Messi no entiende de horarios

por ISMAEL LEDESMA el 8 marzo, 2015 • 14:04

1.- Hay muchos puntos en común entre el 90 % de los equipos que juegan contra el Barça en el Camp Nou. Repliegue, centro del campo poblado, líneas juntas, etc. Todo esto desaparece cuando el rival es el Rayo Vallecano de Paco Jémez. Trashorras, Jozabed, Bueno, Licá, Kakuta y Baptistao se enfrentaban un equipo que estaba a una victoria de recuperar el liderato.

2.- Lo habitual en el Camp Nou es ver a los rivales del Barça en repliegue, pero, como decíamos, el Rayo no es un equipo común. Presión adelantada en 4-4-2 buscando que tanto Piqué como Mathieu no pudieran sacar el balón desde atrás con comodidad. El equipo de Jémez situaba la línea defensiva a la altura del centro del campo. Como suele suceder, en el primer desajuste defensivo de los visitantes el Barcelona lo aprovechó. Xavi cazó un balón dividido y filtró un pase a Suárez, que cogió a contrapié a una defensa que salía.

3.- La dinámica del partido en la primera mitad fue siempre la misma: el colectivo que fluía era el madrileño, pero las ocasiones, gracias al talento individual, llegaban de la mano del Barcelona. Realmente, el Rayo estaba consiguiendo lo que quería. Los culés no jugaban cómodos, la presión era altísima y constante, y los de Luis Enrique no funcionaban como colectivo. Solo Iniesta, con su giro y pausa, era capaz de superar la presión del Rayo Vallecano y asentar la posesión en campo contrario.

4.- Pero el Barça de Luis Enrique es el Barça de las transiciones, y pese a la poca fluidez en el juego y precisión en el pase, la sensación era de constante peligro, y tuvo hasta tres ocasiones muy claras para distanciarse en el marcador. El juego rayista permite este tipo de situaciones, sus errores son muy manifiestos y, por tanto, las ocasiones para el equipo rival son claras. Al Barcelona le faltaba pausa en el juego y acierto de cara a portería.

5.- Un acierto que sí llegó en una segunda parte extraña, que empezó con un remate de cabeza dentro del área de Jordi Alba tras córner a favor. El balón fue al palo, Piqué cazó el rechace y prácticamente decidió el partido. El central catalán, además de volver al mejor nivel defensivo, lleva ya seis goles esta temporada, récord personal. Poco después, ante la lesión de Busquets y la tarjeta amarilla que tenía Mascherano (que acumula cuatro, a una de suspensión), Luis Enrique dio entrada a Rakitic para probarle en la posición de mediocentro.

6.- Hacemos un punto y aparte para hablar del partido que hizo Messi. El argentino pasó bastante desapercibido hasta que Tito agarró a Suárez dentro del área, lo que provocó su segunda amarilla y el penalti a favor del Barça. Messi falló, pero jugadores del Rayo Vallecano entraron en el área antes de tiempo y Gil Manzano lo mandó repetir. A la segunda fue la vencida, pero era solo el principio. Su segundo tanto fue por colocación e inteligencia, al rematar un rechace de Cristian Álvarez tras el disparo de Suárez. En el tercer gol del argentino, quinto del Barça, el colectivo sí funcionó. El Barcelona movió bien el balón y encontró un centro claro de Pedro para que Messi recibiera el balón dentro del área y, con un amago, sentara a Cristian Álvarez. 24 hat-tricks en liga, 32 en partidos oficiales y empate con Cristiano a la cabeza del pichichi (30 goles).

7.- Hubo otro penalti y expulsión, en este caso de Alves. Bueno marcó el gol –quinto en dos partidos– que parecía cerrar el partido. Pero volvió a aparecer Messi, que ya en el descuento filtró un pase para que Suárez marcara su segundo gol. El ladrón de adjetivos anotó tres goles y dio una asistencia en un encuentro en el que no necesitó forzar. “Lo sorprendente de Leo es que mete tres goles y no es uno de sus mejores partidos, y antes da una exhibición en Manchester, pero no marca”. Esta frase de Javier Mascherano al término del partido define a la perfección la trascendencia de Messi.

8.- El guión del partido fue el previsto: un Rayo que salió de tú a tú ante un Barcelona que ha cambiado la posición por el espacio, que juega al ritmo del ’10’ y ha completado una semana muy positiva con la clasificación para la final de Copa del Rey y la recuperación del liderato. La próxima semana ante el Eibar, con las bajas de sus dos laterales titulares y el apercibimiento de sanción de Mascherano y Mathieu, tendrá una prueba de fuego para llegar líder al clásico.

y 9.- Para acabar, una última reflexión: ¿son temerarios Paco Jémez y el Rayo Vallecano por jugar así en este escenario y ante este rival? ¿Competiría mejor cambiando su estilo en las visitas a Camp Nou y Bernabéu? Jémez lo tiene claro: “Prefiero ser fiel a lo que creo y que metan seis que cambiar nuestra manera de jugar solo para dos partidos y perder 3-0”. Lo único cierto es que hasta el momento este estilo le ha funcionado muy bien en el largo plazo, pero no ha sido capaz de competir contra los equipos grandes. Al Rayo Vallecano le sale rentable.