Pocos atletas del panorama internacional pueden presumir de ostentar un récord mundial. Entre la nómina de este selecto grupo está Teddy Tamgho, l’enfant terrible del atletismo galo. El triplista francés es el poseedor del récord del mundo de pista cubierta (17,92). Cerró su época invernal en 2010 y 2011 con récords del mundo y en ambas ocasiones en las dos competiciones más importantes de la temporada en pista cubierta: Mundial de Doha 2010 y Campeonato de Europa en París (2011). En el campeonato de Europa con el valor añadido de saltar dos veces 17,92.
Francia está buscando constantemente referentes para su atletismo. En mujeres está huérfana de figuras, cuando en el pasado han tenido a Marie José Perec, Eunice Barber, etc. Christine Arron, una de sus últimas grandes referencias, ha dicho adiós recientemente.
Por contra, en el terreno masculino tienen cuatro atletas de primerísimo nivel: Renaud Lavillenie, Christophe Lemaitre, Mekhissi-Benabbad y el propio Tamgho. Un rápido vistazo a sus páginas de Facebook nos permite descubrir claramente quiénes son los preferidos del aficionado francés: Lemaitre (143.000 seguidores), Lavillenie (56.000), Tamgho (11.000) y Mekhissi (3.000).
Tamgho tiene algo que no posee ninguno de sus compatriotas: es energía pura. Cuando está en el pasillo parece que si lo tocas puedes quedar electrocutado. Transmite fuerza, garra, dinamismo, intensidad y un carácter inigualable. El triplista es un atleta que prepara a conciencia su temporada invernal. Por este motivo toma especial trascendencia su anuncio, reciente, de que esta temporada no competirá en pista cubierta. Viene de una operación en su tobillo que lo apartó de los JJ. OO. de Londres.
«Estoy muy bien. No tengo miedo (…). En invierno no tengo mucho que demostrar. Quiero hacer una preparación mayor, tomarme mi tiempo, para no aumentar los riesgos y llegar cansado al Campeonato Mundial», dijo el triplista para rematar con un lacónico: “Usain Bolt no hace la temporada de pista cubierta, ¿no?».
Tamgho es un talentoso atleta que comenzó su carrera deportiva saltando pértiga, disciplina que practicó hasta edad cadete, compaginándola con judo y fútbol. Entró en 2007 en el Institut national du sport, de l’expertise et de la performance (INSEP), donde entrenó con Jean-Hervé Stievenart. Rápidamente progresó y llegó a incrustarse en la élite mundial muy joven. En 2008 era un inerme júnior que quedaba campeón del mundo de su categoría pero que realizaba la mínima para Pekín unos días después de cerrado el plazo. Había saltado 17,33 en el Mundial de Bydgoszcz pero con la mala suerte de tener un viento favorable de +2.1 (el límite máximo es de 2.0 m/s).
Pero la maldición de sus competiciones al aire libre no se quedó ahí. En el Mundial de Berlín 2009 quedaba undécimo. En el Europeo de Barcelona 2010 concluía tercero, en una prueba en la que era el gran favorito. En septiembre de 2010 decide cambiar de rumbo y pasa a entrenar con el cuádruple campeón del mundo de longitud y campeón olímpico en Sídney, Iván Pedroso. Con el saltador cubano cambió su método de trabajo (Pedroso siempre ha hecho mucho hincapié en el trabajo de fuerza) y su residencia. El saltador galo dejaba París, ciudad que le vio nacer y crecer pegado a su madre de origen camerunés, Alice, en el suburbio de Aulnay-sous-Bois y se marchaba a Alicante. El contacto se había producido a través de Facebook. «Nos pusimos a hablar sobre el triple salto y el salto de longitud. Siempre he estado fascinado por el sistema cubano en los saltos. Nos juntamos y hemos estado trabajando en Alicante”, comentaba el saltador francés. Afortunadamente para el aficionado español, las órdenes y correcciones en competición que da Pedroso son en su mayoría en español. Tamgho también habla perfectamente inglés.
Las dos últimas campañas han venido marcadas por las lesiones. De las últimas 4 temporadas al aire libre solo ha conseguido un bronce en un gran campeonato, Barcelona 2010, pero a nadie se le escapa que estamos ante uno de los más grandes saltadores del momento; primero, por haber demostrado que es el mejor del mundo en pista cubierta; y segundo, porque al aire libre ha llegado a saltar 17,98 en la reunión de la Diamond League de Nueva York. Esa marca lo coloca tercero de todos los tiempos, solo superado por Jonathan Edwards (18,29) y el campeón en Atlanta’96, Kenny Harrison (18,09).
Tamgho lleva 18 meses sin competir. Se ha perdido los mundiales de Daegu al caer lesionado en el calentamiento de los campeonatos de Europa promesa en Ostrava (2011 ) y se perdió los JJ.OO. por la recaída en la lesión en el tobillo que le obligó a renunciar a la que iba a ser su primera participación olímpica. A las lesiones se le unió una sanción federativa de 6 meses después de un altercado violento ocurrido a finales de octubre del 2011 con un atleta y miembro del equipo técnico. La sanción vino acompañada con una multa y con 50 horas de trabajos sociales.
El incidente llevó a su patrocinador, Asics, a retirar la confianza que tenía en el saltador francés. Llevaban juntos desde 2007.
Pero Tamgho es mucho más que un atleta convencional, le gusta ser el centro de atención. Lo hemos visto cantando rap, haciendo vídeos promocionales, etc.
A nivel técnico su gran hándicap es la irregularidad, algo que ha ido mejorando con los años. En el Europeo de pista cubierta de Turín hizo una serie de saltos simplemente horribles, talonando de una manera que más bien recordaba a un cadete. Sin embargo, en facetas como esta ha ido madurando y logrando centrarse más en la competición. Parecía que se iba a acabar el mundo en cada salto y ese exceso de autopresión le llevaba a cometer errores de principiante.
Su preparación invernal será en Sudáfrica donde pasará tres semanas en enero para luego marchar a entrenar a Carolina del Norte (Estados Unidos) con el vallista Garfield Darien, doble medallista europeo en 110 metros vallas. Su regreso está previsto para marzo o abril.
El triple salto de Moscú nos puede deparar uno de los concursos más interesantes del Mundial. A Tamgho tendremos que sumar el gran dominador de estas dos últimas temporadas, Taylor, y a sus dos compañeros de podio en los JJ. OO.: Claye y Donato. A esta tripleta hay que añadir a Phillips Idowu y Nelson Évora. En teoría, volverán esta próxima campaña a su máximo nivel. Ambos han sufrido lesiones graves en la pasada temporada: Idowu se lesionó en la espalda y el portugués Évora sufrió una operación por fractura de estrés. Tamgho afronta, a sus 23 años, una temporada que puede ser clave para el devenir de su futuro atlético.
* Óscar Fernández Villar.
– Foto: As
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