Lucha de gigantes

por ISMAEL LEDESMA el 3 mayo, 2016 • 23:55

1.- Con el paso de los años, recordaremos estas semifinales de Champions de 2016. Calderón y Allianz Arena. Atlético de Madrid y Bayern de Múnich. «Aquello sí que fue pura Copa de Europa», diremos.

2.- Una batalla futbolística en la que Guardiola golpeó primero. Entre las novedades, Boateng como central zurdo, Ribéry en la derecha y Müller por detrás de –o junto a– Lewandowski. El Bayern, con superioridad desde atrás en el tres contra dos cuando Xabi Alonso, gladiador y artesano a partes iguales, ayudaba en la salida de balón. Por delante, hasta cuatro jugadores ente líneas buscando encontrar los espacios que en la ida no supieron ver.

3.- El Atlético de Madrid defendía de inicio en 4-4-2, pero pronto pasó al 4-5-1 porque Griezmann corría más hacia atrás que hacia delante. Solo se jugaba en el campo de los colchoneros, lo que obligó al repliegue bajo del Atlético, líneas muy juntas y cierre de pasillos interiores. Como novedad táctica, Guardiola varió la posición de sus jugadores. Alaba, en fase ofensiva, era un interior más, situado siempre a la espalda de Gabi y Augusto. Lo mismo intentaba Douglas Costa, el futbolista con más desborde de su equipo, que trataba de desordenar –y separar al doble pivote rojiblanco– para encontrar los espacios.

4.- La jugada recurrente de los bávaros era mover y atraer por derecha para buscar el segundo palo (Lewandowski o Müller) contra Juanfran. El Bayern de Múnich lo estaba haciendo todo bien. Veloz circulación de balón, avance en conjunto, pressing agresivo y capacidad de llegada al área. Sus primeros 30 minutos fueron un vendaval futbolístico. Solo faltaba el gol, que llegó tras una falta de Xabi Alonso al borde del área. Giménez tocó el balón y desvió el balón.

5.- Poco después, se dio uno de sus momentos que, probablemente de haberse solventando de otro modo, hubiera cambio la eliminatoria. Un agarrón dentro del área del mismo Giménez a Javi Martínez posibilitó que Müller tuviera la opción de poner el 2-0 y tener, después de 125 minutos, la eliminatoria de cara. Oblak, también en el rechace a Xabi Alonso, lo evitó. El portero esloveno destila grandeza por los cuatro costados.

6.- En el descanso entró Carrasco por Augusto, con el objetivo de estirar el equipo Simeone sabía que podían aguantar 45 minutos más defendiendo en campo propio, pero necesitaba salir de vez en cuando en transición ofensiva para asustar al rival y poder respirar. Y lo hizo. Robo de balón, Torres para Griezmann –al filo del fuera de juego– en el desmarque de ruptura, y gol. Lo que Guardiola quería evitar y consiguió casi siempre, menos una vez. El oportunismo y la eficacia del Atlético le acercaba a Milán. Seguramente, Griezmann sabría que no tendría muchas más opciones. Y Neuer y el Allianz intimidan a cualquiera. Pero el Atlético de Madrid y el “principito francés” nunca dejan de creer.

7.- Guardiola dio entrada a Coman por el hoy menos acertado e inspirado Douglas Costa, pero el segundo gol llegó por el otro lado, donde Ribéry era un martirio ante Juanfran. El partido del jugador francés, como el de Xabi Alonso, resumen a la perfección el nivel y la eliminatoria de este Bayern de Múnich. Si hay que caer, que sea siempre de esta manera. El tuya-mía entre Ribéry y Alaba acabó en un balón al segundo palo para el guerrero Vidal, que habilitó a Lewandowski. Quedaban casi 20 minutos que iban a ser, y no era fácil, mejores que todo lo anterior.

8.- Porque el Bayern lo intentó todo. Tras centros laterales, a balón parado, con disparos desde fuera del área, utilizando a Lewandowski como pívot de baloncesto, buscando el juego posicional desde atrás… y pese a ello, todo pudo acabar con el penalti que Fernando Torres tuvo la oportunidad de transformar, pero donde se encontró a Manuel Neuer. Los últimos minutos del partido fueron un asedio. Un conjunto intentándolo con juego y pasión, el otro resistiendo con cabeza y corazón. El mejor equipo colectivo en materia ofensiva de Europa ante el superlativo e insuperable en parcelas defensivas Atlético de Simeone. Se impusieron los segundos, no en el partido (2-1), pero sí en la eliminatoria.

9.- El éxito o el fracaso no puede depender de un resultado cuando has puesto todo el juego para alcanzarlo. Hasta 33 remates a portería hizo el Bayern de Múnich, el que más ante los colchoneros desde que Simeone se sienta en el banquillo (en cualquier competición). Cuando compites y llegas hasta el penúltimo paso, cuando has puesto todo el trabajo, el esfuerzo y el fútbol para ser finalista europeo, y un excelente rival con un supremo portero lo evitan, nada puede ser reprochable. «Son el mejor rival al que me enfrenté, nunca jugando ante un equipo así», señaló Simeone. «En la primera parte nos han pasado por encima, han sido mejores que nosotros», dijo Griezmann. La gente del fútbol sí reconoce la grandeza del que hoy perdió.

10.- El Atlético de Madrid ha alcanzado la final ganando dos partidos de seis desde los Octavos. No necesitó más, agarrado siempre a ese espíritu competitivo que ya ha catapultado a este equipo a la categoría de leyenda. Con el paso de los años quizá no se recuerde la brillantez de su fútbol –que algunos ridiculizan pero que es tan legítimo como cualquier otro–, pero sí se honrará la figura de un entrenador, Simeone, y unos jugadores, que han alcanzado dos finales de Champions League en tres años. Junto a la Europa League conquistada en 2012, los colchoneros han llegado a tres finales europeas con el técnico argentino en solo cinco cursos. Y un dato que no es casualidad: en sus siete semifinales de Champions League, todos los equipos que eliminaron al conjunto de Guardiola (dos las ganó) se proclamaron campeones. Dos gigantes que honraron al juego.

y 11.- El Atlético estará en Milán. Pocos podían imaginar, cuando cayó en Lisboa, que solo dos años después volvería a disputar una final de Champions League, previa eliminación de Barça y Bayern. Con Simeone y el Atlético nada es casualidad.