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1.- Lo que faltó al Real Madrid el año pasado para jugar la final de la Champions League fue el resultado de esta noche. El fútbol siempre te devuelve lo que te quita, o muchas veces. En algunas ocasiones tardará lustros, quizá décadas, y la esperanza de revancha se difuminará como huellas en la orilla de la playa. En otras, el retorno de lo perdido es casi inmediato. El miedo histórico a lo alemán del Real Madrid parece anularse este año y no puede ser más propicio el momento para no temer al alemán puesto que el mayor ogro es el Bayern.
2.- Lo que faltó en la plantilla presente en Madrid del Borussia Dortmund fue, en buena parte, el motivo por el que jugó la final de Wembley. Es más rápido decir quién sí estaba hoy sobre el tapete del Bernabéu que los que se quedaron en Alemania. Del mismo once que enfrentó al Madrid en la vuelta de aquellas semis solo estaban esta noche Weidenfeller, Piszczek, Hummels y Reus. Entre traspasados, lesionados y sancionados, el Dortumnd era una caricatura del que se metió en la final. Competente, por supuesto, pero una caricatura del espléndido conjunto de Klopp que Robben ajustició en Londres.
3.- La explosividad goleadora del Real Madrid contra el Schalke 04 en Gelsenkirchen puede parecer el antídoto al veneno que solía ser para los blancos jugar el partido de ida fuera de casa. Al contrario de la lógica implantada mundialmente, disputar la vuelta en casa solía ser contraproducente, porque casi siempre el resultado obtenido en la ida era muy negativo y complicado de remontar. Al Madrid, empezar en el Bernabéu es lo que le gusta. Con su gente, en el territorio conocido donde sabe cómo jugar, presionar, agobiar y terminar. Mejor que la fiesta se quede en casa y que el viaje sea turístico.
4.- Para este Dortmund ya mermado de por sí, el puyazo más doloroso es recibir un gol pronto y, a partir de ese instante, tener que organizarse desde el balón. Poder hacerlo, conceptualmente, lo puede hacer, está claro, pero sus características con Sahin como único creador y cuatro velocistas por delante invitan a la carrera, al vértigo ofensivo en arrancadas explosivas. Además, no estaba Lewandowski como pívot sobre el que hacer una pared para apartar contrarios, ni para rematar las jugadas organizadas. Jugó Aubameyang arriba sin casi aportar.
5.- Llegó a fluir con algo de continuidad cuando en la segunda parte la excesiva tranquilidad o la ausencia de resuello madridistas hicieron acto de presencia. Ahí Sahin se asoció con Marco Reus y los espacios entre la zaga y la medular blanca se entreabrieron. Apareció por fin Mkhitaryan como un enlace más entre líneas y siempre faltó una presencia más poderosa de Aubameyang, eliminado como peligro por Ramos y sobre todo por un inconmensurable Pepe.
6.- Fue uno de esos partidos que nos recuerdan lo magnífico central que es Pepe en aquellas ocasiones en las que lo olvidamos entre peleas y marrullerías. No se me ocurre un central más preciso en el arte de la anticipación que él, y de ello ha escrito hoy páginas y páginas para un manual de estudio. Da igual la fama de Bolt que tenga Aubameyang, porque Pepe le ganó todos los duelos directos que tuvo. Se anticipó a Reus, a Mkhitaryan y a Hofmann cuando entró. Salvó bajo la línea el 3-1 inmediatamente después del gol de Cristiano. Impoluto.
7.- Con Schieber en el campo, Klopp quería esa referencia semifija que le había faltado hasta la hora larga en la que entró el alemán. No tiene confianza en el suplente de Lewandowski para este tipo de choques y prefirió sacrificarlo. La influencia en el juego de Schieber fue finalmente nula porque su entrada coincidió con el carrusel de cambios de Ancelotti para reforzar el centro del campo. A partir de entonces, el Madrid no volvió a sufrir y con un poco más de tino, la renta habría sido sensiblemente más abultada.
8.- La cantidad de bajas a las que ha tenido que hacer frente el italiano no es tan ingente como la de su colega alemán, pero no es algo que se pueda pasar por alto. En un día, Ancelotti se ha quedado sin su banda izquierda titular. Primero fue Marcelo y hoy mismo ha sido Di María. Quién sabe si a la postre ha sido mejor el remedio improvisado que el método inicial. Coentrao ha manejado sin apuros a Reus las escasas veces que esre ha permanecido pegado a la derecha y tampoco ha sufrido a Piszczek. Y luego ha estado Isco.
9.- Se habla mucho del Espíritu de Juanito, hasta tal punto se menta al magnífico andaluz que el significado de dicha expresión empieza a perder fundamento, toda vez que el Real Madrid hace siglos que no le hace honor a lo que históricamente representa. Pero qué mejor homenaje a Juanito que un malagueño marque un gol y haga un partido sensacional el día en que se cumplen 22 años de su fallecimiento.
10.- Isco ha podido disfrutar porque el Madrid siempre ha sido superior al Dortmund en el centro del campo. Dos contra tres. Hoy sí funcionó el sistema; contra el Barça, por lo visto, no. La situación física lejos de la plenitud de Xabi Alonso hoy se ha intuido infinitamente menos porque Modric e Isco gobernaban solventemente la parcela ancha de terreno. La prueba de la preponderancia madridista han sido los robos altos. No siempre Sahin podía encontrar un pase claro, era imposible la perfección (lo cual no quita que el turco, junto con Weidenfeller, haya sido el mejor de largo de su equipo). Dos de las muchas pérdidas han acabado en gol.
11.- Venimos diciendo que la adaptación de Bale al colectivo está siendo lenta, que el británico tiende al individualismo en exceso. Lo sigue haciendo y es de suponer que algún día lo corregirá. Pero las cifras, sin acoplarse a la perfección, son escandalosas. Diecisiete goles y dieciséis asistencias de gol. El día que entienda en cada instante lo que requiere el conjunto va a ser legendario.
12.- El Real Madrid afrontará la vuelta con caballerosidad fingida, puesto que volcará todo el potencial disponible en Anoeta para no terminar de descolgarse de la lucha por la liga. Dirán que la eliminatoria no está cerrada y una tímida sonrisa en el rostro delatará su confianza extrema y realista. Desde hoy y hasta la fecha de la ida de semifinales, el Madrid tiene diecinueve días para aprovechar en España lo que se juegan Atlético y Barça en Europa.
y 13.- Seré breve en esto: Cristiano lleva un gol más que puntos tiene esta crónica. Y estamos en cuartos.
* Jesús Garrido es periodista.
– Foto: Javier Soriano (AFP)
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