Liam Brady: el zurdo de seda dublinés

por el 10 abril, 2015 • 8:22

Destacado centrocampista irlandés que dejó huella en el Arsenal de la década de los 70 y que posteriormente se marchó al calcio para desarrollar su carrera en la Juventus, el Inter de Milán o la Sampdoria. En la selección fue un fijo durante tres lustros, pero no pudo disputar ningún gran torneo, siendo la Eurocopa de 1988 la competición que estuvo más cerca jugar de no ser por una sanción y una lesión de ligamentos. Nacido en Dublín (Irlanda), se desempeñaba como medio organizador. Jugador creativo, elegante y astuto, tenía una fantástica visión de juego, una gran técnica y una enorme calidad en el pase. Fue conocido popularmente como Chippy.

Liam Brady

Comenzó a jugar al fútbol en el colegio St. Kevin y con 14 años un ojeador del Arsenal se lo llevó a Londres para fichar por el cuadro capitalino. Su progresión fue meteórica y en cuestión de dos temporadas llegó al primer equipo, con el debutó a los 16 años en 1973 frente al Birmingham City. Por aquel entonces militaban en la plantilla gunner futbolistas de la talla de Charlie George, Ray Kennedy, Alan Ball, Pat Rice o Sammy Nelson.

El despegue y su afianzamiento en el once del Arsenal tuvieron lugar con Terry Neill a mediados de la década de los 70. El Arsenal ocupaba puestos en mitad de la tabla en liga hasta que con el fichaje del nuevo técnico las cosas mejoraron y obtuvieron una clasificación para la Copa de la UEFA y disputaron dos finales consecutivas de la FA Cup. En la primera, en 1978, cayeron por la mínima ante el Ipswich Town, pero en la segunda, tras eliminar a Sheffield Wednesday, Notts County, Nottingham Forest y Southampton, se impusieron por 3-2 al Manchester United. Brady fue titular junto a Pat Jennings, Pat Rice, Sammy Nelson, Brian Talbot, David O’Leary, Willie Young, Alan Sunderland, Frank Stapleton, David Price y Graham Six en un choque que se resolvió a favor de los gunners en el minuto 89.

En la participación de la Copa de la UEFA en la temporada 1978-1979 alcanzaron los octavos de final, donde fueron eliminados por el Estrella Roja, mientras que en la Recopa la campaña posterior solo el Valencia pudo derrotarlos en la final después de una tanda de penaltis. La actuación europea fue magnífica y dejaron en el camino a equipos como el Fenerbahçe, el Magdeburgo, el IFK Goteborg o la Juventus. En el choque por el título, celebrado en Bruselas, hubo mucha igualdad, y tras empatar a cero y fallar Brady y Rix dos lanzamientos desde los once metros, el Valencia se hizo con el trofeo.

Al término de la campaña, el centrocampista irlandés buscó nuevas motivaciones en su carrera y dejó el Arsenal con un bagaje de 59 dianas en 307 partidos. Su destino fue Italia: la Juventus de Turín pagó £500.000. El cuadro bianconero, con un elenco fabuloso entre el que estaban Zoff, Scirea, Cabrini, Gentile, Tardelli, Causio o Bettega, conquistó con la ayuda de Brady dos campeonatos de liga consecutivos en 1981 y 1982. La Roma de Liedholm, por dos puntos de diferencia, y la Fiorentina de Giancarlo de Sisti, por solo uno, sucumbieron al poder de una Vecchia Signora que dominaba en el calcio y poco después lo haría en Europa. En el verano de 1982, la Juventus fichó a Platini y eso supuso el final de la aventura de Brady en Turín. Hubo rumores de un posible traspaso al Real Madrid, pero finalmente permaneció en Italia y firmó por la Sampdoria.

En el conjunto genovés coincidió con Roberto Mancini y Trevor Francis, pero solo se mantuvo el curso 1982-1983. Jugó 34 partidos entre todas las competiciones y marcó ante Pisa y Ascoli en la Serie A. Recibió varias ofertas de clubes europeos y acabó decidiéndose por una de otra gran entidad italiana, el Inter de Milán. Los nerazzurri pelearon por la liga en 1985, pero el sorprendente Verona conquistó el título. En la Copa de la UEFA llegaron hasta semifinales, donde fueron eliminados por el Real Madrid. En la ida, en el Giuseppe Meazza, Brady marcó un tanto en la victoria por 2-0, pero en la vuelta el equipo merengue culminó la remontada con un 3-0 a su favor. En la posterior campaña, la historia se repetiría en la misma competición y también en semifinales. Los milaneses se impusieron por 3-1 y en el Santiago Bernabéu el club blanco venció por 5-1, siendo el gol del Inter obra de Brady de penalti. La actuación en la liga fue discreta, con un sexto lugar. En el verano de 1986, el centrocampista de Dublín se fue al Ascoli.

En el cuadro carpintero jugó 17 partidos en la Serie A de la temporada 1986-1987 y a continuación decidió regresar a Inglaterra. El West Ham le ofreció tres años en lo que sería el último contrato de su extensa carrera. En la primera temporada lograron por los pelos mantenerse en First Division, pero en el curso venidero no lograron evitar el descenso al finalizar en penúltimo lugar con 38 puntos. En su última campaña como profesional, el objetivo del West Ham era volver a la élite del fútbol inglés, pero con un séptimo puesto en la Second Division ni siquiera consiguieron acceder al playoff. A la conclusión de la temporada, con 34 años, Liam Brady colgó las botas de forma definitiva.

Selección irlandesa (1976)

Selección irlandesa (1976)

Con la selección irlandesa fue internacional en 72 ocasiones y marcó 9 goles. Debutó en un partido correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa de 1976 ante la URSS. El choque se celebró el 30 de octubre de 1974 en el Dalymount Park de Dublín y derrotaron a los soviéticos con claridad (3-0). Desde ese momento, Johnny Giles contó con su presencia en el resto de encuentros de la clasificación, pero no consiguieron el billete al ocupar el segundo puesto de la tabla tras la URSS.

Su primer gol llegó en un amistoso contra Noruega en la capital irlandesa, cuando batió al arquero Jacobsen, en lo que supuso el 1-0 de un duelo que terminó con victoria local por 3-0. Unos meses más tarde ya se vio inmerso junto a los Steve Heighway, David O’Leary, Don Givens o Paddy Mulligan en la búsqueda de un billete para el Mundial de Argentina 1978. Los rivales fueron Bulgaria y Francia, a los que no pudieron superar. Acabaron en último lugar del grupo con 3 puntos. Brady anotó una solo gol, pero fue el decisivo para dar el triunfo por la mínima ante los franceses en Dublín a finales de marzo de 1977.

El siguiente ciclo de Eurocopa y Mundial también fue un fracaso, al no lograr acudir a ninguno de los dos torneos. Johhny Giles había abandonado el puesto de seleccionador, pero las cosas con Eoin Mano tampoco mejoraron en exceso. En la clasificación para el torneo europeo ocuparon el tercer lugar tras Inglaterra e Irlanda del Norte y por delante de Bulgaria y Dinamarca, mientras que en la clasificación para el Mundial de España el goal average les dejó sin el pase, que fue a parar a manos de Bélgica y Francia.

La renovación del equipo llegó a partir de la década de los 80, cuando empezaron a acudir al equipo nacional hombres como Pat Bonner, Kevin Moran, Ronnie Whelan, Michael Robinson y Chris Hughton. Con renovada ilusión intentaron clasificarse para la Eurocopa de Francia en 1984, pero el potente grupo con los Países Bajos y España les impidió viajar a territorio francés. El centrocampista dublinés se echó el equipo a la espalda y cuajó unos brillantes partidos, llegando a marcar frente a los Países Bajos y un doblete contra Malta que no fueron suficientes para obtener la clasificación. Dos años más tarde también vieron por la televisión el Mundial de México después de finalizar penúltimos solo por encima de Noruega.

La última posibilidad de participar en un torneo importante para Brady iba a ser la Eurocopa de 1988, pero la fortuna no estuvo de su lado. Compartieron el grupo 7 con Bulgaria, Bélgica, Escocia y Luxemburgo y, después de sumar 11 puntos, se ganaron el pasaporte a tierras alemanas. En la primera jornada de la liguilla, Brady evitó la derrota en Bruselas frente a Bélgica después de marcar en el minuto 90 del duelo y poner el empate a dos en el marcador. Sin embargo, todo se torció en la última fecha de la clasificación, cuando en el choque contra Bulgaria (que ganaron por 2-0) fue expulsado por dar un codazo a un adversario. La UEFA le sancionó con cuatro partidos, aunque tras un recurso de su federación se le rebajó a dos. El técnico Jackie Charlton estaba dispuesto a esperar hasta la tercera jornada de la Eurocopa para alinearle, pero una pequeña lesión de ligamentos sufrida poco antes acabó por frustrar sus esperanzas de disputar el torneo.

Por aquellas fechas, concretamente el 23 de mayo de 1987, Liam Brady realizó su mejor partido con el conjunto irlandés. Enfrente estaba una Brasil con Ricardo Rocha, Muller, Valdo, Silas o Josimar que visitó Dublín para un partido amistoso. El medio zurdo completó una actuación perfecta que redondeó con el único gol de la tarde, logrado con un tiro raso ante el que no pudo hacer nada el guardameta Carlos.

En 1989 disputó dos partidos de la clasificación para el Mundial de Italia contra Hungría y un año después vistió por última vez la camiseta de la Green Army en un homenaje que le tributó la federación con Finlandia como rival en el estadio de Lansdowne Road.

Al término de su trayectoria sobre el césped fue entrenador y su primer destino fue el Celtic en 1991. Allí estuvo dos temporadas en las que no logró ningún título, dejando además un triste recuerdo al ser vapuleado por el Neuchatel en la Copa de la UEFA de la edición 1992-1993. A continuación se marchó al Brighton & Hove Albion en el que la inestabilidad de la institución fue un factor clave para su flojo papel en la parcela técnica. Poco después entró a trabajar en la academia del Arsenal. En la cantera gunner estuvo desde 1996 hasta 2014, años en los que realizó una magnífica labor. Su última aventura en los banquillos la compaginó con el puesto de director de la academia: fue asistente de Giovanni Trapattoni en la selección irlandesa entre 2008 y 2010.En la actualidad es comentarista de la televisión pública de su país, RTÉ Sport.

* Alberto Cosín.





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