"La audacia tiene genio, poder y magia. Comienza ahora, ponte en marcha”. Johann W. Von Goethe
Crónicas 2015-2016 / Internacional / Mundial Clubes 2015 / Fútbol
1.- En la víspera del partido de semifinales del Mundial de Clubes ante el Guangzhou Evergrande, Luis Enrique sabía que su equipo se enfrentaría a tres dificultades añadidas a las que pusiera el rival: la falta de aclimatación de los jugadores del Barcelona al cambio horario, el riesgo de relajación por enfrentarse a un equipo tan inferior sobre el papel, y la baja de Neymar por lesión. Apenas una hora antes del partido se supo que se enfrentaría a una cuarta: la ausencia de Messi por un cólico nefrítico.
2.- La baja del argentino era especialmente significativa porque si bien el equipo había respondido muy bien durante su ausencia por lesión en los partidos inmediatamente anteriores a la visita al Bernabéu, esta vez su baja se añadía a la ya conocida de Neymar, el jugador que había asumido buena parte del caudal ofensivo del equipo mientras el rosarino estuvo fuera. Por primera vez el Barcelona disputaría un partido importante sin dos de sus tres atacantes estrella.
3.- Dadas las circunstancias, Luis Enrique decidió acompañar a Luis Suárez con Munir y Sergi Roberto, pero en vez de replicar el posicionamiento del de Reus que tan bien había funcionado en el Clásico, en esta ocasión fue Munir quien ocupó el extremo derecho, mientras que la polivalencia de Sergi Roberto estrenaría una nueva demarcación como extremo izquierdo donde iría intercambiando posiciones con Iniesta tanto en vertical como en horizontal.
4.- Por su parte, y como era de prever, Scolari hizo un planteamiento muy conservador de salida, intentando mantener el 0-0 inicial el máximo de tiempo posible. Su equipo se plantaba en un 4-4-1-1 de repliegue bajo que se beneficiaba de la falta de desborde del Barça por fuera para poder anularlo por dentro por acumulación, condenando a los azulgrana a un dominio estéril de la posesión. Para desactivar la segunda gran arma del Barcelona contra defensas cerradas (la presión post-pérdida), el técnico brasileño había ordenado a sus pupilos evitar riesgos en la salida del balón, por lo que a cada pérdida del Barcelona le seguía indefectiblemente un balón en largo de los chinos, que sin amenazar seriamente la zaga culé, tampoco suponían ningún riesgo de pérdida en zonas peligrosas para los intereses del Guangzhou.
5.- La primera parte se estaba consumiendo de forma tediosa, solamente agitada por un par de intervenciones de calidad de Iniesta para habilitar a Munir. Pero el hispano-marroquí, muy activo y acertado en sus movimientos sin balón, estuvo falto de finura en la finalización y tuvo que ser Luis Suárez quien derribara la muralla china cazando un mal rechace del portero a un zapatazo lejano de Rakitic en el minuto 38 de partido. El tercer recurso contra defensas cerradas, el tiro lejano, había servido para abrir la lata. Inmediatamente después del gol, el conato de arreón de los asiáticos se tradujo en su única ocasión clara de gol en el partido: un peligroso remate de cabeza de Paulinho en jugada a balón parado a la que respondió de forma magnífica Bravo con una gran estirada.
6.- No sabemos qué instrucciones daría Scolari a sus pupilos en el descanso para afrontar la segunda parte yendo sólo un gol por detrás en el marcador, pero fuera lo que fuera, el planteamiento se fue al traste con el segundo tanto azulgrana a los 5 minutos de la reanudación. Gran combinación entre Suárez e Iniesta, los dos faros del Barcelona durante el partido, para que el charrúa se anotara el segundo en su cuenta y finiquitara el partido.
7.- Después del 2-0 el Guangzhou entregó definitivamente las armas y se limitó a mantenerse parapetado atrás para no recibir un correctivo más severo. Sin fe ya en el milagro, el sistema defensivo de los chinos empezaba a agrietarse y a los azulgrana les resultaba cada vez más fácil combinar. Así llegó el penalti (inexistente) sobre Munir, transformado por Luis Suárez para convertirse en el segundo jugador de la historia tras Pelé que ha conseguido un hat-trick en la Intercontinental/Mundial de Clubes. Los minutos finales sólo sirvieron para dar descanso a Iniesta, Sergi Roberto y Jordi Alba, substituidos por Samper, Sandro y Adriano respectivamente.
y 8.- El Barça consiguió superar sin brillantez, pero con mucho oficio, el último escollo antes de la disputa por el trono mundial. Como ha venido ocurriendo en lo que llevamos de temporada, cada vez que una pieza importante del equipo ha caído por lesión otros han dado un paso al frente para mantener la competitividad del equipo. Así, sin Messi ni Neymar a sus costados, Luis Suárez asumió con éxito la responsabilidad goleadora, mientras que Iniesta confirmaba su gran estado de forma con una actuación de nota, ayudando tanto en la construcción como en el desequilibrio en el último tercio de campo. Contra River la dificultad será mayor, pero este grupo parece decidido a conquistar lo más alto.
* Xavier Codina.
– Foto: EFE
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