"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
Liga BBVA 2012-2013 / Fútbol 2012-2013 / Fútbol
1.- Él, disfrazado de astro dominador de cualquier fase o ritmo del partido, asumiendo todo el volumen de juego que generó el Barça, decidiendo en qué momento verticalizar la fase ofensiva, parar para pausar, elaborar y volver a acelerar. Lleva el mando desde un ‘9’ originario, que en realidad es un todojugador en el registro más imponente de la palabra, el que aúna cualquier versión en cualquier momento. Hoy, incluso se camufló de Raúl o Klose para cazar dos balones que pasaban por allí. El eterno instinto.
2.- El Barça se solidificó en una versión notable de circulación de balón que inició un 4-3-3, una vuelta al origen de todo, con pronunciados matices, pero un aroma inconfundible a la esencia de Pep. La variable crucial es Tello, extremo puro, sin ningún tipo de disfraz, que crece en elección de jugadas, de repertorio de regates (fuera-dentro) y ensancha el campo. Él y Jordi Alba para hacer permeable el juego por dentro de Leo, Xavi y Cesc. Amén de la posibilidad que ofrecen a los que juegan por dentro, hay dos virtudes primordiales en tener dos laterales que fijan casi como extremos: 1) La capacidad para sorprender y llegar desde atrás; 2) Existe dominio sobre la segunda jugada: rechazos, reincorporaciones, vuelta a elaborar. Fundamental aquí el ex jugador del Valencia, quien hace el coro con sobresaliente entonación.
3.- La Real luce un extraño 4-4-2 en fase defensiva con repliegue alto primero que acaba bajando a la medular con el paso de los minutos. La idea de Montanier es lanzar rápido, bien y con criterio. Recuperar con un espacio medio que consigue en los primeros minutos, cuando consigue ahogar las recepciones de Busquets en el inicio de la jugada. El resultado son varias recuperaciones, llegadas claras y el gol de del “Chori” Castro.
4.- Insistimos con el messimetrónomo. Gana metros a la base acercándose al comienzo. Ahí, oxígena a Xavi que puede: 1) Relajar; 2) Dar un paso adelante para ocupar la mediapunta; y 3) Minimizar su esfuerzo físico. La Ley de Messi: desaparece para asociarse y querer más balón.
5.- Uno los matices importantes, amén del campo tan extraordinariamente abierto, es la verticalidad. En el segundo tiempo pareció menos evidente, pero cuando la Real quiso en la primera mitad, pudo, en cierto modo, tener el balón y acercarse. El Barça cede unos metros para volar. Aún es desconocido si forma parte de un plan o de la transición (todavía por pulir) del propio partido. El contexto permite correr al Barça, lanzarse en transiciones perpetuas con Messi, Pedro y Tello ocupando los tres carriles y Cesc llegando por detrás. Se convirtió de repente en un equipo que no ocupaba el espacio, sino que lo atacaba. Caos organizado.
6.- Es el ritmo. Un Barça de principios de temporada cuasi desconocido. Todos quisieron y pudieron desde el principio hasta que dejó de existir la necesidad. También Xavi, al que Tito tendrá que dosificar, pero que, puntualmente liberado de la base, creció, llegó y acabó como un llegador más. A la par que Cesc cuando Messi caminaba por detrás.
7.- Independientemente del color de tu camiseta, el fútbol recupera la ilusión de ver jugar a uno de los mejores. Villa volvió a disputar un partido oficial. Y volvió a marcar. Se asoció, se gustó y recogió la confianza que antaño se ganó. Bien es verdad que el contexto no parece vara de medir por rival y resultado, pero era el momento ideal: partido de cara, espacios, rivales cansados… El mejor ecosistema para dar minutos a un jugador hambriento de los mismos.
y 8.- Tito inicia con la esencia (personificada) una nueva etapa. Fe al sistema, a los jugadores y a la idea. Partido cómodo en términos generales, pues la Real quiso, no pudo y al primer portazo en la cara, se derrumbó. Emocionalmente no llegó; físicamente, menos. Y el Barça tuvo la suerte de tener a Messi, el genio de la lámpara que parece haber traído esta temporada el mismo afán de superación y la maleta llena de disfraces. Parafraseando a al poeta francés Jean de la Fontaine: “Nadie tiene dominio sobre el Messi (amor), pero el Messi (amor) domina todas las cosas”.
* Fran Alameda es periodista. En Twitter: @Fran_Alameda
– Fotos: Marc Casanovas (Sport)
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