderato, y la de demostrar si el fin de la mala racha de resultados habría servido para conseguir también recuperar confianza y juego.
2.- El equipo de Abelardo se presentaba en el Camp Nou con bajas significativas, especialmente la de un Jony que es seguramente uno de los jugadores de la liga con más peso en el ataque de su equipo. El técnico asturiano planteó un 4-4-2 orientado a negar los espacios interiores y salir a la espalda de los laterales azulgrana, con Halilovic de lanzador por detrás de Guerrero, y la verdad es que el plan funcionó muy bien durante la primera mitad.
3.- Porque los goles cosechados en tierras gallegas no se tradujeron en ninguna mejora sustancial del juego azulgrana sino todo lo contrario. La circulación del balón era tan lenta que el Sporting pasaba pocos apuros defensivos pese a la acumulación de posesión (intranscendente) de los culés, y cuando el cuadro asturiano conseguía tirar un contraataque, la fragilidad del sistema defensivo de un Barcelona demasiado largo permitía que los de Abelardo llegaran con relativa facilidad.
4.- La única buena noticia para los de Luis Enrique en los primeros 45 minutos fue que las áreas volvieron a sonreírle. Si contra el Valencia el juego y las ocasiones generadas no tuvieron premio por la falta de contundencia en la resolución, contra el Sporting sucedió lo contrario. Bravo le sacó una clara ocasión a Guerrero al empezar el partido y entre Macherano y Piqué sacaron dos balones de gol cuando se terminaba la primera parte. En el otro área, Messi, el más listo de la clase, aprovechaba un mal rechace de Cuéllar para adelantar a su equipo en el marcador.
5.- No sabemos qué se habló en el vestuario durante el descanso, pero la segunda parte del Barça fue bastante mejor. Messi se tiró el equipo a la espalda, multiplicó sus apariciones, transmitió confianza a los compañeros y así, por fin, unos azulgrana con mucha más amplitud consiguieron embotellar a un Sporting cada vez más cansado en su área. Esto tuvo efectos beneficiosos para los de Luis Enrique: los acercó al gol, mejoró su presión post pérdida y alejó tanto al Sporting que éste dejó de contragolpear castigando la frágil moral barcelonista. También hay que destacar la contribución de Alves a la mejora del juego. El brasileño, que substituyó a Sergi Roberto al descanso, va sobrado de algo que le está faltando al equipo: autoestima, así que sus compañeros agradecieron sus incorporaciones al ataque y combinaciones en corto con el astro argentino.
6.- El 2-0 llegó a los 8 minutos de la reanudación tras una buena combinación entre Messi e Iniesta culminada por Suárez en posición de fuera de juego no señalada por el linier. Ya con dos goles de renta, la mejora en el juego azulgrana se consolidó y el marcador fue ampliándose hasta el 6-0 final, un marcador engañoso sobretodo ante lo visto en la primera mitad.
7.- Capítulo a parte merece la actuación de Clos Gómez. Señaló correctamente el penalti del 3-0 después de no haber castigado anteriormente una zamorana de Vranjes, pero luego terminó cebándose en el más débil con otras dos penas máximas cuando menos discutibles que, si bien no sirvieron para alterar el signo del partido, cargaron de indignación a los jugadores del cuadro sportinguista.
y 8.- Por lo que respecta a los azulgrana, estos sólo alcanzaron a medias los objetivos planteados antes del partido. Pudieron defender el liderato, acumulan 14 goles a favor y 0 en contra en los dos últimos encuentros, disfrutan de un Luis Suárez en racha que con sus dos pokers de goles consecutivos se ha aupado a la cabeza de la Bota de Oro… Pero a pesar de estas cifras el Barcelona no termina de recuperar ni el juego ni la confianza (¿qué viene primero?), por lo que parece que los tres partidos que quedan para decidir el título liguero van a costar mucho más de lo que podría deducirse de la diferencia de potencial con sus próximos rivales. El momento de Neymar es paradigmático de los males que sufre el equipo: del jugador desequilibrante y rebosante de confianza que lideró el equipo durante la lesión de Messi, al delantero dubitativo e inseguro que termina por provocar el murmullo de la propia parroquia. Lo mejor para los de Luis Enrique: que dependen de ellos mismos y, sobretodo, que pueden contar con Messi.
* Xavier Codina.
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