"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
La selección de Marruecos participó por segunda vez en un Mundial en México 1986 (debutó en 1970), y además hizo historia con una brillante actuación. Uno de los referentes de aquel equipo y clave en la clasificación y en tierras mexicanas fue Mohamed Timoumi. Elegido mejor jugador de su país y y de África en 1985, marcó una época en el FAR Rabat y con posterioridad probó en el viejo continente en las filas del Real Murcia y el Lokeren. Nacido el 15 de enero de 1960 en Rabat (Marruecos), se desempeñaba como centrocampista ofensivo. Era un futbolista zurdo de gran clase y talento que tenía una magnífica visión de juego y era muy hábil en el regate. Además destacaba por sus pases milimétricos y su poderoso disparo.
Comenzó su carrera en la cantera del Unión Touarga, a la que llegó con 10 años. En 1978 llegó al primer equipo y firmó su primer contrato profesional. Los militares eran un conjunto humilde que luchaba por mantenerse en la élite del fútbol marroquí. En 1980 subió a primera división, pero al término de la campaña 1980-1981 descendió tras ocupar el último lugar de la tabla. Dos años después volvió a la máxima categoría, pero el destino se repitió y con 51 puntos acabó último. Aun así, Timoumi empezó a destacar y llamó la atención de muchos equipos del país. En 1984 recibió una oferta del FAR Rabat y se marchó al cuadro de las Fuerzas Armadas Reales. Allí, en su estancia de dos campañas, lideró al equipo que ganó todos los títulos posibles. En su primer curso consiguió un fantástico doblete de liga y copa. En la Botola 1 superó al Olympique de Khouribga por seis puntos y en el torneo copero se impuso por 1-0 en la final al Renaissance de Kenitra.
En la siguiente temporada participó en la Champions League africana e hizo historia con la conquista del trofeo por primera y única vez hasta el momento. En la primera eliminatoria superó claramente al Ports Authority de Gambia; en la segunda, al CA Bizertin de Túnez; y en cuartos de final dejó en el camino en la tanda de penaltis al AS Kaloum Star de Guinea. En semifinales le esperaba el Zamalek egipcio, vigente campeón. En El Cairo vencieron los locales por 1-0 y en Rabat, el FAR hizo lo propio por idéntico tanteo. De nuevo los penaltis decidieron al vencedor y el FAR ganó por 4-3. Sin embargo, Timoumi se lesionó y no puso ayudar a su equipo en la final. El rival fue el AS Bilima del Zaire, que no supuso un gran obstáculo y encajó un parcial de 6-3, proclamándose de este modo el FAR como mejor equipo africano a nivel de clubes. En aquel plantel, aparte de Timoumi, destacaban también Hmied, Fadili, Hçina, Hamdi, Khaïri, Haidamou, Rmouki, Lemriss, Chicha, Dahane, Halim, El Aziz y Boudraâ. Para culminar el excelente curso, el FAR revalidó además la Copa del Trono tras derrotar al Difaâ El Jadida por 3-0.
Tras el Mundial de México decidió emprender la aventura europea y fichó por el Real Murcia. El cuadro pimentonero acababa de subir a primera división y Timoumi fue el fichaje estrella. Debutó en la primera jornada liguera contra el Real Madrid. La escuadra merengue venció por 1-3 en La Condomina, pero Timoumi deja buenos detalles en el choque. Su primer tanto llegó en la jornada 4: marcó de penalti ante Ablanedo en un partido donde perdieron por 4-1 contra el Sporting de Gijón. La destitución en la jornada 7 del técnico del ascenso, Vicente Campillo, no cambió el panorama de Timoumi, que siguió siendo un fijo para Kubala. El equipo durante la primera vuelta coqueteó con los puestos de abajo, pero la llegada del tercer entrenador del curso, el húngaro Antal Dunai, les hizo ascender en la clasificación. En la jornada 24ª, frente al Racing de Santander en La Condomina, marcó su primer tanto en casa, que ayudó a la victoria del Real Murcia por 2-1. Finalmente no se pasaron apuros para quedarse en primera división y el conjunto murciano ocupó la undécima plaza.
Al concluir la temporada, Timoumi estaba a gusto y quería quedarse, pero el club y el futbolista llegaron a un acuerdo para romper su relación y el marroquí firmó por el Lokeren belga. Con ellos disputó la Copa de la UEFA de la temporada 1987-1988, aunque la experiencia fue breve, al caer en la primera ronda ante el Honved húngaro. En la competición doméstica, el Lokeren tuvo un año complicado y se salvó del descenso por un solo punto de diferencia respecto al Gent. Timoumi permaneció una campaña más en el equipo, con un saldo de un 14º puesto en liga y unos cuartos de final en la copa.
En 1989 regresó a su país, a las filas del Olympique de Khouribga, y un año después se marchó a jugar a Omán, permaneciendo tres temporadas en el Al-Suwaiq. Su último equipo fue el club donde más éxitos obtuvo, el FAR de Rabat donde militó desde 1993 a 1995, año en el que dejó los terrenos de juego.
Con la selección de Marruecos fue internacional en 24 ocasiones, logrando 4 goles. Además también defendió al equipo olímpico marroquí en cinco partidos. Debutó en los Juegos del Mediterráneo de 1979 en un duelo frente a Egipto en Sibenik (Yugoslavia) que finalizó 0-0.
Disputó su primera Copa de África en 1980 en Nigeria. Fijo para Just Fontaine, actuó en cuatro partidos siendo titular. Marruecos, encuadrado en el Grupo B, ocupó el segundo puesto con tres puntos después de empatar con Guinea, perder ante Argelia y vencer por la mínima a Ghana. En semifinales, el anfitrión le dejó fuera de la final, pero en la lucha por el tercer y cuarto puesto derrotó a Egipto por 2-0.
La clasificación para el Mundial de 1982 fue un fracaso, tras ser eliminado por Zambia, pero para los Juegos Olímpicos de 1984 sí logró su objetivo. Entre medias, además, Casablanca organizó los Juegos Mediterráneos de 1983 y Marruecos obtuvo la medalla de oro al imponerse en la final por 3-0 a Turquía.
En la cita olímpica de Los Ángeles 1984, a los marroquíes les tocó un grupo durísimo formado por Brasil, Alemania y Arabia Saudí. El equipo liderado por Ezaki Badou y Timoumi no pudo hacer nada frente al potencial de sus rivales y no logró clasificarse para cuartos de final. Cayó por 2-0 frente a Brasil y Alemania y se marchó del torneo con una única victoria, lograda por 1-0 ante Arabia Saudí.
En 1985, los Leones del Atlas consiguieron la medalla de plata en los Juegos Panárabes después de perder en la final ante Irak, y a partir de ese momento su gran ilusión se centraba en la clasificación para el Mundial de México 1986.
En primera ronda se vieron las caras con Sierra Leona, a la que apabullaron por un global de 5-0: 0-1 en la ida sin Timoumi y 4-0 ya con el medio ofensivo en el césped del Estadio Príncipe Moulay Abdallah de Rabat. A continuación eliminaron a Malawi y en tercera ronda su rival fue la poderosa Egipto. En El Cairo sacaron un 0-0 tras aguantar las embestidas locales y en Casablanca, un magnífico Timoumi abrió el camino de la victoria con el primer tanto del encuentro. A poco del final, Bouderbala sentenció el duelo y pasaron a la fase final. Solamente Libia se interponía en su camino para llegar a tierras mexicanas. En la ida dejaron la eliminatoria casi sellada después de ganar por 3-0, el último de la tarde obra de Timoumi, y en Benghazi los libios se pusieron 1-0, pero no lograron culminar la remontada. Marruecos volvía a una Copa del Mundo 16 años después.
Dirigidos por el brasileño Mehdi Faria, Marruecos compartió grupo con tres equipos europeos: Polonia, Inglaterra y Portugal. Apenas tenían opciones de llegar a octavos de final, pese a que algunos de los mejores terceros también se clasificaban. En la primera jornada aguantaron a la Polonia de Boniek, Smolarek, Urban o Mlynarczyk en Monterrey y empataron a cero. Cuatro días más tarde, el rival fue Inglaterra, con Lineker, Shilton o Waddle, y la historia se volvió a repetir: otro empate sin goles y dos puntos en su casillero. El choque decisivo iba a ser en Guadalajara frente a Portugal. El equipo portugués, con Fernando Gomes, Futre o Diamantino, llegaba con problemas tras un conflicto de los jugadores con la federación, y de ello se aprovechó Marruecos. A la media hora ganaba por 0-2 y al poco de iniciarse la segunda parte Krimau marcó el 0-3. Un gol portugués a falta de 10 minutos situó el 1-3 final con el que Marruecos acabó lideranro el Grupo F e hizo historia, siendo el primer conjunto africano en clasificarse para octavos de final. Además, el triunfo frente a Portugal significó el estreno del casillero de victorias en un mundial para los Leones del Atlas. Los protagonistas de aquella gesta fueron Ezaki Badou Zaki (c), Labid Khalifa, Abdelmajid Lamriss (69′ Azzedine Amanallah), Mustafa El-Biyaz, Norredine Bouyahyaoui, Abdelmajid Dolmy, Mustafa El-Haddaoui (71′ Abdelaziz Souleimani), Aziz Bouderbala, Mohammed Timoumi, Abdelkarim Krimau, Abderrazak Khairi. En octavos, el sueño expiró, pero Marruecos vendió muy cara la derrota ante Alemania, que ganó por 0-1: gol de Matthäus en el minuto 87.
La última cita importante a la que acudió Timoumi con el equipo nacional fue la Copa de África de 1988. Estuvo en la formación titular en las dos primeras jornadas, donde empataron a uno con el Zaire y ganaron por 1-0 a Argelia, y se perdió el duelo ante Costa de Marfil que concluyó sin goles. En semifinales tampoco jugó en la derrota por 0-1 contra Camerún, pero regresó para el partido por el tercer puesto contra Argelia. Finalizado el tiempo reglamentario se mantuvo el empate y hubo que ir a los lanzamientos desde el punto de penalti. El centrocampista de Rabat materializó el suyo, pero el fallo de tres compañeros dio la victoria a los argelinos. Timoumi dejó el combinado marroquí un año más tarde, en 1989, tras un encuentro clasificatorio para el Mundial de Italia 90, donde los Leones del Atlas empataron a uno con el Zaire en Kenitra.
En 2006 fue elegido por la CAF (Confederación Africana de Fútbol) como uno de los 200 mejores jugadores del continente en los últimos 50 años. Además colaboró aportando su experiencia en un programa de televisión llamado Al Kadam Addahabi de la RTM1 marroquí que buscaba nuevos talentos del balompié.
* Alberto Cosín.
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