Uno de los jugadores que mejor ha manejado las dos piernas en la historia del fútbol español. En una ocasión incluso llegó a marcar en un mismo partido dos faltas directas, una con cada pierna, algo que nadie más ha vuelto a hacer. Además tiene el récord de anotar un gol frente al Real Madrid con cuatro camisetas diferentes (Elche, Espanyol, Barcelona y Atlético de Madrid). Nacido el 23 de agosto de 1946 en Bárzana (España), se desempeñaba como interior. Futbolista de mucha técnica, clase y elegancia, tenía un gran disparo, un magnífico regate y una buena visión de juego. Se le conoció con el apelativo de El Rubio de Oro.
Se formó en la cantera del Elche y debutó en primera división con el cuadro franjiverde en la campaña 1964/1965. Tenía con 18 años cuando Rosendo Hernández lo puso de titular en el choque de la 6ª jornada entre Elche y U. D. Las Palmas en Altabix. A partir de entonces se hizo con un hueco en el once y fue titular el resto de la temporada. Marcó tres goles, ante Real Zaragoza en dos ocasiones y Real Oviedo, y el conjunto ilicitano ocupó el octavo lugar de la tabla. El curso siguiente continuó siendo un pilar del Elche que dirigía Otto Bumbel. Dos goles y enormes actuaciones individuales ayudaron al equipo a alcanzar un magnífico sexto lugar en la liga, al mismo tiempo que el interés por el jugador asturiano crecía entre los grandes del fútbol europeo. Real Madrid, F. C. Barcelona e Inter de Milán estaban tras sus pasos, pero el R. C. D. Espanyol se adelantó a todos ellos y tras pagar una cifra récord de 10 millones de pesetas se hizo con sus servicios.
Debutó en un encuentro de la Copa a finales de la temporada 1965-1966 que no le dejó buenos recuerdos al caer con el Betis por 4-0, en una tarde en la que coincidió en la alineación con Alfredo Di Stéfano. Con el inicio del curso siguiente las sensaciones cambiaron rápidamente, en una temporada que será recordada como la del despegue de Los Cinco Delfines, una delantera legendaria que integran Amas, el propio Marcial, Re, Rodilla y José María. El interior anotó 11 goles (su mejor cifra hasta entonces), tres de ellos a Iribar en un extraordinario partido en San Mamés, y el conjunto espanyolista finalizó en una brillante tercera posición tras los dos grandes, Real Madrid y F. C. Barcelona. Durante los dos siguientes años, las prestaciones de la escuadra y del asturiano bajaron considerablemente. En 1968, Pina marcó tres goles y el Espanyol se mantuvo en mitad de la tabla. Y en 1969 el asturiano solo perforó la red del Real Zaragoza y la entidad de la Ciudad Condal descendió a segunda división tras ser penúltimos.
Aprovechando esta, coyuntura el F. C. Barcelona volvió a la carga por el futbolista de Bárzana y esta vez sí logró ficharlo. Pina forzó su salida al no querer jugar en segunda y el equipo blaugrana tuvo que desembolsar 17 millones de pesetas y la cesión de un jugador por su traspaso. En el cuadro culé contó en sus dos primeras temporadas con la confianza de Salvador Artigas, Josep Seguer y Vic Buckingham, y con el técnico inglés al frente estrenó su palmarés con la obtención de la Copa en el curso 1970-1971. Se deshicieron consecutivamente de Villarreal, Athletic Club, Deportivo de La Coruña y Atlético de Madrid, y en la final derrotaron al Valencia en la prórroga por 4-3. Pina tuvo que abandonar el partido por lesión a los 31 minutos de juego.
En 1971 se produjo la llegada del fantástico entrenador neerlandés Rinus Michels, que junto a la de su compatriota Cruyff fue clave para volver a conquistar una liga después de tres lustros de sequía. Pina no superó la decena de goles hasta su eclosión en la campaña del título liguero, en la que fue el máximo goleador del equipo con 17 goles y el segundo del campeonato tras Quini. Junto a los neerlandeses, el peruano Sotil, Rexach, Asensi o Sadurní dominaron el campeonato con gran autoridad y dejaron al Atlético de Madrid a ocho puntos de distancia. Para el recuerdo de aquel curso quedan el 0-5 al Real Madrid, el 3-0 a sus vecinos pericos, el 4-1 a la Real Sociedad, el 2-4 al Sporting con hat-trick del asturiano o el 6-2 al Real Oviedo. Sin embargo, lo que parecía que iba a ser una supremacía en el fútbol español se quedó en un solo éxito. En la Copa de Europa de 1975 superaron al Linz, al Feyenoord y al Atvidabergs sueco, pero cayeron en las semifinales ante el Leeds de Lorimer, Jordan o Hunter por un global de 3-2. Mientras, en la liga su papel fue muy irregular y cerraron la campaña con un tercer puesto a enorme distancia del Real Madrid. La llegada de Weisweiler y la segunda etapa de Michels no mejoraron la situación, y Pina abandonó el equipo a final de la temporada 1976-1977 tras la pérdida paulatina de minutos y tras ser apartado del equipo por una salida nocturna. Jugó 357 partidos oficiales y marcó 84 goles.
Su siguiente destino fue el Atlético de Madrid, donde permanecería sus últimas temporadas como profesional. En la entidad colchonera, a las órdenes de Luis Aragonés, se hizo un sitio entre los Luiz Pereira, Leivinha, Leal, Ayala o Rubén Cano y disputó 24 partidos con 7 goles en su haber en el curso 1977-1978. La temporada siguiente fue más inestable en el club y pasaron tres técnicos por el banquillo: el uruguayo Héctor Nuñez, Luis Aragonés y el húngaro Ferenc Szusza. Pina fue un fijo para todos ellos y el 3 de diciembre, en la 12ª jornada de liga, se tomó la venganza de su anterior equipo. El Atleti visitó el Camp Nou y ganó 2-4 con dos tantos de Pina de falta, uno con cada pierna, ante los que no pudo hacer nada el portero culé Peio Artola. Los rojiblancos pelearon por la liga con el Sporting y el Real Madrid, pero finalmente los merengues aventajaron en cuatro puntos a los gijoneses y en seis a sus vecinos. La última campaña en activo de Pina fue la 1979-1980, donde participó en nueve partidos de liga y anotó un gol ante el Sevilla en el Calderón, poniendo fin a su carrera con 33 años al concluir la temporada.
Con la selección española fue titular en 15 ocasiones entre 1966 y 1975. Debutó de la mano del técnico Domingo Balmanya en un partido clasificatorio para la Eurocopa de 1968. Fue ante la República de Irlanda en Dublín y el duelo finalizó empate a cero. Un año después volvió a jugar un encuentro de esta fase clasificatoria, donde vencieron por 2-1 a Checoslovaquia, y posteriormente fue titular en el gran triunfo por 1-3 en un amistoso frente a Francia en el estadio de Gerland.
En 1968, ya con Eduardo Toba en el banquillo, disputó dos partidos en la búsqueda de un billete para el Mundial de México 1970. Los dos, contra Yugoslavia fuera y Bélgica en casa, finalizaron en empate, algo que dejó sin posibilidades al cuadro español de acudir al torneo.
En la década de los 70, Ladislao Kubala empezó a dirigir al combinado nacional y contó con Pina, aunque de forma esporádica. Un choque contra la URSS en el Sánchez Pizjuán clasificatorio para la Eurocopa de 1972 y tres amistosos, dos ante Grecia y uno contra Italia (victoria por 1-2), fueron sus primeras apariciones con el húngaro en el banquillo. El equipo español no había acudido a México 1970 y para obtener el pase para la Copa del Mundo de Alemania 1974 se jugó contra la Yugoslavia de Bajevic, Dzajic, Acimovic u Oblak. Pina salió de inicio la primera jornada de la clasificación ante los plavi en Las Palmas de Gran Canaria, donde empataron a dos. Jugó 17 minutos en el playoff de desempate que se celebró un año y medio más tarde en Frankfurt contra los yugoslavos. El defensor Katalinski marcó un tanto al inicio del partido y todos los intentos españoles por empatar fueron en vano.
El recorrido del interior asturiano en el equipo nacional terminó poco después, tras participar en un amistoso contra Alemania Occidental que ganó España por 1-0, y en dos choques de la clasificación para la Eurocopa de 1976 frente a Dinamarca (1-2 en Copenhague y 2-0 en Barcelona).
Al término de su carrera deportiva se instaló en Elche, donde compaginó los banquillos con sus negocios personales. Dirigió al Kelme y al Elche juvenil y a mediados de los noventa se hizo cargo del primer equipo ilicitano por unos meses, hasta que fue despedido. Su última experiencia en la parcela técnica también fue en el Elche, cuando requirieron sus servicios para la segunda vuelta del curso 2000-2001, donde mantuvo al equipo en la categoría de plata después de un encuentro vital ante el Compostela.
* Alberto Cosín.
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