Liga BBVA 2014-2015 / España / Fútbol
Un sistema lo hace bueno la elección de unos jugados adecuados para plasmarlo sobre el terreno de juego. Al menos en la mayoría de ocasiones es así. Luis Enrique arriesgó muchísimo en el Bernabéu. Le podría haber salido bien, en el fútbol todo es más fácil de analizar tras el minuto de 90, pero sí quedaba claro a priori que si el Barça no golpeaba cada vez que asomase por el área de Iker Casillas iba a sufrir mucho para mantener su portería a cero, y así fue. Apostó por la titularidad de Luis Suárez y le acostó sobre la banda derecha de inicio, con Messi en la zona central y Neymar tirado al costado izquierdo, donde es un auténtico maestro del engaño e hipnotiza rivales con facilidad, aunque con el paso de los minutos encontró en Carvajal un hueso muy duro de roer.
El Barça intentó sostener al equipo y soportar la carga defensiva que supone alinear juntos a Suárez, Messi y Neymar con Xavi e Iniesta como interiores. Busquets tenía que hacer milagros y pese a que mostró en el inicio del choque su virtud para robar en uno contra uno a campo abierto, con el paso de los minutos cada vez le costaba más. Por el costado izquierdo, Marcelo, Isco, Cristiano y Benzema cuando caía por ahí destrozaban a Dani Alves. Xavi llegó todas las veces que le dio el físico para ayudar, pero evidentemente el partido se le hizo largo. Iniesta sí tenía más facilidad para llegar a echar una mano a Mathieu con James, pero en líneas generales el Barça sufría mucho para tapar sus bandas. Durante la primera parte se sostuvo en el partido porque se movió muy bien arriba, especialmente Suárez y Messi para que lo aprovechase Neymar, pero a partir del 2-1, obra de Pepe de cabeza, el Madrid destrozó al Barça a la contra.
Ancelotti decidió mantener de inicio el 4-4-2 del partido de Anfield y le salió bien por varios motivos. El primero, por el sacrificio defensivo de James e Isco. Y luego hay que detenerse en Toni Kroos. Además de su facilidad para golpear córneres, se está adaptando de maravilla a jugar de mediocentro. Sin hacer ruido cada vez se coloca mejor, va manejando los registros del oficio en cuanto faltas tácticas e intuición de cuando ir a banda o no y mejora cuando se tiene que acercar a sus centrales en la fase defensiva.
Cuando el partido afrontaba el tramo final, Ancelotti prefirió mantener la ventaja que buscar más goles, y blindó el mediocampo con Illarramendi y Khedira. Al Madrid le salió bien el plan, probablemente porque tenía más claro lo que quería hacer. El Barça está a tiempo de hacer muchas cosas, pero debe elegir.
* Alberto López Frau es periodista.
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