Los más sobrepagados

por DANIEL ARIAS el 11 enero, 2013 • 16:39

El deporte americano tiene defectos. No todo es perfecto, ni copiable de su modelo. Pero en algunas cosas están a años luz de Europa. Una de ellas es la publicación de todo contrato que se firma en las grandes ligas (NFL, NBA, NHL y MLB). Es posible conocer que es lo que cobran todos los integrantes de esas ligas y los años de duración.

Eso permite hacer análisis más ajustados de los jugadores, ya que no se puede valorar por igual a quien cobra 15 millones que al que cobra la mitad. El nivel de exigencia debe ser diferente. Por eso es muy común hacer rankings de los jugadores más sobrepagados de las ligas. La web americana Business Insider publicó un amplio análisis en el que intentaba identificar los jugadores de la NBA que están cobrando un salario más elevado de lo que, por su contribución al equipo, merecerían.

Para que no fuese subjetivo, todo el análisis lo hicieron a partir de las estadísticas. Sin embargo, creemos que hay un factor que debería complementar el análisis. Saber qué es lo que hay en el mercado por ese precio para contemplar si se podría sustituir por una pieza que aporte lo mismo o más que el jugador teóricamente sobrepagado.

Teniendo en cuenta esta premisa, nos atreveremos a exponer a continuación los cinco jugadores de la NBA que menos aportan a su equipo en función de su salario, obviando a aquellos que por las lesiones no tienen una contribución acorde a lo esperado, ya que hay que valorarlos cuando se encuentren sanos.

Por eso, no mencionaremos a jugadores como Nene Hilario o Andrew Bogut, ya que su físico no les está dejando jugar a su máximo nivel. Ni tampoco a Maggette o Turkoglu, que tras firmar un gran contrato se lesionaron y ya nunca más han alcanzado el nivel que les hizo merecedores de esos emolumentos.

Nuestros cinco hombres son:

BEN GORDON (ESCOLTA)

Para el recordado Andrés Montes, Gordon sería el presidente de honor del club Se dejaba llevar. Sus primeros años en la competición fueron extraordinarios, llegando a superar los 20 puntos de promedio por partido y una sensación de estar ante un escolta decisivo, capaz de ser la primera opción de ataque de un equipo ganador.

Eso es lo que vio en él Joe Dummars, general manager de los Pistons cuando le ofreció 55 millones de dólares por 5 años para liderar la reconstrucción de una franquicia que veía cómo la generación de los primeros años de siglo se apagaba. Fue firmar el contrato y no pasar jamás de los 14 puntos de media, bajando sus registros tanto en asistencias, como rebotes y empeorando su selección de tiro.

Hoy en día está en alrededor de 13 puntos por partido y el año que viene, el último de su contrato, cobrará 13 millones de dólares. Por ese precio, y mucho menos, hay jugadores que ofrecen mucho más (Danny Granger de los Pacers, por ejemplo). Ahora mismo, Gordon, a pesar de ser el mejor pagado de la plantilla, es suplente en uno de los peores equipos de la NBA: los Charlotte Bobcats.

DEsAGANA DIOP (PÍVOT)

Lo de este chico es un enorme misterio. Sin haber hecho jamás una temporada por encima de los 4 puntos por partido, ni alcanzar porcentajes de tiro por encima del 50 %, ni tener una capacidad taponadora cercana a los niveles de Ibaka, firmó un contrato extraordinario para lo ofrecido en sus primeros años en la liga.

A todo esto podemos añadir que no había jugado más de 20 minutos en ningún equipo cuando los Bobcats le firmaron un contrato por 5 años y 6,5 millones de dólares de media. Como cabía esperar viendo su trayectoria anterior, sus números no fueron diferentes en la franquicia de Jordan. Al contrario, ahora son peores, ya que es un jugador casi marginal siendo el tercer mejor pagado de su equipo.

Hoy en día, en la NBA hay pívots que están dando sus primeros pasos y que tienen unos números que algunos esperaban que ofreciese Diop. Gente como Drummond, Kanter o Ed Davis son solo una pequeña muestra de ello.

Acaba contrato esta temporada y es de esperar que ya nadie más pique en el anzuelo de su extraordinario físico.

ANDRIS BIEDRINS (PÍVOT)

Lleva toda la vida en la misma franquicia. Tiene todavía 26 años y esta es su novena temporada. Firmó en el año 2008 un contrato por 6 años y 9 millones de dólares anuales. La primera temporada fue aceptable, rondando las doble figuras en puntos y rebotes. A partir de ahí, la nada.

La franquicia de los Warriors esperaba de él una proyección mucho mayor. Los técnicos veían que podían tener un jugador desequilibrante, capaz de imponerse en la pintura a los mejores jugadores de la liga. Poco a poco se fue acomodando y pequeñas molestias físicas se convertían en largas ausencias. Todos comenzaron a dudar de él.

Ahora nadie lo hace, saben lo que hay. Su papel es más que anecdótico, aunque su elevada ficha hipoteca a un equipo joven que está siendo una de las sensaciones del año y que ve como uno de sus jugadores mejor pagados no aporta nada. Un gran lastre que ya dura demasiado y que ha obligado a los Warriors a saber competir a pesar de él.

EMEKA OKAFOR (PÍVOT)

La trayectoria en la liga de este jugador va cada año a menos, siempre lo que viene es peor de lo que deja atrás. Sus primeros años fueron más que buenos, con cuatro temporadas seguidass con más de 10 puntos y 10 rebotes, liderando la liga en tapones y siendo uno de los mejores defensores de la competición.

Estos números le hicieron merecedor de un gran contrato. Los Bobcats le firmaron uno en el año 2008 por 6 temporadas y 72 millones de dólares. Se esperaba de él que fuese alguien que desde la defensa decidiera partidos y ayudase a su equipo a ser campeón. Los Hornets se hicieron con él cuando se les fue Chandler.

Tomando de referencia al actual center de New York, Okafor tendría que devolver todo lo ganado. Incapaz de ser decisivo en ninguna parte de la pista, su carácter conformista no le permite parecerse al de sus primeros años. Los Wizards tienen en él uno de los principales problemas a la hora de reconstruir un equipo que es uno de los peores de la NBA, ya que, si no lo traspasan antes, van a tener que cargar con él hasta la temporada 2014.

KRIS HUMPHRIES (ALA-PÍVOT)

El jugador de los Nets firmó este verano un contrato que lo situaba dentro de la élite de la liga: dos años a razón de 12 millones de dólares anuales. Era la recompensa, quizá excesiva, a dos temporadas muy buenos en los que promedió dobles figuras en puntos y rebotes.

Sobre todo ayudó su buen entendimiento con Brook López. Juntos formaban una de las más prometedoras parejas de interiores. Por arte de magia, su aportación ha caído este año, dando la razón a aquellos que pensaban que el contrato firmado estaba muy por encima de su valor de mercado.

Ayuda a ello el hecho de que gente como David Lee, Joakim Noah o Josh Smith promedian números muy superiores a los que hizo Humphries los años anteriores a la firma del contrato. Por suerte para su equipo, el dinero no es problema, aunque al tener esa posición muy bien cubierta hubiese sido mejor destinar esas cantidades a reforzar el tiro exterior.

Seguramente hay más jugadores que merezcan estar en esta lista. Estos cinco nombres son solo un ejemplo de cómo puede afectar un gran contrato en la actitud de un jugador y cómo, al mismo tiempo, hipoteca la trayectoria de un equipo. Por suerte para algunos dirigentes del deporte europeo, es imposible hacer estos estudios en el viejo continente. Seguro que nos llevaríamos muchas sorpresas.

* Daniel Arias.

Seguir a @arias_loepz

– Fotos: Chuck Burton (AP) – Kevin Hagen (New York Daily News) – Ben Margot (AP)