"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
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Cuatro goles y regates mágicos contra el Rayo Vallecano, una actuación estelar en el campo del Getafe… A nadie escapa que se está viendo un Neymar diferente sin Messi. Él mismo nos pone en la pista. “Leo es un crack y para mí el mejor. Me he adaptado a su juego”, dijo en una entrevista con Axel Torres en beIN Sports.
El cambio es evidente. A continuación resaltaremos las principales razones.
No es solo una sensación, sino que es real. En toda la liga de la temporada 2014/2015, Neymar tuvo una media de 48,2 intervenciones por partido. De Carles Domènech podemos extraer un dato concluyente en este sentido.
Ejemplos de los últimos partidos sin Messi:
BATE: 75
Rayo Vallecano: 77
Sevilla: 75
Eibar: 80
Getafe: 103
BATE : 102
Es normal que por sus características asuma un poco el papel de referencia ofensiva del equipo que hasta el momento era de Messi. El equipo lo busca y él no lo rechaza. Se ofrece siempre. Los números son realmente muy reveladores.
Tres aspectos básicos para valorar cuándo un atacante es decisivo en el juego global del equipo son los disparos que hace, los uno contra uno que intenta y las faltas que recibe.
Sobre las faltas, es evidente que Neymar está recibiendo una cantidad de faltas todavía más elevada en los últimos partidos (el día del Eibar fue un festival), pero analizamos los datos de los disparos y los uno contra uno a continuación:
Neymar tiene más peso y es mucho más decisivo en el equipo. Chuta bastante más y sus uno contra uno han subido exponencialmente. En casi el 100 % de los partidos en los que no ha jugado Messi, es el jugador del Barcelona que más chuta y el que más uno contra uno realiza.
También ha cambiado sus áreas de actuación. Si comparamos los mapas de calor, las imágenes son muy reveladoras:
Con Messi en el campo, Neymar está más tirado a la banda izquierda, donde se concentra su espacio de actuación. Vemos cómo, poco a poco, y a raíz de la ausencia de Messi en el equipo, Neymar ha ido aumentando su peso dentro del juego global del equipo. Cada vez expande más su campo de actuación hacia el medio, zonas de recepción intermedias, proximidades del área y ayuda en la construcción en la zona ancha del campo.
Información muy gráfica donde se ve la evolución del equipo y la de Neymar. Con Messi en el campo, el juego ofensivo tiene gran tendencia a cargarse en la banda derecha (como en el Barcelona-Levante). Con la no presencia de Messi, Neymar ha pasado por dos fases. La fase 1, donde él ha cogido de alguna manera el papel del argentino, pero ubicado en su posición en la banda izquierda (como en el Barcelona-Bayer Leverkusen). Y la fase 2, donde ya desarrolla un papel muy similar a Messi con libertad total de movimientos.
Su número de goles ha subido. Ha marcado ocho goles ocho partidos disputados sin Messi (un gol/partido) y hasta entonces había marcado tres en los ocho anteriores (0,37 goles/partido). Los cuatro goles conseguidos contra el Rayo hacen subir mucho ese ratio, pero la diferencia es muy significativa.
Otro dato muy explicativo de la situación es que Neymar (9) y L.Suárez (9) han hecho los 18 de los últimos 21 goles del Barcelona.
Además ha subido mucho el número de asistencias. Neymar lleva seis asistencias de gol entre liga y Champions. Cinco de las últimas ocho del equipo son suyas. La otra es del día del Rayo, así que todas las asistencias de gol de Neymar ha sido sin Messi en el campo. Antes era mucho más finalizador que pasador. Ahora también asiste.
Esta evolución de Neymar y esta mayor cuota de liderazgo desde la lesión del astro argentino también hacen que el equipo evolucione con él. Y con el paso de los partidos aparecen movimientos tácticos muy interesantes. Una buena organización ofensiva y una ocupación de los espacios es muy importante para un equipo que quiere atacar haciendo el campo grande. En el partido contra el Eibar, el equipo hizo dos movimientos tácticos compensatorios básicos cuando Neymar abandonaba su parte (lo hizo constantemente) y lo ha ido manteniendo en los siguientes encuentros.
Objetivo: sorprender o fijar.
Objetivo: fijar al lateral derecho rival.
* Álex Delmàs es exfutbolista y analista.
– Foto: EFE
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