"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
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Excéntrico, díscolo, incontrolable, inmaduro, problemático, etc. Esos eran varios de los adjetivos que usaban los medios de comunicación y entrenadores al hablar de Marko Arnautovic. El joven austríaco es un jugador complicado cuya mala actitud ensombrecía el enorme talento que posee. El propio Mourinho en su época en el Inter de Milán dijo: “Me divierto con Arnautovic, es una persona genial pero tiene la actitud de un niño”.
Arnautovic pasó desapercibido por las categorías inferiores de la selección austríaca y solo el FC Twente en 2006 se dio cuenta de su calidad. Enseguida se reivindicó en las categorías inferiores del equipo holandés, lo que le valió para ser promocionado al primer equipo, donde cuajó una temporada 2008-2009 excepcional (14 goles, 7 asistencias y debut con la selección nacional absoluta). Esa excepcional temporada hizo que llamara la atención de José Mourinho y que firmara por el Inter, que buscaba en Marko a un sustituto de Zlatan Ibrahimovic, que había firmado por el F. C. Barcelona. Diversas lesiones y varios problemas de actitud hicieron que el paso de Arnautovic por Italia fuera fugaz.
En el verano de 2010 el Werder Bremen se hizo con sus servicios. En las últimas dos campañas su nivel ha sido muy irregular y era más famoso por los titulares negativos en la prensa alemana que por su fútbol. Aun así, ni Klaus Allofs (ex director deportivo del Werder Bremen) ni Thomas Schaaf (entrenador) quisieron deshacerse de su joven perla. Pero un acontecimiento ha cambiado a Marko Arnautovic. Antes del inicio de esta temporada 2012-2013 nació su hija Emilia. Tal y como dice él: “El nacimiento de mi hija me ha dado tranquilidad”. Una tranquilidad a nivel mental que se ha visto reflejada en sus actuaciones dentro del campo. Si esta tranquilidad se confirma, tendremos mucho Arnautovic en el futuro.
Arnautovic es un jugador que posee un físico descomunal. Probablemente es uno de los jugadores con mejor físico del mundo del fútbol. A pesar de su enorme envergadura y peso, es uno de los jugadores más veloces de la Bundesliga. Su cuerpo posee una característica especial: a pesar de ser tan alto tiene un centro de gravedad muy bajo, con lo que es muy difícil tirarle al suelo. Verle acelerando en un uno contra uno es un lujo para la vista, además de imparable para los contrarios ya que, si no les gana en la fase de aceleración, les pone el cuerpo y ya no le pueden quitar la pelota de los pies. También es un peligro en los balones aéreos por su gran capacidad de salto vertical además de su altura.
Su posición habitual es la de extremo, aunque puede jugar de delantero. De esta manera puede explotar su gran pase al hueco, su visión de juego y la habilidad para jugar de espaldas protegiendo el balón hasta esperar que sus compañeros lleguen. Pero donde más daño hace es pegado a la banda. Dado que es ambidiestro, puede jugar tanto en la izquierda como en la derecha y salir por los dos perfiles, con lo que es muy difícil de parar.
En el Werder Bremen suele desempeñar esa posición de extremo, aunque en situaciones de necesidad, ya sea por lesión del delantero o por la situación del partido, tiende a tirarse al centro para jugar como segunda punta. En la selección austríaca juega también de extremo, aunque Marcel Koller le da libertad para moverse por todo el campo.
Si su aspecto físico es descomunal, su nivel técnico no se queda atrás. Es un jugador ambidiestro con capacidad para salir por ambos perfiles buscando disparos duros y colocados o buscando al delantero con centros normalmente rasos o a media altura.
Sus regates en velocidad son un escándalo aunque tiende a recrearse, lo que hace que a veces parezcan meros detalles para la galería más que ser útiles. Puede lanzar las faltas con ambas piernas, tanto a romper como a colocar.
Tiene mucha facilidad para hacer combinaciones con sus compañeros gracias a su gran nivel haciendo pases al primer toque y su visión de juego. A pesar de esa facilidad para el pase al primer toque, Marko tiende a ralentizar el partido reteniendo la pelota en sus pies, con lo que da tiempo a la defensa a organizarse.
* Borja Rodríguez.
– Foto: Reuters
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