El Rugby Championship se va acercando a su definición. Sudáfrica y Australia abrieron la penúltima jornada. Los visitantes buscaban mejorar sensaciones y ganar partidos, tras un torneo difícil y que sigue marcando el mal rumbo de Australia. Por su parte, los locales buscaban llegar al último duelo contra Nueva Zelanda dependiendo de ellos mismos. Para eso tenían que ganar con punto bonus. pero esgraciadamente para los Boks no fue así; ganaron, pero se quedaron a un ensayo del punto bonus. El resultado final fue 28-8 para Sudáfrica. Esto hace que Nueva Zelanda acaricie el torneo.
El encuentro comenzó con mucho ritmo. Sudáfrica tenía claro su objetivo y se lanzó a por él con el cuchillo entre los dientes. Muy agresiva en los contactos, abriendo juego por ambas bandas y con unas transmisiones perfectas llegaban en todos los frentes de ataque. Australia sólo podía dedicarse a achicar agua. Pese a ello, un golpe de castigo a favor de los oceánios les puso por delante a los 7′. El excelente pateador wallabie, Christian Lealiifano, encendió el luminoso por primera vez: 0-3. A raíz de ese momento, Australia se esfumó en toda la primera parte. Mornè Steyn devolvió la patada y se desató la tormenta de los Springboks. Adriaan Straus y Zane Kirchner ensayaron en apenas dos minutos y el marcador en el minuto 15 de partido ya era un sonrojante 17-3. Antes de llegar al minuto 20, de nuevo Steyn, con su sublime cañón, puso el 20-3. El partido estaba decidido. Más aún cuando a la media hora de juego Michael Hooper, por placar de forma peligrosa, era enviado al banquillo durante diez minutos. Aunque Australia se supo defender en inferioridad y minimizó los daños locales. Sudávrica Sólo amplió 3 puntos más la ventaja, de nuevo Steyn, para llegar al descanso con un significativo 23-3.
La segunda parte no tuvo demasiada historia. Sudáfrica sabía que necesita dos ensayos más, pero vio dos sin bin que le mutilaron durante 20 minutos de juego. Pese a ello, en el segundo sin bin (Vermeulen, 67′) supieron pegar un empujón final que les acercó al objetivo, ya que Le Roux clavó un ensayo que daba la esperanza de depender de sí mismos en la última jornada. Sin noticias de Australia, con un Cooper decepcionante una vez más en el eje del equipo, sólo pudieron maquillar el marcador en los últimos minutos con un ensayo del debutante Chris Feauai-Sautia cuando el equipo local estaba volcado en busca del punto bonus. Sudáfrica se queda a las puertas de que cualquier victoria le valga en la última jornada.
Se cerraba la penúltima jornada del Rugby Championship con el partido disputado en La Plata entre las selecciones de Argentina y Nueva Zelanda. Los neozelandeses buscaban recuperar la ventaja para llegar confiados al partido por el torneo en la última jornada contra Sudáfrica, mientras que Argentina seguía buscando escribir con letras de oro su nombre en el historial del torneo, pero eso tendrá que esperar. Nueva Zelanda ganó por 15-33.
El partido comenzó con los Pumas dispuestos a anotar muy pronto. De hecho, desaprovecharon un golpe de castigo del Chelo Bosch y un drop muy centrado que incompresiblemente falló Nico Sánchez. Con una fuerza brutal, llevaron el partido a cancha All Black y pudieron adelantarse por medio de Nico Sánchez, que ahora sí anotaba, haciendo olvidar el fallo de su compañero Bosch. Argentina no aprovechó los cinco golpes de castigo que tuvo durante la primera parte, ya que Nueva Zelanda no estaba cómoda y caía en el empuje local cometiendo faltas. La delantera puma se abalanzaba sobre la all black, ganándole terreno. Pero Nueva Zelanda es Nueva Zelanda y no es campeona del mundo por casualidad. Tras un nuevo intercambio de golpes de castigo entre Nico Sánchez y Aaron Cruden, los visitantes castigaron el único error defensivo argentino en toda la primera parte. En una pelota aérea, Bosch erró en la recepción del oval y Julian Savea salió despedido hacia la zona de conquista. La nueva estrella de los All Blacks fue un relámpago en la noche sudamericana. Nadie pudo estar cerca de placarle, y llevó al luminoso la ventaja para el visitante. Cruden no logró la transformación y el marcador se quedó en 6-8 para los visitantes. Siguió empujando Argentina, y tras un nuevo intercambio de golpes de castigo el partido llegaba a un 9-11 esperanzador para los locales por el juego, ya que el marcador no reflejaba la superioridad local. Ésas son las tablas del campeón del mundo: sin jugar demasiado bien, se va ganando al descanso.
La segunda parte murió pronto. El Chelo Bosch puso por delante momentáneamente a los locales tras una patada a palos, pero la maquinaria negra decidió que no quería jugar más y cerró el partido en diez minutos (del 46 al 56). Tras devolver la moneda con una patada de Cruden que les volvió a poner por delante, dos ensayos Ben Smith y Sam Cane en cuatro minutos cerraron las opciones argentinas de ganar por primera vez en el torneo desde que ingresaron el año pasado. A raíz de ese momento, los Pumas lucharon con el corazón, pero el físico no daba para más. Nueva Zelanda buscó y encontró, por medio de Ben Smith, el punto bonus que no pudo conseguir Sudáfrica. Detalle que les hace tomar ventaja en el duelo decisivo de la semana que viene.
* Andrés Marchante.
– Fotos: EPA – Olé
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