Un año en la Fiorentina fue suficiente para que Roberto Mancini se lo llevara al Manchester City. Enseguida, Matija Nastasic se asentó como titular y fue una de las pocas buenas noticias para los citizen el curso pasado. Esta temporada, una vez volvió de su lesión, la cosa no ha cambiado. Es uno de los centrales jóvenes con mayor proyección en el mundo. Internacional con Serbia y jugando en uno de los equipos más potentes de Europa. ¿Qué le hace tener tanta proyección?
Físicamente, aún le queda mucho por mejorar, pero es tan joven que tiene tiempo para hacerlo. Va al choque con fuerza y es ágil y flexible para su altura y peso, aunque le falta algo de coordinación en el salto. Precisamente el juego aéreo es uno de sus potenciales, pero por sus características físicas aún debe dominar más este aspecto. Suele jugar en defensas adelantadas y eso a veces le hace sufrir, ya que no es demasiado veloz y le cuesta girar, por lo que suele crearle más problemas un delantero rápido y habilidoso que un delantero fijo.
Es zurdo y a la hora de sacar el balón solo lo hace con esta pierna. Para despejar el esférico se maneja con las dos piernas, pero la diferencia de golpeo es abismal y le cuesta más reaccionar para despejar un balón con la pierna derecha que con la izquierda.
Es muy joven y a menudo se le hacen demasiado largos los partidos exigentes, más por ausencia de situaciones de competitividad extrema que por una mala preparación física o poca resistencia.
Suele mostrar una actitud serena en el campo, lo que a veces parece traducirse en excesiva relajación, pero su capacidad motivacional está fuera de toda duda, así como su activación en todas las fases del juego. Respecto a su personalidad en el campo, no se arruga ante rivales de mayor enjundia y tiene todo para ser el líder de la zaga, pero acostumbra a jugar con Vincent Kompany, que es un jugador más veterano y es el capitán del Manchester City, por lo que acepta su rol a la espera de dar otro paso más en su estatus dentro del equipo.
En la toma de decisiones es donde a veces comete algunos errores, ya que trata de hacer desplazamientos en largo para los cuales aún no está capacitado. Además, trata de superar las líneas de presión desde atrás y sus recurrentes pases al medio suelen ocasionar pérdidas peligrosas para el equipo.
A medida que juegue más partidos en la élite y experimente situaciones competitivas de todo tipo, su evolución será mayor porque su capacidad de aprendizaje está fuera de toda duda. Tiene solo 20 años.
Le gusta conducir el balón desde atrás y lo hace con criterio, ya que a veces ha jugado como lateral izquierdo. Tiene técnica en el control de balón para ser un defensa y es bastante preciso en el pase corto. En el pase largo es donde sufre más ya que debe mejorar el golpeo del balón, no tanto por falta de potencia, sino de precisión y colocación.
Tiene un buen golpeo de cabeza, aunque debería imponerse más en este aspecto y sumar sobre todo en ataque. Coloca bien la cabeza, pero le falta algo de potencia en el golpeo.
Carga bien al cuerpo del rival y sabe elegir cuándo ir al suelo o aguantar de pie. Sus despejes suelen ir a las bandas, como mandan los cánones.
Su posición ideal es la de central izquierdo en una defensa de cuatro, principalmente al lado de un central veloz. En ocasiones ha jugado en el lateral izquierdo, lo que le viene bien para medirse a jugadores más rápidos y mejorar, pero su escasa capacidad de reacción (aunque no mala para su tamaño) hace pensar que definitivamente su mejor posición es la de central izquierdo.
Agradece cuando el equipo rival no va a presionar y tiene tiempo para conducir y sacar el balón, pero a veces toma excesivos riesgos por falta de paciencia, principalmente cuando el rival tapa las posibles recepciones interiores. Ahí sufre, ya que debe mejorar los cambios de orientación y el golpeo en largo. Es inteligente a la hora de conducir el balón y esperar a que un rival le presione para soltarla lo más rápido posible, y muchas veces le utilizan para sacar el esférico desde la banda izquierda, incrustándose el mediocentro entre los dos centrales y dejándole a él hueco para maniobrar escorado a la izquierda. Es muy inteligente en la superioridad numérica tres contra dos.
Por lo que respecta a la transición ofensiva, debe mejorar en la toma de decisiones y en la velocidad de ejecución de éstas, aunque se le ha visto mejoría desde que llegó, con Mancini, hasta los últimos partidos (no todos), con Pellegrini.
Aunque se desenvolvía mejor en el repliegue, ya que es potente pero no muy rápido, la manera de jugar de Pellegrini le está haciendo acostumbrarse a defender lejos del área. Es inteligente en las ayudas defensivas y su falta de velocidad de reacción la suele paliar con una buena colocación. En la transición defensiva aún sufre, sobre todo si juega al lado de Lescott. Tampoco ha ayudado el excesivo caos que se ha visto en algunos partidos este año del City, pero todo hace pensar que el equipo mejorará en este aspecto, lo que le ayudará a él a asentarse.
No se arruga en el marcaje al hombre, pero si el rival es veloz le cuesta girarse y esto le hace sufrir. Aun así, está aprendiendo a cortar el juego cuando la situación lo requiere, con pequeñas faltas tácticas para que el rival no lo supere.
Definitivamente, Matija Nastasic va adquiriendo los conceptos para ser un gran defensa central, pero necesita tiempo, jugar muchos más partidos al máximo nivel, enfrentarse a los mejores jugadores del mundo y verse en situaciones límite. El Manchester City es un buen equipo para crecer y Kompany, una buena pareja de baile, pero jugar al lado de un central como Sergio Ramos o Carles Puyol le haría dar un salto cualitativo y competitivo aún mayor (por las características del serbio y las de los dos internacionales españoles). La expectativa es que dentro de tres años lo podamos incluir entre los grandes centrales europeos del momento. Para eso aún le queda mucho. Va en el buen camino.
* Ismael Ledesma.
– Foto: Manchester City
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