1.- El Real Madrid ha salvado un punto y diría que mucho más. Después de unos meses de euforia colectiva sin duda merecida, con juego y resultados rozando la excelencia, perder en el Calderón contra el Atlético de Madrid habría sido una bofetada inconmensurable para la moral madridista. El gol de Cristiano Ronaldo suaviza las sensaciones negativas como una capa de maquillaje disimula las imperfecciones de la piel. El Madrid sale líder del Manzanares, pero también sabiendo que va a sufrir lo indecible en los próximos partidos importantes, es decir, en Champions League.
2.- No ha ganado en ninguna visita seria. Perdió en el Camp Nou y solo ha sacado empates de Calderón, San Mamés y Juventus Stadium. De ese dato, importante sin duda, se pueden sacar dos lecturas. Una, la positiva, es que a pesar de no sumar los tres puntos en ninguno de dichos desplazamientos, el Madrid sigue líder y está en cuartos de Champions, y que ya no quedan grandes estadios que visitar en liga. La parte oscura, que habrá que viajar en Europa. Quién sabe si a Múnich, a Barcelona o volver al Calderón. Y en la competición mayor, los resbalones te hacen caer.
3.- Porque el Atleti ha demostrado que todos quieren los títulos tanto o más que el Real Madrid. El Atleti nunca ha estado fuera de la lucha por la liga. La pájara posMilán de la jornada pasada fue eso, un lapsus en un camino lleno de vericuetos, pero que va solventando como escalador afanado en que lo ha convertido el Cholo. Una semana ha tenido el club rojiblanco para mentalizarse de que cada pelota dividida tenía que ser suya. Y desde Courtois hasta Diego Costa, todos lo han ejecutado a rajatabla. Quedarse sin resuello era indiferente si se ganaba la pelota.
4.- Expresión curiosa esa. Porque no es que el Atleti quisiera tener la pelota y no ceder la posesión al Madrid jamás. Más bien al contrario. Hoy el Atleti ha disfrutado quitándole la pelota al Madrid. Quería que la tuvieran los blancos para lanzarse al cuello como un guepardo hambriento y a partir del robo asestar los golpes oportunos. El partido rojiblanco no ha destacado por los ágiles movimientos del balón, sino por la facilidad con la que le arrebataba en cualquier situación el cuero al Madrid.
5.- Y en eso el jefe es Diego Costa. Del Bosque ya tiene en su selección lo que le faltaba: mala baba, rabia y derroche. En un grupo lleno de buenazos, trocitos de pan como Iniesta o Silva, puede venir de maravilla alguien que corra por sí mismo y por todos sus compañeros. En España será el único que juegue a ese juego. En el Atleti es el líder al que escoltan diez escuderos entregados a su causa. Porque si Costa corre, Raúl García lo hace, y lo hace a su vez Arda y todo empieza por atrás con las carreras incansables de Juanfran y Filipe Luís.
6.- El trabajo de estos dos era básico hoy. Ancelotti puso a Coentrão y Arbeloa sorprendentemente. Se resguardó con los dos laterales más defensivos por los posibles despliegues defensivos a toda mecha del Atlético y para vigilar los desplazamientos laterales de Diego Costa. La idea le salió cruz y no solo defensivamente. En ataque estuvieron anulados. Ahí entraba el imperioso trabajo de Filipe y Juanfran. Tenían que aprovechar que sus oponentes carecían de profundidad para amenazarles ofensivamente y, a su vez, evitar las escasas veces que el Madrid tiró de sus extremos.
7.- Sin apoyos en los costados, el Madrid abusó del juego por el centro y chocó de lleno con el tapón del Cholo. Para contrarrestar a los tres centrocampistas del Real Madrid, el Atleti tenía a cinco hombres, que muchas veces eran seis al bajar Diego Costa solidariamente a ayudar. Los huecos que el día de la Copa en el Bernabéu aparecían casi sin buscarlos, hoy estaban todos bien soldados. Y la imposibilidad de juego fluido acrecentaba el ánimo del Atleti para robar pelotas más fácilmente.
8.- Hasta que Ancelotti reaccionó con los cambios, siempre había más hombres del Atlético de Madrid en torno a la pelota, siempre. Cada balón dividido era colchonero sin discusión posible. Me atrevo a decir que el gol a los dos minutos le vino mal al Real Madrid, porque no solo le hizo acomodarse a la situación ventajosa, sino que espoleó de forma incontenible a un Atleti lleno de rabia que expulsar de su cuerpo. En vez de amilanarlos, el gol en contra tan rápido revivió las ansias rojiblancas y sorprendió a un Madrid superado en lo físico y en lo psíquico.
9.- Algo de lo que no se ha dado cuenta todavía el Real Madrid es que entrar al juego marrullero no le conviene. Le salió bien un día en el Bernabéu porque al Atleti le interesaba mucho menos ese partido (ha quedado claro, después de lo visto hoy en comparación a la disminuida intensidad con la que jugó el Atleti en la ida de semifinales). Cuando hay algo polémico, el Atleti se crece, le gusta jugar en el barro. Pero el Madrid no sabe jugar a eso y se pierde, sobre todo teniendo a dos piezas desbocadas como Sergio Ramos y Pepe. El gol del Atleti pudo llegar antes si se pita el penalti sobre Costa. Y sobre la actuación teatral de Pepe es mejor no decir nada.
10.- A Arda Turan también le gusta el barro. Más que gustarle, se desenvuelve con soltura cuando se trata de bregar con el rival. Pero lo que le va más al turco son los bailes de salón, el parqué de los grandes palacios, porque tiene clase de sobra para ser de la nobleza. En la jugada del gol de Koke no estaba manteniendo la pelota por otro motivo que no fuera el que siguió: abrir un espacio en una defensa cerrada para habilitar a un compañero. Hipnotizó a cuatro tíos del Madrid para ceder el espacio necesario para que el canterano, muy mal marcado por cierto, disparase casi a placer. Arda siempre deja algo para la vitrina.
11.- Al contrario de lo que le sucedió al Atlético de Madrid, el gol recibido no hizo cambiar nada al Real Madrid. El atasco por la M-30 del centro del campo parecía insalvable y las soluciones no surgían como por obra y gracia del Espíritu Santo. El ritmo fue idéntico y la aportación de cada jugador siguió siendo la misma. Coentrão seguía estando más solo que Edmundo Dantés en el Castillo de If. Xabi Alonso no adivinaba por qué lado le iba a aparecer el próximo colchonero loco por quitarle la pelota. Y los tres de arriba seguían arriba.
12.- El gol de Gabi terminó de rematar una primera parte magnífica del Atlético de Madrid, que se iba al descanso con una ventaja más que justa si no por ocasiones, sí por intensidad y coraje expuesto sobre el pasto. Puede que Diego López pudiese hacer mucho más en ese lanzamiento, puesto que el capitán del Atlético dispara desde más de treinta metros de distancia, pero centrar el análisis del partido en un error puntual resulta ciertamente pobre.
13.- Los hechos iban a variar realmente poco al empezar la segunda mitad del derbi madrileño. Es más, no cambió la dinámica hasta que Ancelotti no cambió los laterales. Quizá se tratase de la asunción de un fallo en la composición inicial del equipo o una simple medida de emergencia ante el resultado en contra, pero lo que sí está claro es que la moneda esta vez le mostró la cara. El Atlético, fatigado por el titánico esfuerzo previo, se veía obligado a encerrarse atrás para evitar dejar espacios en las bandas, donde ahora sí el Madrid era muy profundo y peligroso. Con el Atleti abierto, tomaron partido Modrić y un Isco fresco y refrescante. El empate era cuestión de tiempo.
14.- La tuvo Cristiano en un remate de cabeza que nadie esperaba que se marchase fuera. Y si Cristiano tiene otra, la mete. Todo surgió por donde tenía que surgir, la banda. En este caso, la derecha, por donde apareció Carvajal para prácticamente tirar una pared con el defensa rojiblanco y poner el balón atrás. Asistencia involuntaria de Bale para que Cristiano pusiese el empate.
y 15.- El Atleti no tenía físico para salir a correr a la espalda del centro del campo madridista y al Madrid le faltó acierto y algo de pausa en los metros finales para conseguir sacar casi definitivamente a su rival fraternal de la lucha por la liga. Tres puntos mentirosos los separan en la clasificación. Y son mentirosos porque si llegasen al final con los mismos puntos, sería el Atleti el que se pondría por delante. El único beneficiado real de este resultado es el Barça (si gana al Almería, claro está).
* Jesús Garrido es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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