1.- El recurso no había surtido efecto y el Real Madrid empezaba el partido ante el Elche sin Cristiano Ronaldo, que iba a cumplir su último partido de sanción. Tampoco estaba Luka Modric por acumulación de tarjetas. El croata está en el mejor momento de su carrera y el Real Madrid notó su ausencia porque Illarramendi no es interior y porque no hay otro jugador en la plantilla capaz de moverse entre líneas con tanta soltura. La velocidad del juego del equipo blanco lo pagó. Volvía Varane al eje de la zaga en detrimento de Sergio Ramos. El francés no estuvo demasiado exigido por Del Moral o Coro y recordó algo de aquel tímido y espigado central que maravilló al mundo con sus intercepciones. Con moderación, se turnaba con Pepe para salir al corte y evitar cualquier expedición ilicitana. Ancelotti va a tener difícil la decisión en cuanto a la pareja de centrales en el tramo decisivo de la temporada. Bendito problema.
2.- Marcelo también sería baja en el once de Ancelotti. Esto, unido al gran entramado defensivo que planteó Fran Escribá, propuso una primera mitad soporífera y sin demasiadas ocasiones. Le faltó chispa arriba al Elche para presentar candidatura a asaltar el Bernabéu. Quizá prodigarse tanto en tareas defensivas lastraba sus aportaciones ofensivas. Además, el hecho de que iniciase Ancelotti con Illarramendi dejaba con muy pocas opciones a la zona de tres cuartos del equipo visitante. Este Madrid es un equipo más rocoso, más defensivo y más duro al mismo tiempo.
3.- Con Di María, este Real Madrid también es más sólido. Lo es porque el argentino aporta hiperactividad en una zona que tiene controlada con la calidad de Xabi y de Modric. Hoy volvió a ser determinante. Se volvió a llevar todos los rebotes y fue, junto a Benzema, el único peligro merengue en la primera mitad. Tan solo la banda izquierda creaba ocasiones, y pese a las ayudas defensivas que recibía Cisma, al final el argentino y el francés acababan combinando e introduciéndose en tierras de Manu Herrera.
4.- Probablemente, de las cuatro restantes grandes ligas (Bundesliga, Premier League, Ligue 1 y Serie A) la competición inglesa sea la más diferente en cuanto a juego en comparación con la liga española. Luka Modric tardó medio año largo en adaptarse al equipo y a poder desplegar sus habilidades. Gareth Bale, pese a la ingente cantidad de dinero que se pagó por él, está en la misma situación por la que pasó el croata. El galés, esta vez sin Cristiano en la otra banda, volvió a jugar noventa minutos perdido, sin abrir espacios en la línea de banda y sin hacer daño por dentro. Pese a su mediocre partido marcó uno de los goles del año, despertando al Bernabéu de la larga siesta que había comenzado a las cuatro. Su zurda es su mejor aval para ser pacientes con él.
5.- Illarramendi marcó su primer gol en liga con la camiseta del Real Madrid a la salida del área tras un córner y el equipo, que tampoco había realizado grandes méritos para ir por delante, encaraba la segunda mitad con tranquilidad y con la seguridad de tener encarrilado el partido. No varió mucho el guion del partido, lento y tosco a la par que adormecedor.
6.- Con el partido encarrilado y el Elche abandonando las ayudas defensivas, Ancelotti sacó a Isco al campo. El exjugador del Málaga afronta un problema grave: no entra en el incipiente y exitoso 4-3-3 del italiano. En una charla con periodistas el entrenador reconoció que le ha dado vueltas al tema. Lo probó como falso nueve hace unas semanas y hoy le metió de interior con pocas exigencias defensivas. Marcó un gran gol, pero no disipó la duda que se cierne sobre su figura. “Quizá hago lo mismo que hice con Seedorf en Milan y le bajo al mediocentro”. ¿Tiene las condiciones físicas?
7.- No es que vaya holgado, pero el recién ascendido está dejando por el camino buenas sensaciones en su primera temporada en primera en veinticinco años. Escribá se está ganando la reputación de ser un entrenador que construye y edifica desde sus cimientos. Es el cuarto equipo que menos goles ha marcado en la liga, pero de los siete últimos equipos es el que menos tantos había encajado (34) hasta hoy.
y 8.- Próximo destino: Gelsenkirchen. Pensando en la Champions League y en los octavos de final se puede entender la baja intensidad con la que ha jugado en ciertos tramos del partido el equipo blanco. Volará hasta Alemania para visitar al Schalke 04 en el Veltins-Arena y se encontrará un panorama totalmente distinto al de hoy. El equipo de Keller necesita espacios para sobrevivir y el Madrid es el rey en esos lares. El empate a cero en su casa el viernes reflejó a un equipo sin ideas ante una buena organización defensiva. Y sea cual sea la pareja de centrales, el Madrid llega en un gran momento.
* Carlos Jiménez Barragán es periodista.
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