Notas del lunes – Campeones en diciembre…

por MARTI PERARNAU el 15 septiembre, 2014 • 18:21

Recuerda el excelente periodista alemán Raphael Honigstein que hacia 2009 el diario sensacionalista Bild, el de mayor tirada de Europa, se refirió al Bayern de Louis van Gaal con el término “Die Gaalaktischen” (Los Gaalácticos), un juego de palabras del que son tan amantes los tabloides en general y que conjugaba el concepto galáctico instaurado en el Real Madrid de principio de siglo con el apellido del entrenador neerlandés.

Los ingleses han rescatado el apodo y al Manchester United ya lo están calificando como The Gaalactics. Sin duda, demasiado pronto. Aún no sabemos hacia dónde va el equipo de Manchester. Tras una excelente pretemporada en la que implantó el mismo 3-5-2 con que disputó el reciente Mundial con su país, Van Gaal se estrenó de manera pésima en la Premier League e incluso fue eliminado de la Capitol One Cup (4-0 ante el Milton Keynes Dons). El domingo comentó a sus jugadores: “Pensemos en el partido de hoy como en el de un nuevo estreno en la liga“. Bien, enfrente no había un gran rival, pero el 4-0 con el que ganaron al QPR es un gran alivio, básicamente porque el equipo empezó a dar muestras de su potencial. Sembrado de lesionados en defensa, Van Gaal regresó al 4-4-2. Daley Blind se alineó como mediocentro y se sintió feliz y guapo con ese ropaje. Dio continuidad al balón y permitió que a sus lados Di María y Ander Herrera, uno conduciendo y el otro pasando, impulsaran al United pese a que Van Persie aún no parece hallarse en buen estado de forma. Demasiado pronto para juzgar a estos Gaalactics. Dejemos pasar unas cuantas semanas y sabremos con más precisión hacia dónde va el proyecto.

EL REY BÁVARO

Por cierto, en el Manchester United se alinearon cinco jugadores de habla hispana (De Gea, Rojo, Herrera, Di María y Mata) y nadie pareció darle importancia, al contrario que en Múnich cuando se incorporaron Bernat, Reina y Xabi Alonso. En aquel momento se habló del Spanische Bayern como algo preocupante, hasta el punto de que el propio Beckenbauer salió a defender a Guardiola diciendo algo así como dónde iban a fichar mejores jugadores que en España. El máximo ejecutivo del club, Karl-Heinz Rummenigge, incluso escribió un editorial en la revista del Bayern, ilustrada con Xabi Alonso (El Rey bávaro) pidiendo a los aficionados que valorasen a los futbolistas por su calidad, no por su nacionalidad.

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En realidad, el Bayern jugó el sábado únicamente con dos españoles (y con siete alemanes), por lo que el asunto carece de contenido de antemano. Los aficionados muniqueses acogieron a Alonso con una clamorosa ovación antes del partido y se entusiasmaron a continuación con los pases del donostiarra durante el enfrentamiento con el Suttugart (2-0). Como Van Gaal, también Guardiola regresó a la defensa de cuatro a la vista de la epidemia de lesionados que padece (Badstuber se añade a la lista, con rotura de la inserción del recto) y alternó el 4-4-2 con rombo central con el 4-3-3. Curiosamente, pese a las dificultades enormes por componer defensa y centro del campo, el equipo se movió de lujo en ambas zonas: el Stuttgart no remató ni una sola vez entre los tres palos y Neuer no tuvo que atajar ni un balón. Xabi Alonso en vertical y Lahm en corto crearon una montaña de oportunidades y, sin embargo, hubo muy poca finura entre los delanteros, da igual si hablamos de Götze que de Lewandowski o Müller.

EXTREMOS POR DENTRO

En la zona mixta del Allianz Arena, el exbarcelonista Oriol Romeu vio los últimos minutos del Barça-Athletic en el ordenador del periodista Isaac Lluch y nos comentó lo agotador que resultaba jugar contra este Bayern. Vino a decir que, tras dejarse el aliento sobre el césped, él había logrado tocar 15 balones, mientras Xabi Alonso lo conseguía nada menos que 150 veces, una cifra fuera de normas.

De ese Barça-Athletic que Romeu y Guardiola miraron de reojo queda –además del Messi de extraordinaria eficacia como creador-asistente– el detalle de los extremos barcelonistas por dentro. Una vez más. Todavía no sabemos si la medida adquirirá carácter estructural, pero ya no es únicamente un detalle puntual. Con los extremos por dentro (a los que deberíamos llamar, por tanto, simplemente atacantes internos), son los laterales quienes ocupan las bandas en ataque y, por lo tanto, los interiores abren sus posiciones para cubrir las zonas exteriores. Es una modificación posicional de Luis Enrique que genera numerosas modificaciones en los movimientos tradicionales del equipo y que merecerá mucha atención en los próximos partidos.

KAGAWA, EL PRÓDIGO

En Alemania, no obstante lo escrito sobre el Bayern, el gran foco ha reposado en Shinji Kagawa, el espléndido japonés que no logró triunfar en el United y ha regresado a Dortmund. Jürgen Klopp explicitó antes de enfrentarse al Freiburg que jugaría con un 4-2-3-1 para facilitar el retorno de Kagawa, que entusiasmó a los 80.000 asiduos del Westfalen Stadion. El japonés ha vuelto a su hábitat natural, ese BVB de cortar y correr en el que se maneja de maravilla. Bien acoplado a Mkhitaryan, la incorporación de Kagawa puede ser el detalle final en la reconstrucción de un Dortmund formidable con aspiraciones a todo.

¿CAMPEONES EN NAVIDAD?

En Inglaterra se podría decir, bromeando: el Chelsea va camino de ser campeón antes de Navidad… Naturalmente, insisto en ello, es una broma sin el menor viso de realidad. Pero la realidad sí nos habla de un Chelsea portentoso. Como decíamos hace tres semanas, probablemente es el mejor equipo europeo del momento. Domina todas las fases del juego y con Diego Costa ha incorporado a ese “salvaje” que rompe cualquier muro que se le enfrente. Casi sin darnos cuenta, el equipo de Mourinho se ha distanciado de los otros grandes, aunque sea demasiado pronto para hablar de ventaja sustancial, pero a un equipo tan completo como el Chelsea es muy peligroso dejarlo escapar. Hoy por hoy, nadie puede ser tan rocoso y al mismo tiempo tan fino como el conjunto de Mourinho.

En otros ámbitos hay que mantener la prudencia en el análisis. El Red Bull Salzburg, por ejemplo, suma tres derrotas consecutivas, algo casi inaudito por inhabitual. El Inter golea espectacularmente. El Milan parece estar creando un contexto idóneo para la eclosión de Menez y quién sabe si de algún otro jugador. Todo lo anterior es cierto, pero quizás demasiado superficial todavía como para sacar conclusiones. Septiembre no es mes para ello y mucho menos para establecer teorías definitivas sobre el Real Madrid. Sin duda, el equipo de Ancelotti está en proceso de reconstrucción, pero tiene tiempo y potencial para hacerlo sin sobresaltos ni marejadas. El fútbol siempre precisa tiempo y el tiempo siempre existe. Otra cosa es que haya quien quiera que el tiempo pase más deprisa.

– Foto: Alex Livesey & Alex Grimm Schwarz (Getty Images)