"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
“Rafael Nadal Perera… Legend”. De este modo tan simple se quitaba el sombrero en su cuenta de Twitter el británico Andy Murray ante la exhibición que dio el actual número dos del mundo en la pista central de Flushing Meadows. Aunque, eso sí, se equivocó ligeramente con su segundo apellido (es Parera). Rafael Nadal ya es leyenda incluso para sus rivales, incluso para un hombre que en el pasado Wimbledon acabó con el maleficio británico en el All England Lawn Tennis and Croquet Club setenta y siete años después. Así es, Nadal es leyenda porque tras los dos Grand Slams logrados esta temporada ya es el tercer jugador del mundo tras Federer (17) y Sampras (14) con más títulos sumando los logrados en el Open de Australia, Roland Garros, Wimbledon y el US Open. ¡Y los que le quedan!
Nadal ya es historia, ya lo era, pero su leyenda va haciéndose cada vez más grande. En el mismo sitio donde en el 2010 cerró el círculo con la conquista de los cuatro grandes (unos meses después de que Federer lo lograra en Roland Garros), Nadal volvió a asaltar el corazón de miles de norteamericanos que se dieron cita en la pista Arthur Ashe en lunes para disfrutar de una nueva batalla épica entre los actuales número uno y dos del mundo.
El partido comenzó de forma intensa. Nadal muy sólido al servicio, como en todo el torneo. Hasta las semifinales frente a Gasquet no perdió ni un solo juego con el saque. Djokovic empezó repartiendo hachazos con su potente y tradicional golpe cruzado de derecha. Sin embargo, el de Manacor no tuvo demasiados problemas para llevarse la primera manga por 6-2. Era superior. En el segundo set, el rumbo del partido cambió. El serbio tomó las riendas, sobre todo tras el punto más largo y emocionante del torneo (54 golpes) que él se llevó. Nadal quedó a merced de la derecha y el servicio de Djokovic. Nole se llevó el set y se ganaba al público con la celebración de cada punto como si hubiese derrotado ya a Nadal. Y así continuó hasta el 4-4 del tercer set, momento en el que la bestia española sacó su garras y sus mejores golpes para desquiciar a un Djokovic que solo pudo aplaudir cada tanto del manacorense. Djokovic tuvo tres bolas para cambiar el rumbo del partido tras ponerse con un favorable 0-40. Pero Nadal supo levantarse y en ese momento comenzó un nuevo partido. El español se llevó el set rompiéndole el servicio en el juego siguiente (6-4). El último set no tuvo color. El público quería seguir con el espectáculo y coreaba el nombre del serbio en su peor momento, tanto tenístico como mental. Pero la cabeza de Nadal no tiene límites y Djokovic no pudo más (6-1). El público se levantaba con cada punto del español y se rendía a la evidencia. El número uno continúa siendo el serbio (le bastaba con alcanzar la final), pero el jugador más en forma es español y se llama Rafael Nadal Parera.
La estrella suiza de este Grand Slam no ha sido el de siempre. Esta vez, Wawrinka llegó a semifinales del US Open dejando en segundo plano a su compatriota Roger Federer. Tras la eliminación en octavos de final por parte de Tommy Robredo (en tres sets), llega el momento para que el hombre más talentoso y elegante que el tenis ha conocido sea ajustado por un relojero que le haga recuperar la precisión del pasado. No es el de antes. No llega a las bolas como lo hacía durante los diez años anteriores. Quizás la edad y su larga trayectoria le estén pasando factura. El partido frente al catalán dejó claro que su mentalidad ha cambiado, que no es el Roger que los amantes del tenis conocemos. Sin embargo, él no piensa en la retirada. De hecho, aseguró que trabajará duro para recuperar su mejor tenis.
Quizás esa fue la nota negativa del torneo. El suizo parece que al fin da un respiro a todos los que le han sufrido. El aspecto positivo, en cambio, fue la gran presencia española en octavos de final: cuatro tenistas (Nadal, Granollers, Ferrer y Robredo) se situaron entre los dieciséis mejores del torneo norteamericano. Otro de los aspectos destacador de esta edición del US Open fue el gran juego mostrado a lo largo de la semana por el francés Richard Gasquet. El medallista olímpico en dobles (bronce en Londres 2012 junto a Benneteau) perdió en semifinales frente a Nadal, a quien no ha ganado como profesional aún, pero demostró durante toda la semana un gran tenis. Junto a Tsonga y Monfils, parece que Francia empieza a encontrar cierta estabilidad para su equipo de Copa Davis.
* Karel López.
– Foto: Clive Brunskill (AFP)
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