Perarnau Magazine
"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
Los Timbers, sin miedo ante el reto de Columbus
Columbus Crew y Portland Timbers protagonizarán la final de la vigésima temporada de la MLS después de hacer descarrilar a los dos líderes de conferencia. Tanto New York Red Bulls como Dallas se quedaron sin fuelle, ideas ni moral para dar el paso definitivo y citarse en la lucha por el título. La extrema organización táctica del Crew y la osadía de los Timbers terminaron por imponerse sin necesidad de dramas de última hora en forma de prórrogas o tandas de penaltis. Los intentos de Dallas por intentar enjugar la diferencia de dos goles terminaron siendo controlados, y el disparo al palo de Bradley Wright-Phillips que hubiera llevado a los Red Bulls al tiempo extra hubiera supuesto demasiado castigo para Columbus, muy superior en los 180 minutos.
- Dallas 2-2 Portland Timbers (Hollingshead, Pérez | Adi, Melano)
El equipo de Portland no tiene vértigo. Su presencia en los playoffs estuvo puesta en duda hasta última hora y terminó llevándose la tercera posición de la Conferencia Oeste. Los de Caleb Porter se vieron con un pie fuera en la repesca frente a Sporting Kansas City y su portero Kwarasey se vistió de héroe en el penalti decisivo. Llegaban al Clásico de Cascadia con la desventaja de jugar la vuelta a domicilio y barrieron a Vancouver Whitecaps, enemigo íntimo desde hace más de 40 años, con su fútbol. Dallas confiaba en la juventud que defiende por bandera para remontar el 3-1 favorable a los de Oregón en césped artificial y se encontraron con un 2-2 en su propia casa que apartaba a los talentosos Mauro Díaz y Fabián Castillo del anillo.
Si los leñadores echaran la vista atrás podrían verse abrumados por todas las barreras que han ido saltando en el último mes, desde que en la prensa regional comenzara a apuntarse la posibilidad de que Caleb Porter dejara el banquillo por incumplir los objetivos. Infravalorar a Portland de cara a la final del próximo domingo sería una temeridad, y ni siquiera el factor campo favorable a Columbus puede llevar a la conclusión de que los Valeri, Adi, Melano, Nagbe y compañía parten como los tapados de esta final.
- New York Red Bulls 1-0 Columbus Crew (Abang)
Columbus, por su parte, no ha tenido que reafirmarse tanto como su rival el próximo domingo, pero también ha ido superando pruebas de cierta complejidad. Gregg Berhalter dispone de un equipo muy conjuntado en el que cada uno tiene claras sus limitaciones, y en la final uno de los motivos que ha terminado dándole el billete a luchar por el anillo ha sido la profundidad de banquillo.
Precisamente esa existencia de un plan b es la que le ha faltado a los Red Bulls, incapaces de reaccionar desde el momento en el que Meram castigó la portería de Luis Robles -mejor portero de la MLS 2015- a escasos segundos de comenzar la eliminatoria. Abang, uno de los eternos suplentes de los taurinos, puso algo de picante a una eliminatoria con cierta polémica arbitral, pero su tanto no fue decisivo para que el campeón del Supporters Shield justificara su favoritismo. La franquicia de Nueva York con sede en Nueva Jersey, una de las fundadoras de la competición, suma ya 16 playoffs sin obtener el máximo trofeo, configurando una sombra de equipo maldito que comenzó en su primer partido oficial, frente a New England Revolution, cuando perdió 1-0 con un gol en propia puerta del italiano Nicola Caricola en el último minuto. La gloria parece no estar predestinada para el equipo de Jesse Marsch, que como mal menor disputará la próxima temporada la Champions League de la CONCACAF.
Sí conoce las mieles del éxito la franquicia de Ohio, que intentará ganar un nuevo trofeo para añadirlo al que luce en sus vitrinas desde 2008, cuando a la Pandilla la lideraba el argentino Guillermo Barros Schelotto. Mucho ha cambiado desde entonces tanto en la liga como en la franquicia, que este año estrenaba nuevo escudo, pero sobre el césped vuelve a tener el liderazgo de un jugador albiceleste. El relevo del Mellizo lo ha tomado Federico Higuaín, hermano mayor de Gonzalo. Después de saber sufrir y gestionar los últimos noventa minutos ante los Red Bulls, el Pipa, Kamara, Finlay y Meram no permitieron que el champán corriera por los vestuarios del Red Bull Arena tras recibir el trofeo de campeón de conferencia. Las botellas se quedaron en la nevera hasta el próximo domingo. La final de la MLS Cup 2015 está servida.
*Agustín Galán es periodista.
– Foto: Craig Mitchelldyer (Portland Timbers)
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