"Todo lo que no está creciendo está muriendo. Crecer significa aprender y transformarte cada vez en una mejor versión de ti mismo". Imanol Ibarrondo
El partido entre el F. C. Barcelona y el PSG dejó la sensación de que por primera vez en mucho tiempo un rival en Europa había sido superior en juego al Barça. Para los que defienden que la estadística no sirve para explicar lo que sucede en un terreno de juego, seguro que lo que a continuación expondremos no les servirá de nada.
Ambos equipos llegaron al área parecidas veces (13 el Barça y 12 el PSG). También hay números similares en cuanto a disparos a puerta: el Barça disparó 18 veces (5 entre los tres palos) y el PSG 13 (7 bien dirigidos). Pero no siempre cada disparo es una ocasión de gol. El PSG generó 7 situaciones claras de gol, mientras que el Barça generó 5.
Es cierto que el partido se puede dividir en dos: con Messi en el banco y con Messi en el campo. En el primer partido sí fue mucho mejor el PSG. Las 7 situaciones de peligro vinieron en los primeros 60 minutos. El Barça con Leo en cancha generó dos, cuando hasta su entrada había generado tres.
Como hemos venido comentando en anteriores piezas, los momentos de más sufrimiento del Barça se dan cuando más lejos juega de la portería rival. El PSG alejó al Barça de su campo en la primera mitad, que se jugó en su propio terreno el 57 % del tiempo. Una vez más, cuando no pasa el 60 % o más del tiempo en campo contrario, el Barça sufre mucho. En la segunda mitad la cosa cambió y el Barça ascendió hasta el 64 % del tiempo jugado en el campo del rival.
En lo que se refiere a la posesión, el Barça tuvo la pelota el 66 % del tiempo del partido, tanto en la primera como en la segunda mitad. Aunque en primera instancia uno se fue con la sensación de que el Barça sufría mucho para mantener la pelota, lo cierto es que el número de pérdidas fue solo de 34 y completó el 80 % de los pases intentados. Para que se hagan una idea, en la vuelta contra el Milan el Barça perdió 54 balones. Por el contrario, en ese partido recuperó 84 aunque contra los franceses se quedó en 67.
Quizá, la razón está en que contra el Milan el Barça necesitaba arriesgar más y en cada pase intentaba superar una línea y buscar una situación clara de gol y contra el PSG se intentaba mantener más el control del partido. Algo que durante la primera mitad no se consiguió. Y quizá la explicación esté en el juego aéreo.
Según RAC1, durante el partido hubo 26 balones disputados en el aire: 11 en la primera mitad (todos perdidos por el Barça) y 15 en la segunda (de los que el Barça logró ganar 6, cuatro de ellos por Bartra). El defensa canterano dio aplomó por alto a la defensa culé, que veía cómo Ibra ganaba todos los duelos y siempre podía encontrar con facilidad a Moura o Lavezzi en la segunda jugada.
Por último, a pesar de que Messi jugó lesionado, el equipo no dejó de buscarlo. Intervino en el juego 18 ocasiones. Cesc, en el doble de tiempo y en la misma posición, intervino 33 veces. Esto nos llevaría a que Leo, siguiendo la misma progresión, hubiese intervenido 72 veces, que es más o menos lo que suele intervenir por partido.
Los números que mostramos son solo eso, datos de diferentes facetas del juego y que pueden ayudar a completar un análisis del partido. Parece claro que el PSG fue mejor hasta el minuto 60 y que a partir de ahí el Barça fue superior. Por suerte para los culés y por desgracia para los demás, Leo Messi juega de azulgrana.
* Daniel Arias.
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– Foto: Manel Montilla (Mundo Deportivo)
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