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Leo bossa nova Baptistao es la revelación de la Liga. No es el genuino jugador de ataque brasileño, malabarista y de regate burlón. Toma el camino más fácil cuando le llega el balón al pie o te detona con su zancada corriendo al espacio. Simple pero eficaz; sutil y elegante.
Tiene samba en sus botas pero no le hacen falta estridencias para demostrarlo. Con su cambio de ritmo y velocidad punta, decide al tiempo que esprinta. Asiste y remata. De sus movimientos irrumpe en la banda, acaba en el área o enlaza entre líneas.
El futuro de este jugador brasileño está por dilucidar, pero existe una estadística que nos hace imaginar la silueta de un crack. El famoso analista de estadísticas, colaborador en varios medios de comunicación, Alexis Martín Tamayo, (en twitter @MrChip) sacó a relucir un dato sorprendente. Con sus 6 goles en 13 jornadas está en el grupo de jugadores menores de 21 años en conseguirlo, junto a nombres como Saviola, Ronaldo, Torres, Agüero, Messi, Mata e Higuaín, que fueron los últimos en lograrlo.
Siempre preocupado por conocer el juego, con una sonrisa en la boca, Leo es el mismo futbolista que hace tres años jugaba en el San Fernando de Henares el campeonato juvenil de liga nacional o que desequilibraba partidos junto con Lass Bangoura en aquel Rayo juvenil de División de Honor semifinalista de la Copa del Rey de la categoría. Ahora, sus goles, asistencias y movimientos dan puntos a la franja roja en Primera División.
FICHA TÉCNICA
Con Leo Baptistao estamos ante otro estilo de jugador brasileño. Su fisonomía, alto, esbelto y de zancada kilométrica, ensalza sus virtudes. No es eléctrico pero si veloz por la amplitud de sus pasos. Es un delantero con velocidad de crucero. Su cambio de ritmo le sirve para despegarse de la marca, velocidad lanzada que mantiene como un pianista toca una nota sostenida.
Coordinación y agilidad para aportar soluciones y dar respuestas. Futbolista de acción-reacción. Su fuerza no reside en el músculo sino en aprovechar sus cualidades. Domina tiempo, espacio y trayectorias; sabe cuándo acelerar, frenar, cambiar de ritmo y la dirección en beneficio propio y del equipo.
Armonía y sincronización de unas aptitudes físicas y técnicas que responden a lo que le demanda su campo de acción. Fuerte golpeo, verticalidad en el salto y constantes desplazamiento a la más alta intensidad.
Es un atacante de buen toque y tiro contundente. Intenta ejecutar la acción técnica más propicia para cada momento. Su habilidad no es dominar el balón a muchos toques sino llevarlo a la portería contraria desbordando rivales.
Su mayor cualidad técnica posiblemente sea la conducción. Con la pelota cosida al pie, sus decisiones son como una caja de cambios, su juego tiene varias velocidades. Un jugador así es vital para el Rayo Vallecano porque permite ir al ataque sin vacilaciones o temporizar protegiendo la pelota. Consciente de cuanto le rodea, compañeros y rivales, ayuda a mantener la iniciativa del juego y a esperar a los desmarques del resto de los componentes de su equipo.
En estático le cuesta driblar pero en carrera es difícil frenarlo. Tiene la destreza de cambiar de opinión según conduce el balón. Finta y amaga, prefiere acudir al regate más sencillo antes que perder el tiempo con gambeteos improductivos.
Como los vampiros acuden al olor de la sangre, Leo Baptistao va a por el gol. Goza de un fuerte disparo y de la facilidad para armar la pierna. Por la variedad de recursos que domina y su amplia zancada, cuando encara no se sabe si se va a decantar por acelerar, frenar y recortar, perfilarse para chutar o encontrar el espacio idóneo para asistir.
Detonador del ataque del Rayo Vallecano. Sabe qué hacer cuando le llega el balón al pie y cuándo correr a la espalda de la defensa rival. Un delantero multitarea, de ataque y contragolpe. Capaz de enlazar entre líneas, pisar el punto de penalti para rematar o caer a la banda para centrar o habilitar a otros compañeros mejor posicionados.
Su movilidad por el frente de ataque es como la de un parabrisas. Sus desmarques de apoyo son para combinar; sus desmarques de ruptura para finalizar. Si busca la espalda de los centrales lo normal es que tire; si aparece entre el defensa central y el lateral lo natural es que asista.
Devorador de espacios libres. Los crea con sus movimientos de arrastre, los ocupa cuando un compañero abandona su posición y los aprovecha para encontrar fisuras en la zaga adversaria.
Obediente en defensa, pendiente de cerrar líneas de pase al replegar. Siempre se ha preocupado en conocer mejor el juego. Es el foco de un equipo que necesita de una referencia; se hace notar, es capaz de autoabastecerse y por talento de dar soluciones. Un goleador que surge, llega al área y aprovecha la debilidad del rival.
Haber:
– Inteligencia táctica. Con 20 años comprende bastante bien el juego y sabe hacer lo que es preciso. Se asocia cuando es necesario, se desmarca en profundidad para escapar de la vigilancia de los rivales y acercarse a la portería rival. Protege el balón para temporizar cuando el equipo lo necesita.
– Dominio del balón. Conduce la pelota a alta velocidad. Es capaz de frenar y quebrar para sorprender al rival.
– Personalidad. Ha entrado al fútbol de elite por la puerta grande. Hace goles, asiste y trabaja para el equipo. No le pesa la responsabilidad, pide el balón y es decisivo.
Debe:
– Intermitente. Por su juventud, no es capaz de mantenerse como un jugador resolutivo en todos los partidos y en ocasiones no se impone a los zagueros y su presencia se difumina sobre el terreno de juego. Al mismo tiempo, el desgaste físico afecta a su rendimiento a lo largo de un partido.
– Regate en parado. Cuando se encuentra cara a cara con un defensor y parte totalmente en estático no es un jugador que brille por su habilidad para amagar y desbordar; es más resolutivo cuando acompaña la pelota en carrera para driblar al rival.
– Precisión. En el área o en los remates a un toque necesita mayor grado de acierto para ser goleador y más decisivo. A medida que su rendimiento siga en aumento los defensas le seguirán más de cerca y tendrá menos ocasiones de hacer gol. Por lo tanto, tendrá que aprovechar las oportunidades que provoque.
Leo Baptistao es un futbolista decidido, de los que piensan mientras corre. Entiende el juego y toma decisiones en beneficio del equipo. Solidario en todos sus esfuerzos y ambicioso en todas sus acciones.
Hay una relación directa entre sus cualidades físicas y sus virtudes técnico-tácticas. Capaz de acelerar y frenar, cambiar de ritmo y dirección de un solo gesto. Por su gran zancada es determinante en carrera y sin balón ataca los espacios. Asiste, combina o finaliza las jugadas. Con el balón pegado al pie, atrae rivales y amaga, enlaza o tira.
Actúa en función de sus compañeros, rivales y la situación del balón. En ataque, se ofrece; al contraataque, se aleja. No se esconde, aparece. Es joven aún para averiguar cuál será su camino, pero su personalidad y pasión empiezan a borrar la idea de que será flor de un día.
* Miguel Ángel Montoya es periodista. En la web: zidanesypavonesfc.blogspot.com
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– Foto: EFE
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