"Hay que recordar que quienes escriben para los imbéciles siempre tienen un numeroso público de lectores". Arthur Schopenhauer
El Mundial de bádminton regresó a Yakarta (Indonesia) 26 años después para coronar a Yunlei Zhao como la mejor jugadora de la historia del campeonato y a Carolina Marín como la mejor europea y para demostrar que Chong Wei Lee es un jugador maldito en las finales.
Individual masculino
Long Chen y Chong Wei Lee no tuvieron problemas para repetir la final del año pasado. Chen resolvió sus cuatro partidos por 2-0, mientras que Lee necesitó de un tercer set en segunda ronda ante el bicampeón europeo Marc Zwiebler.
Chen venció a Lee por 21-14,21-17 en la primera final individual masculina donde un jugador no llega a 18 puntos en ningún set con el vigente sistema de puntuación. Es el octavo oro seguido para China (2006-2015), e iguala el récord individual de las chinas (2001-2011) roto por la tailandesa Inthanon en Cantón 2013.
El malasio Lee es el segundo jugador de la historia en jugar cuatro finales mundiales individuales (el chino Dan Lin tiene seis), pero su resultado ha sido el mismo de siempre, tanto en mundiales como en Juegos Olímpicos: seis derrotas.
La maldición que persigue a Lee le tiene como el jugador con más finales perdiéndolas todas (4) y la segunda persona que ha perdido cuatro finales de mundiales entre todas las categorías, junto a la china Ling Gao, que perdió dos en dobles y otras dos en mixto. Pero hay que recordar que aunque Lee ha perdido cuatro finales, solo se le pueden contar tres platas porque fue descalificado por dopaje del pasado mundial.
Los bronces fueron para el japonés Kento Momota, primer hombre de su país que consigue medalla individual, y para Jan Jørgensen, que prolongó la mala racha de los daneses en semifinales mundialistas –cinco derrotas seguidas– que no ganan una desde 2001.
Individual femenino
Pese a llegar con dudas por una inoportuna lesión un mes antes del mundial, Carolina Marín demostró que lo del año pasado en Copenhague (Dinamarca) no fue casualidad y revalidó su título de campeona mundial. Marín tuvo que remontar un set en su primer partido ante la malasia Tee y jugar el tercer set en otros dos encuentros, pero en la final hizo su mejor partido del campeonato y no dio opción a la india Saina Nehwal.
Marín es la quinta jugadora con dos títulos mundiales individuales (la cuarta que lo hace de manera consecutiva) y, en un deporte dominado abrumadoramente por los asiáticos, se convierte en la segunda persona europea con dos títulos mundiales en una misma modalidad, tras el danés Thomas Lund en dobles mixto (1993 y 1995).
Saina Nehwal, que pese a perder la final arrebató el número uno del ranking mundial a la española, consiguió con su medalla de plata el mejor resultado de la India en cualquier categoría del mundial.
Los bronces fueron para la surcoreana Sung y para la sorprendente jugadora local Lindaweni Fanetri, que remontó un set en tres rondas seguidas (segunda ronda, octavos y cuartos) para ser la primera indonesia con medalla individual desde el bronce de Susi Susanti en 1995.
Dos jugadoras chinas, Shixian Wang y Yihan Wang, llegaron a cuartos de final, pero perdieron ante las futuras finalistas, por lo que China se quedó sin medalla individual femenina por primera vez desde Yakarta 1980, edición en la que, como en la primera disputada en Malmö (Suecia) tres años antes, China no participó.
Dobles masculino
A diferencia de lo ocurrido hace 26 años, esta vez Indonesia sí pudo conseguir un título mundial jugando en casa gracias a la pareja Mohammad Ahsan/Hendra Setiawan. Los indonesios sufrieron en sus dos primeros partidos, pero ganaron por 2-0 sus encuentros de cuartos, semifinales y final para conseguir el segundo título mundial juntos, tras el de 2013. Para Setiawan, campeón en 2007 junto a Markis Kido, es su tercer oro con el que iguala el récord de títulos mundiales de una persona indonesia de Lilyana Natsir.
China, ausente del podio en esta categoría en Copenhague 2014, regresó a él con el dúo Xiaolong Liu/Zihan Qiu, pero lo hizo perdiendo su primera final mundial en dobles masculino desde 1989 (a partir de ahí había ganado las cuatro que jugó).
Los bronces fueron para Endo y Hayakawa, que dieron a Japón su segunda medalla en dobles masculino, tras el bronce de Sakamoto/Ikeda en Kuala Lumpur 2007, y para los surcoreanos Lee y Yoo. Para Yong-Dae Lee es su sexta medalla (cinco en dobles, uno en mixto). No tiene ningún oro, por lo que iguala el récord de más preseas sin títulos de la danesa Rikke Olsen (dos bronces en dobles y cuatro más en mixto).
Dobles femenino
Las danesas Pedersen y Rytter Juhl rompieron en parte la hegemonía asiática colándose en la gran final por primera vez para una pareja europea desde las suecas Bengtsson y Magnusson en Copenhague 1991, pero no pudieron culminar la hazaña.
El oro, remontando un set en la final por tercera vez en la historia de la modalidad (1995, 2009, 2015) fue para Qing Tian y Yunlei Zhao. Es el decimotercer título mundial seguido de China en dobles femenino (1997-2015), récord en cualquier categoría. El oro permite a Yunlei Zhao igualar el récord de seis medallas en dobles de sus compatriotas Ling Gao (mujer) y Yun Cai y Haifeng Fu (hombres).
A las danesas, a parte de conseguir el mejor resultado de la historia de su país en dobles femenino, les queda el pequeño consuelo de haber ganado el segundo set con más puntos en la historia de las finales mundiales de bádminton. Pedersen y Rytter Juhl vencieron el primer parcial por 25-23, una puntuación solo superada por el 28-26 del tercer y último set de la final masculina de dobles de 2007.
Los bronces fueron para Fukuman/Yonao (Japón) y para los anfitriones Maheswari/Polii, la primera medalla de Indonesia en esta categoría desde el bronce de Zelin/Nathanael en Glasgow 1997.
Dobles mixto
La última final por comentar fue la primera en disputarse y la única copada por jugadores del mismo país, China. Nan Zhang y Yunlei Zhao no tuvieron apenas problemas ante sus compatriotas Cheng Liu y Yixin Bao y repitieron su título de 2014 para convertirse en la segunda pareja de la historia en conseguirlo, tras los surcoreanos Joo-Bong Park (él) y Myeong-Hee Chung (ella), campeones en 1989 y 1991. El danés Thomas Lund también ganó oros seguidos en el mixto (1993 y 1995), pero con compañeras diferentes.
No contenta con repetir el oro en mixto, Yunlei Zhao repitió su doblete de oros en dobles y mixto, y para esa hazaña sí que no hay precedente alguno. Zhao se va de Yakarta como la persona con más medallas en la historia del mundial entre todas las categorías (10) y también como la persona con más títulos (5), empatada con el chino Dan Lin y el surcoreano Joo-Bong Park.
China también consiguió uno de los bronces (Chen Xu/Jin Ma) y el otro fue para Indonesia con Ahmad/Natsir, lo que permite a Lilyana Natsir ser la persona con más medallas mundiales en dobles mixto (6).
Y además…
Uno de los jugadores que más veces se ha quedado a las puertas de ganar un grande por fin tuvo su recompensa. Jason Day afrontó como líder la última ronda por tercer major consecutivo, pero esta vez sí pudo mantener la primera posición y acabó conquistando el título y un récord largamente perseguido: terminar un grande con 20 bajo par.
El título de Day, el primero de un australiano en el torneo desde Steve Elkington en 1995, adquiere más valor al haber superado a Jordan Spieth, número 1 del mundo y que ha completado una temporada de grandes colosal: campeón en el Masters y US Open, cuarto en The Open y subcampeón en el US PGA. Los cuatro grandes del año entre los cuatro primeros, como Jack Nicklaus (1973) y Tiger Woods (2005).
La ciudad francesa de Pau despidió la Copa del Mundo 2015, que tuvo a campeones conocidos en las cinco categorías, pero curiosamente solo repitió un ganador de 2014: la austriaca Corina Kuhne en K1. El resto de títulos fueron para Kauzer (K1), Beňuš (C1), Klauss/Péché (C2) y Jessica Fox (C1 femenino). Es la segunda vez en la historia que todos los ganadores de la Copa del Mundo ya habían logrado un título anteriormente (ya se había visto en 1995).
La Copa del Mundo está a un mes de su inicio, y hubo tres grandes partidos de preparación esta semana. Nueva Zelanda ganó la Bledisloe Cup al batir a Australia por 41-13 y lograr su 34ª victoria consecutiva en el Eden Park de Auckland (Nueva Zelanda) en el partido en el que Richie McCaw estableció el récord mundial de internacionalidades con 142.
En Twickenham (Londres), Inglaterra ganó por 19-14 ante Francia y consiguió su quinta victoria seguida como local ante los franceses, su mejor marca desde 1949.
Sudáfrica se tomó la revancha con Argentina venciendo en Buenos Aires (Argentina) por 12-26 en la primera visita de los Sprinboks a los Pumas en la que no reciben ensayos.
En un partido de más de tres horas, Andy Murray acabó con la racha de Novak Đoković, que había ganado sus 30 últimos partidos y 12 últimas finales (esto último es récord histórico) en torneos Masters 1000. Con este título, Murray iguala el récord de tres entorchados de Agassi, Nadal y Đoković en el torneo canadiense cuando este ha sido Masters 1000.
En dobles, el título de los Bryan les permite igualar el récord de cinco títulos en Canadá del indio Mahesh Bhupathi.
La final femenina empezó haciendo historia –hubo tie break en los dos primeros sets por primera vez en la final de un Premier Mandatory/Five desde Zürich 2002– y lo acabó siendo aún más por la retirada en el tercer parcial de Simona Halep. La beneficiada fue la suiza Belinda Bencic, segunda jugadora que gana una final en torneos de esta categoría por retirada del rival tras Maria Sharapova en Tokyo 2009 (abandonó Jelena Janković).
El Eneco Tour, disputado en los Países Bajos y Bélgica, tuvo como ganador al mismo ciclista del año pasado, el belga Tim Wellens, que es el segundo corredor que vence la general en dos ocasiones ,tras el español José Iván Gutiérrez (2007 y 2008).
Australia ganó el undécimo mundial de su historia (en catorce ediciones) vengándose de Nueva Zelanda en la gran final (58-55). Había perdido ante el equipo neozelandés en fase de grupos por 52-47.
Es la segunda vez en la historia de este deporte exclusivamente femenino (al menos para competir en el campeonato del mundo) que alguien logra el oro perdiendo algún partido. En 1979, Trinidad y Tobago, Nueva Zelanda y Australia compartieron el título sufriendo una derrota cada uno (se jugaba en sistema de liga y no estaba contemplado ningún criterio de desempate).
La Copa del Mundo de Natación quiso aprovechar el tirón del reciente mundial con dos mítines que fueron una enorme decepción. En Moscú, la primera prueba celebrada en piscina larga desde Gotemburgo 1990, solo Katinka Hosszú dio brillo al evento imponiéndose en cuatro carreras (100 libre, 200 libre, 200 estilos y 400 estilos) y prolongando sus récords de Copa del Mundo de más victorias en total (127) y más victorias en pruebas distintas (13 al vencer por primera vez en un 100 libre).
Tres días después la competición se trasladó a Chartres (Francia), también en piscina larga, y Katinka Hosszú consiguió cuatro triunfos más. Entre ellos el de 200 estilos que le permitió superar el récord de victorias seguidas en esta modalidad que Yana Klochkova tenía en 21.
Tiflis vivió un partido vibrante, con los ataques superando continuamente a la defensas, que acabó en torno a las 01:30 hora local. El Barça empezó perdiendo, tuvo una ventaja de 4-1 y acabó ganando 5-4 en la prórroga con gol de Pedro.
Con este título logrado en la Supercopa con más goles y en la segunda final europea con más tantos (por detrás de la de la Copa de Europa 1960 que el Real Madrid ganó 7-3 al Eintracht Frankfurt), el Barça igualó el récord de cinco Supercopas europeas del AC Milan.
* David Fernández es estadístico.
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