1.- Pedro como símbolo de la noche. Como si se hubiesen quitado un peso de encima, de pronto un Barça liberado de responsabilidades, veloz, intenso y alegre. Sobre todo, alegre. Con la alegría del niño que disfruta jugando al fútbol sin pensar en otras exigencias: solo jugar por el placer de jugar.
2.- Pedro, Keita, Adriano, Thiago, Montoya, Pinto… Noche de subalternos encendidos. Pedro en modo on, punzante, veloz, eléctrico, aquella bala de 2009. Keita pinchando balones como si fuese Iniesta, quizás en su día más preciso como blaugrana… Aligerados por conocer que no hay cambio de rumbo, ni siquiera titubeos en la decisión institucional y que a Pep le sustituye Tito, el plantel salta a Vallecas con la sensación ligera de los días alegres.
3.- Nadie diría que esta había sido una semana de pinchazos y dolores. Perdidos Liga, Champions y entrenador en seis días, el rostro del equipo no mostró el menor rictus trágico. Al contrario, daba la sensación de que todos habían rejuvenecido, al hilo de un Puyol explosivo, como si el nombramiento de Tito Vilanova fuese la recarga del depósito emocional de este colectivo, su nueva gasolina. Por resolución de los interrogantes o por excitación ante el porvenir. O por ambas.
4.- Pedro, toda la temporada en tono menor, guadianesco e infértil, ha sido el símbolo de este aire fresco que muestra el Barça, como si el adiós de Guardiola hubiese abierto las ventanas y oreado el ambiente. Como si todos se hubiesen quitado un cinturón lastrado, una mochila cargada de piedras, quizás, simplemente, la toma de conciencia de que el pasado había terminado y el futuro ya está aquí, llamando urgentemente a la reconversión. Como si el adiós de Guardiola fuese el bofetón que despierta al boxeador mareado.
5.- En un campo que acostumbra a morder y apretar, la noche ha sido un bálsamo para el equipo de Pep, quien parecía también liberado de su peso vital, relajado junto a su sucesor, dos amigos tomando decisiones en el Fantasy, sabedores de que el gran comodín juega en su plantilla. Porque Messi no ha parecido especialmente trastornado por nada, sino más bien transmutado en sí mismo, febril en todas las zonas, lo mismo marcando que asistiendo, dejando el mensaje de que Tito puede contar con él como cuando era cadete y ya viajaban juntos con esta misma camiseta.
6.- Nada mejor que el gesto de Puyol cortando el bailecito tontuno de Alves y Thiago tras el quinto gol para describir cuál es el camino indicado para que este equipo recupere el peldaño que había descendido. El gesto de Puyol y las disculpas públicas de Guardiola a la afición del Rayo. Intensidad, compromiso, preparación, rechazo de divismos superficiales, sacrificio por el colectivo, honestidad y deportividad, poco baile y mucho trabajo…
7.- Pedro, al que tantos querían haber vendido ayer mismo, símbolo de una regeneración que pasará por Vilanova y por gente de edades tan variopintas como Puyol, Messi y un puñado enorme de canteranos.
y 8.- Se va Guardiola. Llega el Pep Team 2.0.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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