La velocista de origen jamaicano Merlene Ottey acudirá de nuevo con 52 años a unos Campeonatos de Europa de atletismo. Lo hará en Helsinki formando parte del cuarteto 4 x100 de Eslovenia. Entrará en acción el sábado 30 de junio a las 13.05 del mediodía (las 12.05 hora española), hora en que está programada (Eurosport) la primera ronda del relevo corto femenino.
Lo asombroso de Merlene Ottey no es que con más de cincuenta años siga compitiendo en pruebas de velocidad. En el mundo hay muchas mujeres que lo hacen. Lo verdaderamente asombroso es la velocidad a la que corre en comparación con otras velocistas de su misma edad. Ottey ostenta el récord del mundo* de W-50 (mujeres entre 50 y 54 años) con 11″67 y la segunda mejor marca de todos los tiempos la ostenta la norteamericana Phil Raschker con 12″50, casi un segundo más.
No es un fenómeno de longevidad, que también (pero como digo, en el mundo son muchas las mujeres que corren 100 metros a esa edad y bastante más mayores) sino que es un fenómeno de talento y calidad. Dicho en lenguaje de la calle: es excepcionalmente buena. Y digo que no es un fenómeno de longevidad porque con el paso de los años ella también pierde velocidad. Pero claro, cuando era más joven sus marcas eran tan sumamente excepcionales que ahora, pese a haber perdido poco más de un segundo respecto a 1996 -año en que con 36 años realizó su mejor marca-, sigue corriendo rapidísimo y todavía con unos cronos que le permiten asistir a un Campeonato de Europa absoluto, aunque sea en los relevos.
Su mejor marca personal es 10″74 (Milán, 1996) y el año pasado Ottey realizó un crono de 11″77, habiendo logrado en 2010 (con 50 años) 11″67. Brutal, pero casi un segundo menos. Pero lo que para el resto de velocistas veteranas supone una pérdida que imposibilita para codearte con la élite absoluta, para Merlene Ottey no. Ella puede seguir en la élite de su país actual.
Para que se entienda mejor el fenómeno, voy a explicar mi caso. Soy también velocista, de 54 años, y como Ottey sigo entrenado y compitiendo. Con ello no pretendo ni mucho menos compararme con ella (¡Dios me libre!), porque como podréis ver la comparación es realmente odiosa en todos los aspectos y estaría mejor calladita.
Mi mejor marca personal en los 100 metros lisos es 11″81 (1980). Empezamos mal. O sea que yo, con 25 años y estando en mi época de esplendor, perdería ante la Ottey con 52 años. ¡Seguimos para bingo!
Tras dejar el atletismo durante una década, regresé a la competición con 40 años y logré unos cronos de 12″65 (43 años) y 12″88 (49 años), o sea un segundo más de mi mejor marca personal. Desde este punto de vista, es decir en cuanto a pérdida de velocidad, estoy casi a la par de Ottey (quien no se consuela es porque no quiere) pero estas marcas a mi ya no me permiten pelear con la élite española ni soñar con una cita continental absoluta.
No obstante, la mejor marca española absoluta del año la ostenta Belén Recio con 11″84, con lo que la Ottey, caso de tener la nacionalidad española sería la líder de nuestro cuarteto 4 x100 que también acude a Helsinki.
En categoría veteranas, Merlene Ottey ostenta todos los récords mundiales desde la categoría W-35 a la W-50. Son estos:
W-35 (35 a 39 años): 10″77
2ª mejor marca All time: 10″96 Eldece Clarke-Lewis (BAH)
W-40 (40 a 44 años): 10″99
2ª mejor marca All time: 11″18 Irina Khabarova (RUS)
W-45 (45 a 49 años): 11″34
2ª mejor marca All time: 12″10 Renee Henderson (USA)
W-50 (50 a 54 años): 11″67
2ª mejor marca All time: 12″50 Phil Raschker (USA)
* Loles Vives es nutricionista y atleta. En Twitter: @iLoles
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