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Nadie podía esperarse el rendimiento tan excelente que está teniendo el jugador croata en el Bayern München esta temporada. Ni siquiera se podía esperar su titularidad. Pero la lesión de tobillo de Mario Gómez en la pretemporada, unida a un cambio en el estilo en el juego del equipo de Jupp Heynckes, no en el sistema, ha posibilitado que Mario Mandzukic saque a relucir todo su potencial y sea el delantero centro titular del equipo más en forma de Europa en la actualidad.
Mandzukic dio sus primeros pasos en el fútbol en las categorías inferiores del modesto equipo alemán TSF Ditzingen, ubicado en la zona de Stuttgart, antes de volver a su Slavonski Bro natal, donde jugó en varios equipos de la zona. Uno de los grandes entrenadores del fútbol yugoslavo, Miroslav Blazevic, le fichó para el NK Zagreb. Sus buenas actuaciones en el club de los poetas y en las categorías inferiores de la selección croata le valieron para que el Dinamo Zagreb se gastara 1’5 millones de euros en su contratación en el verano del 2007. Allí explotó como goleador y ese mismo año Slaven Bilic le hizo debutar con la selección croata absoluta. Tres ligas y dos copas croatas después, Madzukic decidió poner rumbo a una de las ligas más competitivas del mundo, la Bundesliga, y el VfL Wolfsburg, en concreto, fue el equipo escogido para empezar una nueva aventura.
Su primera temporada en los lobos fue complicada en el aspecto deportivo, ya que los resultados del equipo no acompañaban. Steve McClaren le ubicó en la banda izquierda porque Edin Dzeko era el delantero centro titular de aquel equipo. Al principio le costó adaptarse a esa posición, pero poco a poco se fue acostumbrando. Tras la marcha del bosnio al Manchester City y la destitución de Steve McClaren como entrenador, Mandzukic volvió a su posición habitual de delantero centro, aunque muchas veces se colocaba detrás del goleador Grafite.
En la temporada 2011/2012, ya con Felix Magath en el banquillo, Mandzukic desempeñó la posición de segunda punta, acompañando a Patrick Helmes. Sus cifras goleadoras no eran muy espectaculares (20 goles en dos años en la Bundesliga), pero aun así la junta deportiva del Bayern decidió gastarse 14 millones de euros en su fichaje en el pasado verano.
Todos creíamos que Mandzukic iba a ser el recambio de lujo de Mario Gómez. Pero el tiempo y los goles nos han demostrado que nos equivocábamos. El cambio de estilo en la línea de tres mediapuntas del Bayern, mucho más móvil y versátil que el año pasado pero sobre todo la pareja Thomas Müller-Mario Mandzukic, el gran descubrimiento de Heynckes, ha consagrado al croata como uno de los mejores delanteros del mundo.
Tiene un gran poderío físico. Es bastante ágil y posee una fuerza considerable. Con su 1’87 de altura y una capacidad de salto notable es un peligro en las jugadas a balón parado. Sin embargo, lo que le hace diferente de los otros arietes de su envergadura son sus grandes cualidades físicas en el desplazamiento. Es un jugador rápido con una gran zancada que le permite marcar diferencias suficientes con su marcador en carreras de corta y media distancia. Mario Mandzukic es muy resistente y no se cansa a la hora correr en campo contrario para ayudar en la presión. Es poco propenso a las lesiones: en los últimos cuatro años apenas las ha sufrido.
Gran parte de su éxito esta temporada reside en este apartado. A pesar de que sale de inicio como la referencia más adelantada del equipo, la mayor parte del partido está en constante movimiento. Sus continuos cambios de posición con Thomas Müller, cayendo él a banda derecha y dejando que el alemán ocupe su demarcación, son una de las claves del éxito de este Bayern. Los defensas no saben muy bien a quién coger y dudan a la hora de seguir su marca, creando muchas dudas en la zaga y provocando huecos que los jugadores de segunda línea del Bayern aprovechan.
Al ser un jugador con una calidad técnica notable y una capacidad de asociación muy buena, Mandzukic tiende a retrasar su posición y ayudar al mediapunta a buscar la opción correcta de pase. Le encanta retrasar su posición y llegar en carrera al remate. Es muy peligroso cuando la defensa deja huecos.
Mario posee una excelente capacidad de disparo con su pierna derecha, normalmente con disparos duros de media o larga distancia. También controla bien la pierna izquierda. Tiene una gran habilidad para controlar la pelota, ya sea orientada como al pie o al pecho. Gran dominio del balón y buena conducción de la pelota en carrera. Buen olfato goleador y facilidad para definir. Una de sus mayores armas es su excelente remate de cabeza.
* Borja Rodríguez.
– Foto: Victoria Bonn-Meuser (dpa)
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