1.- Si el Málaga mostró el pasado sábado que se le puede competir al Barcelona buscándole arriba, el Athletic Club de Bilbao lo ha hecho hoy pero en el Camp Nou, con la dificultad que esto conlleva. Los visitantes se aprovechaban de la menor creatividad de los culés en el centro del campo –sin Busquets e Iniesta– y de la timidez de Vermaelen y Mathieu a la hora de intentar batir líneas de presión. Con una medular muy física –San José, Mikel Rico y Eraso–, el Athletic presionaba hasta el área rival.
2.- Pese al gol anulado a Vermaelen por falta en el salto, los de Valverde dominaban y avisaban desde el inicio los visitantes, siendo vitales las coberturas defensivas de Rakitic. Pero el Athletic tiene a Aduriz, que cada día que pasa juega mejor a fútbol, y tras un gran control pudo filtrar un gran pase a Iñaki Williams, cuyo desmarque en diagonal superó a Mathieu y en velocidad también a Ter Stegen.
3.- El dominio de los bilbaínos era territorial. Presión coordinada al hombre excepto a un interior –a veces Rakitic, otras Sergi Roberto–. El Barcelona no tenía la paciencia para buscar a este posible receptor libre… y Busquets estaba en el banquillo. En todas las zonas parecía haber un hombre más rojiblanco. El único recurso ofensivo parecía ser el envío en largo a Neymar o Suárez.
4.- Como ocurriera en Málaga, el Barcelona mejoró considerablemente en la segunda parte. Sin hacer nada notable, igualó al Athletic en agresividad con balón, y tuvo en Neymar al faro que se encendía cuando las ideas se acababan. abusando de la conducción. Al partido del ’11’, sobresaliente en galones, le sobró siempre el último regate, apurando las conducciones pese a tener opciones claras de pase o disparo. Quien se inventó un brillante pase fue Sergi Roberto, cuyo contexto para él no estaba siendo el mejor, para encontrar a Messi dentro del área, que asistió a Suárez para empatar el partido. La actitud de los visitantes debe ser elogiable. Pese a las líneas separadas y llegar cada vez más tarde a las ayudas, acusando el cansancio físico de la primera mitad y psicológico tras el gol del Barcelona, los de Valverde persistieron en la búsqueda de la portería blaugrana.
5– El dominio ahora lo tenía el Barcelona, pero seguía estando incómodo. Entró Busquets para gestionar mejor la posesión del balón y también lo hicieron Beñat y Munian en el Athletic. La mayor individual de los locales convirtió a Herrerín en salvador una y otra vez, pero nada pudo hacer con los goles de Piqué y Neymar. El Barcelona alcanza en la Copa la sexta semifinal consecutiva y la novena de las últimas diez. El ciclo blaugrana es más histórico si cabe por la duración del mismo.
y 6.- Y Neymar. Entre rumores y ruido artificial sobre su renovación, él sigue jugando a fútbol y asumiendo liderazgo. Su evolución constante es la mayor de las noticias.
* Ismael Ledesma.
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