Comenzó la tercera jornada del Rugby Championship tras el parón del fin de semana pasado por los viajes, y lo hizo con la visita de Los Pumas de Argentina a Nueva Zelanda. Tras la mejoría demostrada en la segunda jornada en el Estadio Malvinas Argentinas contra Sudáfrica, Argentina siguió dando buena imagen en el torneo, pese a caer por 28-13 ante la máquina oceánica. El partido no fue demasiado vistoso a consecuencia de la incesante lluvia en el Waikato Stadium de Hamilton, pero dejó muestras de una mejoría palpable en la escuadra sudamericana.
El partido comenzó para Argentina casi calcado al de Sudáfrica en suelo argentino: un fallo en el placaje del debutante Francis Saili en las puertas de la 22 local propició un contragolpe con la zaga descubierta que Juan Manuel Leguizamón convirtió en ensayo. Saltó una tempranera sorpresa; Nico Sánchez transformó el ensayo y el luminoso mostraba un sorpresivo 0-7. Nueva Zelanda entró muy fría al partido y era incapaz de generar ventajas. Sólo fueron entrando gracias a la eterna lacra que sufre Argentina en esta competición. Uno tras otro fueron llegando las infracciones, algunas más que evitables, permitiendo empezar a anotar a Nueva Zelanda. Pese a ello, Dan Carter desaprovechó dos de los tres primeros golpes de castigo. En el que anotó se convirtió en el primer jugador en la historia en superar los 1.400 puntos en test matches. Carter, que volvía a la titularidad tras su lesión, entraba un poco más en el olimpo rugbístico. Poco a poco Argentina fue minimizando sus infracciones en campo propio y eso hizo que Nueva Zelanda estuviese incómoda en el terreno de juego. Llegaron a hilar más de diez fases sin cometer infracción, algo realmente destacable, ya que no suelen pasar demasiadas fases sin que algún puma cometa una falta que permita a sus tres rivales en este torneo castigarles con puntos gratis. El duro revés para los visitantes llegó en el minuto 23 de juego, cuando Eusebio Guiñazú fue penalizado con un sin bin, amonestación que mutiló la ventaja visitante, ya que Nueva Zelanda no perdonó en superioridad. Los ensayos de Aaron Smith hundieron la moral argentina. Destacable el segundo ensayo del mejor jugador All Black en lo que llevamos de torneo, tras un break de Daniel Carter rompiendo toda la defensa de Argentina. Da gusto ver recuperado al apertura de los Crusaders. Nico Sánchez pudo reducir la ventaja antes del descanso a un honorable 15-10. Argentina estaba en el partido.
La segunda parte fue aún más espesa que la primera; Argentina entró en el cuerpo a cuerpo y no perdió la cara, muy destacable el trabajo puma en las melés, donde llegaron a intimidar a los locales. Argentina subió el nivel defensivo, pero no le dio oxígeno para atacar, ya que no consiguieron puntos, exceptuando un golpe de castigo de Sánchez. Nueva Zelanda, por su parte, tenía que trabajar sus ventajas y encontró una mina en el line argentino, que fue de un nivel discutible, seguramente lo peor de Argentina en el día de hoy. Martín Landajo se obcecó en sacar un oval en las puertas de su 22 con una patada que fue dos veces taponada por Kieran Read. Nueva Zelanda no perdonó y Julian Savea mató el partido. Primer ensayo para el ala de los Hurricanes en el torneo. La ventaja se estiraba al casi definitivo 25-13, ya que previamente Dan Carter había ejecutado un golpe de castigo. El los minutos, Argentina casi entregó armas y jugó con el objetivo de no perder por demasiada diferencia. Barrett selló el partido con un golpe de castigo tras sustituir a Daniel Carter.
Se cerraba la tercera jornada del Rugby Championship 2013 con el encuentro que enfrentaba a la selección de Sudáfrica contra Australia. Los sudafricanos estaban obligados a ganar para mantener el liderato tras la victoria de Nueva Zelanda sobre Argentina, mientras Australia quería empezar a puntuar tras la doble derrota con los All Blacks en las dos primeras jornadas. Para ello, el seleccionador de los Wallabies, Ewen McKenzie, le dio la titularidad al cuestionadísimo Quade Cooper en detrimento del rookie Matt Toomua, que sumó sus dos primeras caps en las dos primeras jornadas frente a Nueva Zelanda. Cooper no pudo evitar la mala imagen local y, sobre todo, la derrota ante unos sólidos Boks que ganaron por primera vez en la historia en el Suncorp Stadium de Brisbane, tras una serie de siete derrotas consecutivas en ese feudo. El resultado final fue de 12-38.
El partido comenzó muy trabado, por momentos brusco, patrón que se mantuvo durante todo el partido. Pese a ello, muy pronto Sudáfrica encontró la zona de anotación local, ya que Coenie Oosthuizen, que había entrado a los tres minutos por Jannie du Plessis, posó el balón y abrió el marcador de Brisbane. La correspondiente transformación de Mornè Steyn (vaya racha en todo el torneo) amplió la ventaja tempranera a 0-7. Australia no entró con buen pie en el partido, y fue asfixiado por Sudáfrica. La pausa para el equipo local llegó tras un sin bin recibido por Willem Alberts tras cometer un fallo de principiante. Tras detener el partido el colegiado, Alberts pegó una patada al oval, alejándole de la zona de juego. El árbitro lo amonestó por alejar el oval deliberadamente. Una tontería que le pudo costar cara a su equipo, pese a que el partido estaba recién comenzado (era el minuto 8). Dicha infracción fue aprovechada por Christian Lealiifano, que recortó distancias. A raíz de ese momento, Australia se perdió en el cuerpo a cuerpo de las delanteras, cometiendo muchas infracciones que Morné Steyn supo ejecutar. Increíble momento de forma para el apertura de 29 años, ejecutor de lujo que le está dando muchos puntos a los boks con su puntería sobrehumana. Al descanso, y tras tres golpes de castigo más, Sudáfrica ganaba 6-16 anulando la anotación, también con golpe de castigo, de Lealiifano, el único Wallabie que cumple en su función durante todo el torneo.
La segunda parte comenzó con Lealiifano retando a Steyn mirando a palos, pero fue efímero. Un sin bin de Michael Hooper tras placar ilegalmente a Bryan Habana mutiló las esperanzas locales. Australia entró en el juego físico que le propuso Sudáfrica y salió perdiendo. A raíz de ese momento, se descosió completamente, algo que aprovechó una vez más Morné Steyn para aniquilar desde la distancia a Australia, anotando su cuarto golpe de castigo del partido y transformando dos de los tres ensayos de Sudáfrica. El apertura de los Springboks se convierte en el máximo anotador del torneo en las tres jornadas que llevamos y ya reta a Daniel Carter en el duelo por el liderato que se vivirá la próxima jornada en el estadio Eden Park de Auckland. Duelo por todo lo alto que dejará en ventaja a uno de los equipos en mejor forma del torneo. Sudáfrica llega mejor, pero Nueva Zelanda es Nueva Zelanda y lleva imbatido casi cuatro años como local. Será una batalla digna del mejor rugby del mundo, el rugby del hemisferio Sur.
* Andrés Marchante.
– Fotos: EPA – CourierMail
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