1.- Al Barça se le había puesto cara de campeón de Liga y eso, indefectiblemente, afloja los tobillos. Y la pequeña maratón que tiene por delante, con ocho partidos en 28 días, exigía una gestión de la plantilla que contribuya a salvar la travesía sin dejar demasiados heridos. Ambos factores dan un Barça de pulso bajo, conscientes que a partir de ahora habrá tres clases de partidos: los grandes, los medios y los inevitables.
2.- Con entrenadores diversos, el Granada lleva años haciendo sudar al Barça en Los Cármenes. Con Lucas Alcaraz al frente y Chus Cañadas en la estrategia, los granadinos se sienten poderosos y emocionalmente soberbios, convencidos de su potencial para salvarse, capaces de taparse atrás a partir de un Mainz imperial, girar alrededor del excelente Mikel Rico y abrir por la banda del imparable Ighalo. Con Aranda torturando a Mascherano, el equipo local era más roca que arena, más castillo que playa abierta.
3.- Pero incluso con el pulso bajo, empezando al paso, en modo eco (de economizar), este Barça acumula un volumen de juego inaudito. Deja pasar unos primeros minutos como quien mira el paisaje y transcurrido el prólogo rompe la monotonía y se introduce a por faena. Cesc y Thiago rodean a Busquets como interiores, permutando los costados en busca del orificio que no llega, en tanto Pedro y Alexis forman como atacantes abiertos ma non troppo, con tendencia a orientarse hacia dentro.
4.- Ighalo hace daño por velocidad en la banda izquierda del Barça, donde ni Mascherano ni Busquets llegan a él, una vez desbordado Adriano, esmerado en el ataque pero desacertado en defensa como muestra el primer gol local, que le pilla cubriendo hacia dentro y regalando toda la banda para un centro fácil. La mala cobertura de Alves sobre Nolito y el tradicional desbarajuste defensivo en cualquier balón lateral facilitan el adelanto granadino.
5.- El gol, sin embargo, llega tras un error previo de Alexis en la finalización de una acción atacante que, desde fuera, parecía sencilla. Al error del delantero le sucede una mala transición defensiva del equipo al completo, culminada en el desacierto de Adriano y el desconcierto defensivo.
6.- Ha sido otra noche de errores de Alexis en todos sus controles importantes, lo que incrementa la sensación de atacante fallido en el chileno, aunque su potencial se desparrame en otras acciones que sí resultan fructíferas para el equipo. De hecho, se da la paradoja de que con él sobre el campo el Barça ha sido más agudo y el Granada ha padecido más que cuando ha entrado Tello quien, sin embargo, ha generado mejores ocasiones que Alexis, desperdiciándolas por igual. El asunto Alexis ya tiene definitivamente dos bandos: el del cuerpo técnico sosteniéndole y el de numerosos aficionados y analistas firmándole el finiquito.
7.- El juego del Barça ha transcurrido básicamente en una secuencia muy repetida: aproximación tranquila a la zona de tres cuartos, donde el Granada esperaba replegado en 4-4-1-1, búsqueda de Messi, sobre quien se lanzaban tres mediocentros locales para cerrarle el paso, y apertura del argentino al costado izquierdo para Alexis o Adriano (o Alba después). Repetido y fácil. Mal finalizado siempre, pero repetido y fácil por más esmero que le ponían Torje, Recio, Rico e Ighalo en tapar esa vía.
8.- En la segunda mitad, el Barça ha girado la orientación de su juego, optando por la derecha. Pedro fluía hacia el ‘9’, dejando la banda para Alves y Messi se ha tirado hacia su vieja parcela para combinar con el brasileño. El equipo jugaba por dentro con Busquets y Cesc y abría hacia Alves sin cesar, la vieja receta cuando rival está cerrado y regala por fuera, ya con la sensación de que la remontada no tendría excesiva dificultad.
9.- A los 70 minutos, empatado el marcador, el partido olía a Iniesta y al consiguiente nuevo giro a la izquierda, pero llegó Don Messi para el 301 y ni siquiera hizo falta emplear el perfume que traía el dorsal 8. Convirtiendo los libres directos en penalties inapelables, Messi va alcanzando tal magnitud que en el futuro costará horrores resumir lo que fue y lo que supuso. No le arriendo la ganancia a quien deba escribir la historia de este fenómeno: necesitará una enciclopedia.
y 10.- Además del récord de Messi y esos nuevos tres puntos que le van poniendo la camiseta de campeón, al Barça no le dejó mucho más el partido, que siempre tuvo aroma oficinesco para el equipo de Roura, desmadrado al final cuando apretó el Granada, con Valdés salvando dos puntos en la última ocasión (más puntos en su currículo), y consciente de que a partir de ahora habrá partidos de tres categorías: los grandes, los medios y los inevitables.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal