1.- En la quinta etapa de la Vuelta a España ha llegado el primer sprint, después de una contrarreloj por equipos y tres etapas con final en alto –de diferente dureza–. En la última de ellas, en Fisterra, Michael Matthews avisó a sus rivales, siendo tercero pese a la dureza de la llegada, y solo ha necesitado un día más para lograr su primer triunfo de etapa en una gran vuelta.
2.- Orica GreenEDGE no fue el único equipo interesado en que se produjera una llegada masiva en el Lago de Sanabria, ya que los velocistas cuentan con pocas oportunidades y no quieren desaprovecharlas. Y aunque el terreno no era el más adecuado para la persecución, en esta labor Vacansoleil, Argos y Omega Pharma se unieron a los australianos, echando abajo la escapada.
3.- Pese al acuerdo que hubo en el pelotón, los fugados llegaron lejos, y los últimos supervivientes –Arnaud Courteille y Jurgen Van de Walle– fueron atrapados a solo 5 kilómetros de la línea de meta. Ambos ciclistas, junto a Nicolas Edet, Antonio Piedra y Winner Anacona, dejaron la sensación de que si esta etapa hubiera llegado con dos semanas más de competición, la lucha podría haber caído de su lado.
4.- Los integrantes del quinteto, que llegó a contar con más de diez minutos de ventaja, no fueron los únicos que buscaron sorprender a los velocistas. A falta de dos kilómetros lo intentó el sprinter reconvertido Pablo Urtasun, y mil metros después hizo lo propio el campeón mundial Philippe Gilbert. Pero si el ciclista del Euskaltel no logró ninguna ventaja significativa por el ritmo de Argos al frente del pelotón, el belga ni siquiera pudo adelantarse unos metros.
5.- Precisamente el equipo Argos fue el encargado de mandar en la llegada, pero a su rueda esperaba bien colocado Michael Matthews. El australiano lanzó su sprint a aproximadamente 200 metros para la llegada y nadie lo pudo superar. El que en más aprietos le puso fue Gianni Meersman, pero acabó pagando el esfuerzo y finalizó tercero –le adelantó in extremis el argentino Ariel Maximiliano Richeze–.
y 6.- Matthews, que se proclamó campeón del mundo sub-23 en 2010, ha logrado como mínimo dos victorias desde que al año siguiente debutara en el World-Tour. Precisamente con este número llegaba a la presente Vuelta a España –logradas ambas al sprint en el Tour de Utah–, carrera que significaba su debut entre las tres grandes y en la que ya ha mojado después de solo cinco días.
* Ricardo Alonso-Bartol es periodista.
– Foto: AFP
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