El Barça parece un equipo que concede demasiadas ocasiones de gol, que sufre mucho en defensa y pone demasiadas veces a prueba a Víctor Valdés. Si se da un vistazo a las estadísticas de todos los equipos de primera división, está afirmación no se podría mantener ya que está alejada de la realidad.
El Barça es el equipo que menos disparos concede en toda la Liga BBVA: 9,4 por partido. Le sigue, a poca distancia, el Atlético de Madrid, con 9,8. El Madrid, el otro equipo que pelea por ganar la liga, concede 12,1. Parece, mirando los números, que tanto mérito tiene Valdés como sus compañeros en ser el equipo menos goleado. Si tenemos en cuenta toda Europa, solo hay seis equipos que concedan menos disparos. El Bayern de Guardiola concede 8,4, siendo la Juventus el mejor equipo en este aspecto con tan solo 8 disparos.
Estas cifras son bastante parecidas a los del Barça de Tito Vilanova. El año pasado, el Barça concedía 9,1 disparos. No parece una gran diferencia. Sin embargo, sí que hay diferencia, bastante grande, en lo que se refiere a disparos a puerta. Este curso, el Barça está disparando 17,3 veces mientras que durante el año pasado tan solo lo hacía en 13,9 ocasiones por partido.
Estos números ayudan a entender algo la evolución que está intentando poner en práctica el Tata Martino. Manteniendo cierto orden atrás, está dotando al equipo de más armas ofensivas para intentar hacer más daño en ataque. Lo segundo lo está consiguiendo. Lo primero está en proceso, ya que, como él mismo dice, a veces los partidos se vuelven demasiado incontrolados.
Está por ver si logra controlarlos sin perder esa capacidad ofensiva mostrada hasta ahora. Porque ofensivamente los números de ataque están siendo superiores a los mostrados en la época de Guardiola. Teniendo como referencia el mejor año de esa etapa en cuanto a juego, la 2010-2011, el Barça de Pep chutaba 15,8 veces por partido y concedía 7,4 disparos. Una diferencia ligeramente superior entre lo que genera y concede que el Barça del Tata. El equipo de Guardiola controlaba mucho mejor los partidos, lo hacía a través de la posesión, sumando una media del 72,5 %. Ahora, el Barça del Tata está en 66,80 %. Hay diferencia sí, pero es que aquel Barça será muy difícil que sea alcanzado alguna vez en cuanto a nivel de juego
El fútbol es una manta corta que siempre deja algo al descubierto. Es labor del entrenador decidir qué prefiere tener cubierto en cada momento e intentar que la manta ocupe el espacio más débil de su equipo. Con todas las cosas que quedan por mejorar, que son muchas, hasta el momento las sensaciones parecen peores que los números.
Estos, tanto en resultados como en estadísticas indicativas del nivel de juego, expresan que la salud del equipo es buena. Habrá que ver si lo suficientemente buena como para poder competir con otros equipos. Al fin y al cabo, solo se ha jugado un cuarto de la temporada. Queda mucho por analizar todavía.
* Daniel Arias.
– Foto: Ara
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